Luis Suárez (La Coruña, 1935) responde al teléfono con un marcado acento gallego, pero con algunas ínfulas del italiano rutinario que habla desde que llegó a Milán en 1962, donde reside en la actualidad. Único Balón de Oro español de la historia (1960), su palmarés lo adornan dos Intercontinentales y dos Copas de Europa consecutivas (63/64-64/65), entre otros muchos títulos. Ahora, a sus 80 años, inaugura en EL ESPAÑOL una serie de entrevistas y reportajes para conmemorar el 60 aniversario del máximo torneo continental.
Llega al Inter un año después que Helenio Herrera y juega en Italia por primera vez la temporada 1963/64. Su fichaje fue el más caro hasta la fecha (25 millones de pesetas, unos 150.000€ de hoy día). ¿No le pudo la presión de ser un ‘galáctico’?
No, para nada. No puedes pensar en eso si quieres jugar. Helenio Herrera me conocía de los dos años que estuvo conmigo en el Barcelona y pensó que yo era el jugador idóneo para el estilo de juego que quería implantar en su Inter. Si tienes la confianza del entrenador todo es más sencillo.
¿Qué hacía especial a Helenio Herrera?
Era un entrenador muy completo, que sabía manejar bien al grupo y hacía muy bien de psicólogo. Además, en lo futbolístico, era un adelantado a su tiempo y llegó con muchas ideas nuevas.
En 1963 gana su primer Scudetto. ¿Ya pensaba en aquel momento que el Inter podía hacer historia?
Entonces no fuimos conscientes. Es verdad que teníamos un buen equipo, pero también porque salieron de la cantera buenos jugadores como Mazzola y Facchetti. Y, por otra parte, se acertó con el fichaje de Jair. Con ellos tres se completó una escuadra que nos dio seguridad para ganar el Scudetto. Pero, realmente, hasta que no ganamos la Copa de Europa contra el Madrid no nos lo terminamos de creer. En aquella final, se pudo ver que el nivel era muy alto y podíamos hacer algo grande.
Precisamente, en aquella Copa de Europa eliminan a Everton, Partizán, Dortmund y llegan al culmen contra el Real Madrid de Di Stéfano. ¿Cómo se gestó aquella proeza?
Los días previos fueron de mucha tensión. Ellos venían de ganar cinco Copas de Europa y el Inter era la primera vez que llegaba a una final internacional. Pero también es cierto que nosotros estábamos muy bien y nos salió un gran partido (3-1). Y luego, por otra parte, Mazzola hizo uno de los partidos de su vida, con dos goles.
¿Cómo les convenció Herrera de que podían ganar?
Bueno, él nos dio mucha confianza y nos dijo que creyésemos en nosotros porque éramos muy buenos. Y luego, yo hice un poco de padre porque era el más veterano. Les dije a todos que se tranquilizaran y que había que tenerle respeto al Madrid, pero que a un único partido podíamos conseguir la victoria.
No se puede copiar un determinado estilo si no tienes a unos determinados jugadores
¿Cambió aquella victoria el estilo del fútbol europeo?
No lo creo. Es verdad que muchos equipos intentaron seguir los mismos patrones de juego, pero al final no se puede copiar un determinado estilo si no tienes a unos determinados jugadores para llevarlo a cabo.
De todas formas, a ustedes les sirvió. Con ese estilo consiguen por segundo año consecutivo la Copa de Europa. Eliminan al Dinamo de Bucarest y al Rangers, pero sufren mucho contra el Liverpool.
Sí, fue un partido muy complicado. Nosotros llegábamos a la semifinal con una presión añadida porque la final se jugaba en Milán. Perdimos en Anfield (3-1) y le tuvimos que dar la vuelta a la eliminatoria en casa (0-3). Después de ese partido nos dimos cuenta de que podíamos volver a ser campeones de Europa.
Y así fue, aunque con más dificultades de las esperadas contra el Benfica.
Sí, ya no sólo por el equipo en sí, sino por las condiciones en las que se disputó el partido. El campo estaba muy mal, había llovido mucho y el balón corría muy poco. Yo creo que de no haber sido una final se habría suspendido. Fue muy difícil por esa razón. Y, además, ya digo, ellos tenían un buen equipo. Ganamos 1-0 y fue suficiente, porque la realidad es que tal y como estaba el terreno de juego, no pudimos hacer mucho más.
Dos finales ganadas y a la tercera, en la temporada 1966/67, caen contra el Celtic. ¿Qué ocurrió?
