Enric Mas llega al tramo decisivo de La Vuelta a España subido al tercer escalón del podio y con opciones de conseguir su primer triunfo en una grande. El camino no es fácil, porque para ello debe desbancar primero a Ben O'Connor, el actual líder de la carrera, y también a Primoz Roglic, el gran favorito, pero no renuncia a nada en los seis días de competición que quedan por delante.

El ciclista balear sueña con poder firmar una última semana de ensueño y conseguir el que sería un hito para su carrera deportiva después de varios años intentándolo: "Ojalá podamos celebrar algo en Madrid, que llevamos tantos años esperando", comentó en la comparecencia ante los medios durante el día de descanso.

Lo que parece claro es que Enric Mas ha vuelto a ganarse el cariño de la afición en esta Vuelta a España. Tantas veces criticado por su conformismo o su manera de correr más conservadora -en muchas ocasiones alimentada por la estrategia del equipo-, en esta edición ha demostrado tener una gran ambición y sobre todo unas piernas que pocas veces se le han visto. 

Por eso, el público le transmite su cariño en cada etapa y eso, según confesó el propio ciclista, lo nota en la carrera: "Creo que la realidad es así, lo noto muchísimo. Oigo mucho mi nombre y cuando paso es un auténtico placer que te aplaudan y que te griten. Es una motivación extra. Ayer estábamos subiendo los dos últimos kilómetros de Cuitu Negru y era una pasada cómo animaban. Quiero dar las gracias a todos".

El día de Hazallanas atacó a Primoz Roglic e incluso le llegó a sacar más de un minuto durante la última subida, una renta que se esfumó tras un gran susto que sufrió Mas en el descenso. Tras su crisis superada en Ancares, Enric ha vuelto a su mejor versión y es un claro aspirante a seguir mejorando su posición en la clasificación general en estos últimos días.

No es el más fuerte 

Enric Mas quiso poner los pies en el suelo y, pese a las buenas sensaciones que viene desprendiendo en las dos primeras semanas de carrera, lanzó un mensaje muy realista: "No sé si soy el más fuerte, voy tercero en la general. Si fuera el más fuerte y hubiésemos jugado bien, iría líder. La realidad es que tenemos a dos corredores muy buenos por delante. El domingo podré decir si soy el más fuerte o no. 

Preguntado nuevamente sobre si se ve como el hombre más fuerte de la carrera después de que ayer hiciera sufrir de nuevo a Primoz Roglic y recortara tiempo a O'Connor, Enric Mas volvió a tirar de prudencia: "Creo que soy el mismo Enric que otros años, pero cada año se va progresando un poco más. Queda una semana de Vuelta, la más importante, y al final de la Vuelta podré decir si soy el mejor Enric que hemos visto hasta ahora".

Mañana La Vuelta regresa con la subida a los Lagos de Covadonga, una subida muy dura en la que él ha sido sexto en las dos ocasiones que los ha subido: "La subida es una subida guapísima. Las dos veces han sido con niebla, me gustaría subir un día sin niebla y disfrutando un poco de lo que son los Lagos allí arriba. Las características del puerto son buenas para mí, es largo y duro, tiene la Huesera y otro tramo durísimo, así que esperamos que se puedan hacer diferencias".

Además, aseguró que a su juicio nada se decidirá hasta la penúltima etapa como pronto, y ni siquiera ve a Ben O'Connor con el podio garantizado pese a su renta aunque le ve como el favorito: "Se pueden ver variaciones, puede pasar de todo en una semana. La realidad es que O'Connor tiene dos minutos y pico por delante de mí, y uno por delante de Roglic. El máximo favorito es él por el momento y somos nosotros los que tenemos que reaccionar".