El italiano Elia Viviani (Quick Step) volvió a demostrar que se encuentra en el mejor momento de su carrera ganando con autoridad el esprint de la décima etapa disputada entre Salamanca y Bermillo de Sayago (Zamora), de 177 kilómetros, en la que el británico Simon Yates (Mitchelton) conservó el maillot rojo de líder.
Viviani, de 29 años y campeón olímpico de omnium en los Juegos de Rìo 2016, ya se había impuesto en Alhaurín de la Torre, por lo que firmó el doblete, de nuevo con contundencia, por delante del triple campeón mundial Peter Sagan (Bora) y de otro italiano, Giacomo Nizzolo (Trek).
"Ha sido uno de los mejores esprints de la temporada, todo lo hemos hecho bien. Me encuentro en el mejor momento de mi carrera y estoy en el mejor equipo, La temporada está siendo impecable", dijo el campeón de Italia, autor de la victoria número 60 del Quick Step en 2018 y la número 17 en su cuenta. En el Giro de Italia ya demostró su potencial con 4 victorias.
Llegada al esprint que puso fin al trayecto entre la Plaza mayor de Salamanca, ciudad que vivió en 2011 el primer maillot rojo de Chris Froome, y Bermillo de Sayago, en Zamora, propicia para un desenlace al esprint.
Para los velocistas un caramelo, para los favoritos una de esas jornadas de transición y de ahorro de energías para un fin de semana terrible con el tríptico de montaña asturleoné. Así que se cumplió el guión, Viviani feliz y la general sin cambios. Yates mantuvo la roja sin sobresalto, Valverde le pisa los talones a 1 segundo y el colombiano Nairo Quintana es tercero a 14.
Hasta la aparición de los hombres bala también se cumplió el argumento. Nada más atravesar el Tormes, un modesto del combativo Burgos BH, el cántabro Jesús Ezquerra (Burgos-BH) salió disparado a la aventura. Abrió hueco y enseguida se le unió el portugués Tiago Machado, con quien hizo camino al rodar.
El recorrido solo presentaba la dificultad del Alto de Fermoselle (3ª), que se coronó a 29,1 kilómetros de la meta con el pelotón agrupado, ya que el trabajo del Bora y del Movistar derribaron la ilusión de Ezquerra y Machado.
Valverde coronó al frente y Quintana en tercer lugar, pero no significó ningún movimiento del grupo español. El murciano tuvo la opción de bonificar un segundo en el esprint intermedio de Trabanca, pero ello hubiera supuesto vestirse de rojo, y ese momento aún no lo desea el conjunto español.
Con el pelotón a toda mecha de nuevo se reveló otro hombre del Burgos BH (Diego Rubio), pero a 9 de meta le pasó como un ciclón el implacable tren del Quick Step, que ya olía la victoria de Viviani.
Rubio quiso ser como Viriato, el caudillo lusitano que, según las leyendas de la zona, se convirtió en un azote para los romanos que dominaban la península en el siglo II a. C.
Pero la dominaciòn de la escuadra belga no admitió revueltas. El rey del esprint remató con la autoridad del mejor esprinter del pelotón actual el "perfecto trabajo del equipo". Doblete y ahora a seguir soñando. Quiere ganar más etapas, sobre todo en Madrid, pero no sabe si podrá llegar hasta la capital.
Este miércoles se disputa la undécima etapa entre Mombuey y Luintra, de 207,8 kilómetros.
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