Victoria para Tim Wellens en una entretenida etapa con final en Sabiñánigo en la que consiguió ser el más fuerte de una peleada fuga de tres corredores. El ciclista del Lotto Soudal consiguió imponerse en los metros finales a Guillaume Martin y a Arensman tras una cabalgada de los tres ciclista que tuvo emoción hasta la llegada a meta [Así hemos vivido la quinta etapa de La Vuelta 2020].
Respecto a los favoritos, Primoz Roglic consiguió ampliar su liderato unos segundo más al llegar con algo de ventaja al resto de candidatos de la general. El esloveno abrió hueco con uno de sus demarrajes potentes y ni Carapaz ni Enric Mas consiguieron darle caza. Dan Martin sufrió una caída sin consecuencias en la curva final.
Etapa complicada esta quinta entrega de La Vuelta 2020 en un terreno de continuo sube y baja y que de nuevo exigió a los ciclistas un enorme esfuerzo, especialmente de salida, donde se disputó la fuga más peleada en lo que va de carrera. En un primer momento, se formó un gran grupo de 14 corredores con presencia de gente de la talla de Omar Fraile.
El pelotón no estaba por la labor de consentir tan fácilmente que un gran grupo de esas dimensiones se marchara por delante, y con equipos como el Burgos BH al mando no les permitieron disfrutar de rentas mayores al minuto. Tras unos kilómetros iniciales de mucha persecución con protagonismo del Sunweb en la fuga, el grupo dio alcance a los escapados y reestructuró la marcha de la carrera.
Sin embargo, esa tranquilidad duró poco tiempo, ya que de nuevo volvieron a surgir valientes que querían poner contra las cuerdas al pelotón e intentar llevarse el triunfo. En este segundo grupo, también muy numeroso, entraron corredores de gran nivel como Guillaume Martin o incluso el hombre fuerte del líder Primoz Roglic, Sepp Kuss, el cual se filtró en el grupo cabecero y llegó a ser líder virtual durante bastantes kilómetros.
Wellens y Arensman atacan
En esta nueva fuga, mucho ritmo y palos entre los corredores. Nadie se fiaba de nadie y, a pesar de que el entendiemineto no era el ideal, estaban consiguiendo andar y abrir una pequeña renta. A falta de algo más de 80 kilómetros para meta, la fuga se fragmentó y se formó un dúo de cabeza formado por Arensman, del Sunweb, y por Tim Wellens, del Lotto Soudal. En su persecución se lanzó un hombre que tuvo mucho protagonismo en la primera parte del Tour de Francia, el líder de Cofidis Guillaume Martin.
El esfuerzo del francés fue tremendo en su intento por alcanzar a los dos corredores de cabeza, aunque las continuas ascensiones hacían que la diferencia fuese cayendo. Una vez reducida la barrera de los 30 segundos, el galo realizó un último esfuerzo hasta contactar con sus antiguos compañeros de fuga. Ahora, el terceto rodaba en cabeza directo a por el triunfo mientras el pelotón se había organizado para coger al resto de los escapados.
INEOS tomó el mando en el pelotón y la diferencia fue cayendo hasta formar de nuevo un gran grupo. Solo los tres valientes, que colaboraban ahora sí de buena gana, mantenían ya sus opciones de pelear por la victoria. Los kilómetros fueron pasando y el pelotón decidió reducir la marcha y consentir a los fugados, que se preparaban para tener su día de gloria en Sabiñánigo.
La recta final de la etapa fue mucho más tranquila que el comienzo, aunque el ritmo seguía siendo infernal. Los fugados mantuvieron rentas en torno a los tres minutos por delante hasta llegar a los metros finales en los que se jugaron la etapa. Martin parecía flaquear, pero sacó de nuevo fuerzas desde lo más hondo para superar a un Arensman que se rendía antes de tiempo.
El último kilómetro picaba hacia arriba y los corredores lo notaron. Martin hizo un tímido intento y Wellens recogió el guante para arrancar con fortaleza y marcharse a por la victoria, la cual celebró con gran alegría después de un tremendo esfuerzo.
Por detrás, el grupo de los favoritos llegó con tensión y nervios, los cuales se acentuaron en las últimas curvas. Casi en la llegada final, hubo una caída que pilló al maillot verde y vencedor en Laguna Negra, Dan Martin, aunque sin graves consecuencias. Roglic arrancó en los metros finales con su poderío habitual y consiguió picar unos segunditos que siguen ampliando su ventaja en la lucha por el maillot rojo.
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