Las polémicas con los casos de deportistas transexuales presentes en diferentes competiciones se han acentuado en lo que va de año 2022. Rara es la disciplina que no ha tenido ya un asunto candente alrededor y que no ha generado un debate sobre contra quien deberían batallar estos atletas.
Opiniones hay para todos los gustos. Hay quienes consideran que si se sienten mujeres y si han completado un proceso de transición para ello, deberían competir por lo tanto contra mujeres. Sin embargo, hay quienes consideran que en ese caso contarían con una serie de ventajas físicas que hacen imposible el principio básico de toda competición, la igualdad. Por ello, su lugar sigue estando entre hombres, y más si ya eran deportistas consumados antes de iniciar esa transición.
Por último, están aquellos que no tienen claro que su lugar sea uno u otro sexo y que por ello, ante los repetidos casos que se están produciendo últimamente, quizás lo más justo sea empezar a crear una categoría aparte. En Inglaterra, este debate está más en auge que nunca y es que las polémicas que rodean el asunto de la ciclista transgénero Emily Bridges no paran de escribir capítulos nuevos.
El último se ha vivido a raíz del veto que la British Cycling, la federación británica de ciclismo, le ha impuesto a esta corredora y a todas aquellas que, en su condición de transexuales, quieran competir ahora entre mujeres. Consideran que siguen contando con ventajas físicas que desvirtuarían cualquier competición. Sin embargo, esto no ha gustado a parte del entorno de la CiCLE de Melton, una de las carreras más famosas del país y que ha emprendido una protesta de carácter económico que ha encontrado respuesta en el otro bando.
El plante de Peter Stanton
La CiCLE de Melton es una de las carreras clásicas más importantes del ciclismo femenino en Gran Bretaña. Se trata de una prueba que se celebra en Leicestershire y en cuyo palmarés aparecen incluso las medallistas Katie Archibald y Neah Evans. La carrera estaba programada para disputarse en el mes de junio tanto en categoría élite como en junior. Sin embargo, un problema con su patrocinador principal dejó su disputa en el aire. La prueba masculina, que se disputa a finales de este mes, no ha sufrido contratiempos.
Todo arrancó cuando llegó de manera oficial el veto de la British Cycling a la ciclista 'trans' Emily Bridges, a quien le prohibían competir en cualquier carrera femenina. Por lo tanto, no podía acceder ni a la CiCLE de Melton ni a ninguna otra prueba. Esta decisión no gustó en absoluto a Peter Stanton, el promotor económico principal de la clásica, que como protesta decidió retirar su aportación económica de 15.000 libres para la celebración de una de las pruebas estrella del calendario británico.
Emily, que ya había competido profesionalmente como ciclista masculina llegando a marcar el récord nacional júnior de las 25 millas, se encontró con el rechazo de muchos miembros importantes del deporte y del ciclismo británico. Consideraban que compitiendo contra mujeres podía tener una ventaja especial fruto de su condición original masculina. Esto no gustó nada a Stanton, que decidió poner en marcha su protesta.
Consideraba esta decisión "totalmente inaceptable" y entonces entendió que retirando su apoyo de esta carrera femenina podría generar ruido en favor de la causa de las deportistas transexuales: "Aunque apoyo plenamente el deporte femenino, también tengo muchos amigos y colegas dentro de la comunidad transgénero a los que siento que estaría defraudando si no me posicionara para mostrar mi apoyo a sus derechos".
"Este no es el primer caso de un corredor transgénero que compite bajo las reglas de la UCI, o incluso como parte de un equipo oficial de la UCI, y cambiar arbitrariamente esa posición basada en un caso individual, me parece totalmente inaceptable. Estoy desesperadamente entristecido por el caso de Emily Bridges y las acciones que me ha llevado a tomar".
Respuesta al 'caso Emily Bridges'
Cuando todo parecía abocado al desastre y a la suspensión de la prueba tras la retirada del patrocinio económico, se ha producido un sorprendente movimiento que ha conseguido salvar la prueba. Y también está relacionado con el entorno de la polémica que tiene en el centro a la corredora Emily Bridges.
Han sido los grupos Sex Matters y Fair Play for Women, caracterizados por su apoyo al deporte femenino y contrario a la inclusión de personas transexuales en sus categorías, quienes han decidido hacer una importante oferta económica para llenar el vacío dejado por Peter Stanton y así garantizar la disputa de una prueba que se correrá en el mes de junio. Solo un día después de la caída de su patrocinador principal, la CiCLE de Melton ha encontrado dos nuevos sponsors de golpe.
Estas dos organizaciones que hacen campaña por los derechos basados en el sexo de los deportistas, hicieron una oferta formal para compensar el déficit de dinero que padecían tras la salida de Peter. De esta forma, se garantizaba que todos los eventos pudieran celebrarse correctamente esta temporada, algo que ha celebrado la propia prueba, víctima de toda esta polémica tan inoportuna para ellos.
El director de la carrera, Colin Clews, agradeció la oferta y aseguró que "se había visto abrumado por los mensajes de apoyo al ciclismo femenino". Y añadió lo siguiente: "Tendremos en cuenta todas las ofertas de patrocinio para celebrar la carrera en 2022 y apoyar su desarrollo futuro". Por su parte, tanto Sex Matters como Fair Play for Women han querido arropar a Colin en todo momento.
La líder SM, la doctora Emma Hilton, afirmó que habían salido al rescate de esta carrera para que "las mujeres más brillantes corrieran de forma justa y competitiva". Por su parte, su homóloga en la asociación FPW, la doctora Nicola Williams, añadía que "debe haber un lugar para todo el mundo en el deporte, pero una competición justa para las mujeres depende de que siga siendo sólo para mujeres".
En su caso defienden que personas en la situación de Emily Bridges no pueden competir contra otras mujeres. La British Cycling señala que las ciclistas 'trans' pueden participar en pruebas femeninas siempre y cuando presenten unos niveles de testosterona por debajo de 5 nmol/L durante un periodo de 12 meses. Sin embargo, en el caso de Bridges, que comenzó la terapia hormonal el año pasado como parte de su tratamiento de disforia de género, esto no se produce ya que incluso corrió en eventos masculinos hasta el mes de febrero. En cualquier caso, el debate con este tipo de asuntos sigue muy abierto.
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