La situación por la que está atravesando Primoz Roglic en estos momentos no es nada fácil. El ciclista esloveno, líder del Jumbo-Visma, es un atleta acostumbrado a ganar siempre y que no tolera bien la derrota. Sin embargo, sus preocupaciones en estos momentos no se centran en sus resultados deportivos, si no que más bien están más pendientes de sus sensaciones físicas y médicas, las cuales no son buenas.
El triple ganador de La Vuelta no terminó la Itzulia 2022 en una condición óptima. Empezó demostrando su poderío habitual en la contrarreloj inicial, pero a medida que fueron avanzando las etapas, fue luciendo un estado físico bastante bajo. Perdió el maillot amarillo sin hacer mucho ruido y nunca estuvo cerca ni siquiera de poder recuperarlo.
De hecho, desde los primeros fuegos de artificios por las colinas vascas se vio que Roglic no estaba para salir a ninguno de los demarrajes que planteaban sus rivales. Era otro Primoz, pero no al que nos tenía acostumbrados. Por eso no fue oponente ni para los Daniel Felipe Martínez, Ion Izaguirre, Vlasov, Evenepoel y compañía. Tampoco para su compañero de equipo, Jonas Vingegaard, que asumió la capitanía tras el hundimiento de su líder.
Ya durante la prueba, y a pesar de haberse visto líder durante varias jornadas, Roglic reconoció que no tenía piernas suficientes para luchar por la Vuelta al País Vasco. Sin embargo, no se trataba de una cuestión de preparación, si no de una lesión. El esloveno padece problemas en una rodilla que están amenazando seriamente la temporada. Así lo contaba él mismo en conversación con el medio Cycling Weekly: "Ya tenía problemas en la rodilla antes de venir aquí, al País Vasco, y durante la semana, obviamente, la situación no mejoró. No ha sido un período de descanso".
Dudas en el futuro
Quizás lo mejor hubiera sido no competir a tan alto nivel esos días por las exigentes subidas que planteaba la Itzulia. No obstante, ya es tarde para eso y ahora en la formación amarilla se muestran muy preocupados ante el futuro que le puede esperar a su corredor estrella. El calendario de Roglic marcaba que sus siguientes paradas debían ser la Flecha Valona el miércoles 20 de abril y la Lieja-Bastoña-Lieja el domingo 24.
Sin embargo, todo está ahora mismo en el aire, ya que lo principal es tratar esa maltrecha rodilla y saber qué está sucediendo. El objetivo principal sigue siendo el Tour de Francia y todo pasa por llegar recuperado a la salida. A sus 32 años y en vista del portentoso nivel de Pogacar, Roglic no puede dejar escapar muchas más ediciones si quiere colgar la bicicleta con al menos una victoria en los Campos Elíseos.
Por el momento, el ganador de la Paris-Niza y octavo clasificado en la pasada Itzulia, se muestra contrariado con su situación: "Fue difícil, por supuesto, pero, al final, no fui lo suficientemente bueno para estar con los mejores. Tenemos que comprobarlo bien. Necesitamos ver qué es realmente y tratarlo de la mejor manera para que no tenga más problemas. Es doloroso. Antes que nada necesito estar bien, sentirme bien sobre la bici y, luego, ya veremos en las próximas carreras". La situación de Roglic tiene en vilo al equipo más poderoso del pelotón de cara a sus próximos objetivos.
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