Es un placer realizar una entrevista y recibir algo más que monosílabos. Oriol Romeu tiene ganas de hablar y muestra que detrás de cada frase hay un razonamiento. Un conocedor de primera mano de Luis Enrique, Pep Guardiola, José Mourinho, Rafa Benítez… que no deja preguntas sin contestar y se muestra ambicioso en la pelea del Southampton por las plazas europeas.
El regreso a la Premier está siendo positivo. En verano había varios clubes interesados en usted, pero, ¿por qué Southampton? ¿Qué papel ha jugado el estilo de Koeman?
Tenía claro que quería volver a la Premier y el Southampton es un club atractivo. Desde fuera se ve como modesto, pero el crecimiento de sus últimos años y lo bien que hablan de la institución los jugadores que han pasado por aquí facilitaron mi decisión. Evidentemente, saber que estaba Koeman, un entrenador que apuesta por jugar bien con el balón, era un plus que ayudó a decidirme.
¿Qué le ha llamado la atención de Koeman como entrenador?
Me atrae mucho su gestión del vestuario. Ha conseguido que todos estemos concentrados, incluso cuando un jugador tiene menos minutos. Estamos intentando aprovechar nuestros minutos, pero cuando uno no juega se desea lo mejor al compañero. Es impresionante la unión de la plantilla y lo motivados que estamos todos. Eso, sumado al buen trabajo táctico que realiza, da resultados. Sabemos que Ronald quiere hacer rotaciones y adaptarse a cada rival. Por eso, todos luchamos por nuestra oportunidad. En ese aspecto su gestión es fantástica, sabe ponerse en la piel del jugador, comprenderle y hacerle sentir cómodo.
¿Ha hablado alguna vez con Koeman de su gol en Wembley? ¿Cómo es para un canterano culé estar a diario con el héroe de la primer Champions del club?
No lo hemos comentado nunca, pero muchas veces da vergüenza tener un entrenador que ha sido tan bueno. Cuando fallas un pase fácil, piensas "Ese balón no lo habría fallado Ronald en toda su carrera". La realidad es que en términos generales entiende al futbolista, da un mensaje claro y eso da tranquilidad a la plantilla.
Tiene 24 años y ya le han entrenado, además de Koeman, Luis Enrique, Pep Guardiola, José Mourinho, Rafa Benítez y André Villas-Boas. ¿Da vértigo pensarlo?
Si le digo que he sido muy afortunado, me quedo corto. Vértigo no, es una ilusión y un orgullo haber compartido más o menos tiempo con todos ellos, es genial. Creo que he aprendido de todos, de cada entrenamiento, de cada ejercicio. Por ejemplo, con Mourinho realizabas ciertas actividades que en el momento no entendías, pero luego cuando acababas pensabas por qué, qué sentido tenía eso, y comprendías la manera de pensar cada día de trabajo y te sentías muy afortunado. Cada entrenador tiene su estilo y por suerte he podido coincidir con grandes técnicos de los que he aprendido y me han hecho mejor.
Luis Enrique
¿Con cuál se quedaría? ¿Quién le ha influido más?
No soy nadie para elegir a uno sobre el resto, pero con Luis Enrique di el salto definitivo, fue el técnico decisivo para mi carrera. Evidentemente ayuda que coincidiéramos en la etapa donde un jugador da el salto al profesionalismo. Entrené a las órdenes de Luis Enrique dos años buenísimos en la cantera del Barça y, si tuviera que quedarme con algo, creo que la ambición que me enseñó es clave.
Eso explica mucho de su éxito actual. Luis Enrique te tenía siempre con ganas de seguir ganando, incluso en las buenas rachas. Eso es vital para prolongar dinámicas positivas. Está siempre concentrado en que no te relajes, te exige más pero te enseña a exigirte a ti mismo. Coincidí en una edad clave con él y ha sido trascendental para mi carrera.
Además, en un filial en Segunda que no podía ascender, pero compitió todo el campeonato y quedó tercero. ¿Cómo se gestiona mentalmente ganar y pelear sabiendo que se está en el techo?
Eso es Luis Enrique. Cuando estábamos en Segunda B, a falta de unas cinco jornadas teníamos el playoff asegurado. La primera plaza estaba casi imposible, pero la segunda estaba casi en el bolsillo. El ambiente era de tener parte del trabajo hecho. Entonces, Luis Enrique nos dijo: “Chavales, si ahora bajamos los brazos y nos dejamos llevar, en el playoff nos ventilarán a la primera”. No sé si fue sólo esa charla, pero se nos quedó grabada. Seguimos apretando y en el playoff pasamos las tres eliminatorias y ascendimos.
Lo mismo al año siguiente en Segunda. Como dice, no podíamos ascender y acabamos en puestos de ascenso. Conseguimos la salvación unas 10 jornadas antes del final y aun así nos mentalizó para seguir jugando y compitiendo. En el tramo final ganamos seis de las últimas 10 jornadas y muchas de esas victorias ante equipos que se jugaban la vida porque sí podían ascender.
