Minuto 23 de partido. Piqué se va al suelo y desmonta con la mano una clara acción de peligro del Villarreal en las inmediaciones del área del Barça. 0-1 en el marcador. El submarino amarillo aprieta.
El central catalán había sido sancionado con una tarjeta amarilla menos de diez minutos antes. Con la segunda cartulina, Piqué habría sido expulsado y el conjunto de Marcelino García Toral hubiera disfrutado de superioridad numérica. Para más inri, la roja se la llevó por protestar el entrenador del Villarreal. Si el colegiado hubiese echado a Piqué, el jugador del Barça se perdería el partido frente al Real Madrid.
Pedro J. Ramírez, director de EL ESPAÑOL, se hacía eco de la clara infracción no sancionada de Piqué y tuiteaba un artículo de este periódico en el que se resumía lo ocurrido.
Poco después de terminar el partido -empate a dos que no sentencia La Liga-, el jugador del Barça contestaba a Ramírez y le echaba en cara no mencionar la primera tarjeta que le sacó el árbitro, a sus ojos injusta.
Minutos después, Pedro J. Ramírez respondía a Gerard Piqué y, sin desvelar cuando, aseguraba haberse puesto la camiseta del Fútbol Club Barcelona en una ocasión.
El rifirrafe que enciende las redes sociales
Casi diez mil personas difundieron la conversación entre el futbolista del Barça y el director de EL ESPAÑOL, lo que llevó a varios medios de comunicación a hacerse eco del pique más comentado en las redes durante la tarde del domingo.