Se dieron varias circunstancias. Jair y yo no pudimos jugar porque estábamos lesionados, y eso lo notó mucho el equipo. Entonces, las plantillas eran más cortas y como mucho teníamos 18 ó 20 jugadores, y de éstos, cuatro o cinco eran canteranos. Eso sí, el Celtic hizo un gran partido. En realidad, perdimos la que a priori parecía la final más fácil de ganar. Así es el fútbol.
Hubo un tiempo en el que Italia fue el sitio donde todo el mundo quería venir
Dejando a un lado su carrera como jugador y hablando ya de la Champions como se la concibe hoy en día. En esta edición hay tan solo dos equipos italianos. ¿Qué ha ocurrido en el Calcio?
Hay varias razones: los jugadores que salen ahora no son tan buenos como los de hace años, la crisis ha castigado a los clubes económicamente y ya no se ficha a los mejores, como ocurría en otras épocas. Hubo un tiempo en el que Italia fue el sitio donde todo el mundo quería venir. Sin embargo, ahora los jugadores prefieren jugar en Inglaterra, Alemania o España.
Y los precios se han disparado respecto a su época.
Es una barbaridad lo que se paga ahora por los jugadores. No sabemos dónde se va a llegar. Los nuevos propietarios han invertido mucho y han cambiado el mapa futbolístico. Se están pagando cifras que no tienen razón de ser. Porque tú, por muy fuerte que seas económicamente, no puedes hacer frente a esos pagos salvo que alguien con mucha capacidad económica ponga dinero de su propio bolsillo. Se intentó solucionar el problema con esta cosa de la UEFA (el Fair Play financiero), pero los clubes se lo han saltado a la torera y lo van a seguir haciendo.
¿Ha perdido atractivo el fútbol con esa división cada vez más grande entre clubes ricos y pobres?
El problema de las competiciones es que dadas las diferencias económicas es bastante fácil imaginarse qué equipos van a estar peleando por el título antes de que empiece la competición. Es simple, los pequeños tienen menos músculo financiero que los grandes.
Jamás he visto a un entrenador ganar un título y Benítez no lo va a hacer solo. Los importante es tener buenos jugadores
Entre los favoritos, obviamente, están el Real Madrid y el Barça. Empezando por el primero. Usted ha visto cómo Rafa Benítez gestionaba el Nápoles. ¿Cree que es el entrenador idóneo para lidiar con el Bernabéu?
Yo no creo que lo importante en este caso sea el técnico. Jamás he visto a un entrenador ganar un título y Benítez no lo va a hacer solo. Lo importante es tener buenos jugadores y el Real Madrid los tiene. Por lo tanto, está entre los favoritos. Pero no porque el entrenador sea Benítez o Mourinho o el que sea, sino porque tiene un buen equipo.
Entre esos nuevos jugadores, esta temporada ha llegado Kovacic, al que usted conoce bien del Inter. ¿Qué se puede esperar de él en el Bernabéu?
Es un chico joven y con muy buenas cualidades técnicas, pero tiene que saber sufrir y trabajar si quiere llegar alto. Hay jugadores con un talento enorme que no lo saben aprovechar. Por lo tanto, depende de él. Está en un equipo fantástico, pero también tendrá que esperar su oportunidad porque tiene gente muy buena por delante. En cualquier caso, es un jugador muy interesante y con una enorme capacidad de mejora.
Ya hablando del otro gran favorito español, el Barcelona. Tiene a varios jugadores lesionados y hasta después de Navidades no puede alinear a Aleix Vidal y Arda Turan. ¿Le puede ocurrir lo mismo que a su Inter en la final contra el Celtic?
Ese es su gran problema y tendrán que gestionarlo de la mejor manera posible. Aun así, son favoritos de nuevo, aunque no los máximos favoritos. Yo creo que Bayern, Barcelona y Real Madrid estarán en semifinales casi seguro, y luego puede que se meta el PSG o el Chelsea, por aquello de que Mourinho sabe preparar muy bien este tipo de competiciones. Al que no veo a día de hoy es al City. Dicho esto, como el Barça puede fichar en invierno, podría ocurrir cualquier cosa. Y no hay que olvidarse de que lo importante no es como esté el equipo ahora, sino como llegue físicamente a las eliminatorias por el título.
En la última década entre Barcelona y Real Madrid han ganado cinco Champions. ¿Cómo resumiría esta época en una palabra?
La época de Messi y Ronaldo. Ellos dos han marcado las diferencias. Y esta temporada, salvo que aparezca alguien de un nivel similar, será igual.
Por último, ¿le debe Europa una final a Barça y Madrid?
Sería muy bonito ver una final española y además aquí en Milán, en mi casa. Ojalá y sea este año.