¿Por qué no se valora tácticamente a Luis Enrique tanto como a otros?
Su discurso no es tan llamativo como el de otros técnicos y su forma de trabajo es más hermética. No le gusta que se conozcan cosas internas y por eso es más difícil que se le valore como se merece de puertas a fuera. Luis Enrique trabaja en privado y no permite que se hagan públicas cuestiones internas. Creo que no hace falta que se conozca todo su trabajo para ver lo bueno que es, sus éxitos hablan por sí solos. Lo que he vivido con él ha sido una maravilla.
No hubo jugadores de aquel Barça B que tuvieran continuidad en el primer equipo pese al buen rendimiento en Segunda B y Segunda. Únicamente Thiago y Bartra contaron con minutos y eso llama la atención en un club con tanta apuesta por el filial.
No es fácil llegar al primer equipo. En el Barça están los mejores de los mejores y dependes de muchas variables para tener la oportunidad. La principal y que no se suele dar es que las fortalezas del filial no siempre coinciden con las debilidades del primer equipo. Es difícil entrar, y cuando llaman otros equipos y te ofrecen condiciones que el Barça no puede igualar tienes que probar suerte fuera. Entrar en el primer equipo no es sencillo, pero es lógico. Cada caso es un mundo, tampoco se puede generalizar.
¿Se esperaba el éxito de Luis Enrique?
No voy a ir de adivino porque no me gusta, pero siempre he tenido fe. Es más, el Barça tenía que haberle firmado antes. Luis Enrique tiene ADN Barça, entiende cómo es la institución y cómo se quiere jugar. Sí, tenía claro que iba a cuajar.
El salto al Chelsea
Tras esa temporada en Segunda, dejó su casa e hizo las maletas a Londres. Llegó como petición expresa de André Villas-Boas para su Chelsea.
Fue un sueño verme en el primer nivel, jugando y conviviendo con futbolistas a los que siempre admiré. Fue una etapa de aprendizaje enorme y siempre tendré en cuenta la importancia de André Villas-Boas por permitirme jugar en contextos para los que no pensé que estuviera preparado. Pero el futbolista también es algo más que minutos de juego: el valor de compartir vestuario con grandísimos futbolistas y profesionales como Terry, Lampard, Drogba o Cech. Fue importante ver a diario a esas figuras y ver el hambre que tienen a su edad, no sólo por cuidarse sino por seguir mejorando constantemente. Eso a un futbolista de 20 años le marca.
Y ver su implicación con el grupo. Cuando llegué, Mata y yo éramos nuevos y John Terry ejerció de capitán desde el primer momento. Nos saludó, nos dio su teléfono y nos dijo que para lo que quisiéramos. Evidentemente, acabas haciendo más relación con los españoles, pero siempre me quedaré con el ejemplo de líder de John Terry. Me acuerdo que en algún momento de estar peor por contar menos o tener alguna lesión seria era el primero que se acercaba, te preguntaba cómo ibas y se interesaba. Con lo que ha ganado no tenía ninguna necesidad de involucrarse tanto, pero ese carácter te deja claro lo que es un capitán y un líder en el vestuario.
¿Cómo fueron esos meses en los que dejó de contar cuando llegó Roberto Di Matteo?
Es un aprendizaje constante, pero no son situaciones sencillas. Estás en el entrenamiento y te notas que no eres capaz de dar el 100% de ti porque no tienes ritmo de partido. “Antes eso me salía”, “Me cuesta mucho más este ejercicio” y ese tipo de pensamientos. También es importante superar ese tipo de etapas para que cuando salgas tengas autoestima y confianza y cuando vuelvas a una situación similar sepas que si lo has superado una vez no hay motivo para no hacerlo otra vez.
Y cuando superó esa etapa y llegó Rafa Benítez, volvió a tener minutos y a ser importante, pero tuvo la lesión de rodilla.
Siempre que pienso en ese tiempo me veo como que era un futbolista muy maduro para mi edad. Sí, lesión larga y complicada, pero tocaba mantener la cabeza arriba y volver mejor. No lo podría haber conseguido sin el gran equipo de profesionales que tenía el Chelsea. En el momento de la lesión te lamentas, pero se necesita ser positivo en esos momentos.
Fútbol inglés. Ventajas y defectos
Tras esa temporada, empezaron las cesiones (a Valencia y Stuttgart), pero volvió a la Premier. ¿Por qué Inglaterra?
Es la liga que más me ha hecho disfrutar. Es importante ser feliz para rendir más y además, culturalmente, su manera de vivir el fútbol me hace estar cómodo. Valoran el esfuerzo y son agresivos, creo que encaja conmigo.
¿Qué da el futbolista español en la Premier?
La calidad. Es un choque cultural, el jugador español da una calma que aquí no se concibe y es más difícil de lo que parece. Mira cómo gestionan el tempo del partido Silva o Mata, eso les hace ser distintos a los demás y que se les valore. Además, creo que el jugador español tiene una ética de trabajo muy fuerte y exigente.
¿Cómo es esa adaptación a un fútbol sin pausa?
Adaptarse a este fútbol puede ser muy difícil a veces. Hay situaciones en las que debes mirar al resto y pedir calma, porque a ese ritmo no se puede, estás obsesionado en crear peligro pero te vuelves loco. Es también parte de la cultura. Mire, cuando recupero un balón y los aficionados gritan, te empujan a salir y las piernas se van para arriba. Otra situación peculiar es cuando coges un balón en la frontal. En cada país es distinto, en la Premier te sale instintivo el chut, pero en otras ligas no habría dudado en coger ese balón y pasar. Esa lucha interna por no perder el control es una parte bonita de la Premier.
La Premier League es una de las competiciones más importantes, pero, ¿por qué les cuesta tanto a sus equipos en Europa? El Manchester United eliminado de Champions, el Tottenham arrollado por el Borussia Dortmund o el propio Southampton eliminado en la previa de Europa League. ¿A qué se debe?
Es la gran incógnita. Si comparas plantillas, presupuestos y estrellas, no hay una respuesta clara. No quiero comparar niveles con otras ligas, pero sí es cierto que si un equipo Premier se enfrenta a cualquier conjunto que no sea de España o de los top de Inglaterra o Alemania, debería ganar, pero es común ver que hay sorpresas. Hemos visto a este United perder contra el PSV, al City sufrir en los últimos años, al Arsenal con problemas en Europa… Esa manera alocada de jugar en la Premier penaliza mucho cuando sales fuera. Entre ellos es más similar, pero en otras ligas se prioriza el orden táctico y eso crea problemas. Evidentemente no todo es cuestión de riqueza táctica, la acumulación de partidos en pocas semanas hacen que el calendario lo complique todo. No sé si existe un motivo exacto pero es cuanto menos curioso.
Igual el Southampton de Koeman es otro de esos equipos ingleses que abogan por la riqueza táctica, que es lo que busca el Manchester City con Pep Guardiola.
Es que ese camino no es nuevo. Fíjese en Pochettino, está optando al título con el Tottenham después de tener éxito en el Southampton. Un cambio que ahora sigue Koeman: organización, fortaleza defensiva y libertad en ataque sin descuidarse atrás. Eso en la Premier asegura puntos. Aquí es frecuente ver partidos en los que tras tres contras los equipos se parten, dejan dos o tres defensas contras tres delanteros rápidos. Si consiguen dar un mínimo de orden a esos momentos locos, tienes mucho ganado. Lo que hablábamos del fútbol europeo se ve ahí, fuera son más sensatos y hace daño a la Premier. Por eso es normal que los equipos que optan a la Champions se adapten como hace el City.
¿Funcionará Pep?
Como ya le he dicho, no me gusta ir de adivino, pero por su estilo de juego, manera de trabajar y perfeccionamiento constante de sus equipos, creo que es un acierto ficharle. Guardiola lo hará bien en el City.
Un modelo con el que André Villas-Boas intentó ciertos paralelismos. ¿Por qué él no funcionó en el Chelsea?
Tengo un grandísimo recuerdo de André. Se preocupaba muchísimo por el futbolista fuera del campo y le daba libertad dentro. En su contra jugó que era una época convulsa en el Chelsea y que gestionar un vestuario grande es difícil. Creo que acabará de vuelta en un grande.
Southampton
¿Y a Ronald Koeman le ve capacitado para un grande? Se hablaba del United hace unas semanas.
Por suspuesto. Sabe gestionar un vestuario de forma que incluso los que cuentan con menos minutos están concentrados e implicados, y eso en un grande vale doble. Además, sabe comprender al futbolista.
Además de Ronald Koeman, ¿quién le ha sorprendido gratamente en el Southampton?
Si tuviera que elegir un nombre, el más espectacular sin duda es Sadio Mané, rapidísimo y muy vertical. Pero también me gustaría destacar a nuestros centrales, Van Dijk y Fonte, y a nuestro portero, Fraser Forster.
Precisamente desde el regreso tras lesión de Forster, los resultados han mejorado y ha ganado el premio a Mejor Futbolista del Mes en la Premier.
No me extraña, está inmenso. En casa del Arsenal paró todo, pero además de esas paradas espectaculares hay que destacar la cantidad de balones que atrapa en centros laterales. En la Premier los rivales te molestan mucho en esas acciones y los árbitros permiten mucho. Atrapa todo y crees que la mayoría son balones fáciles, pero cuando ves al resto no es así. Mide dos metros y es muy ágil.
¿Qué sensaciones tiene para lo que queda de temporada? Empezaron algo irregulares y ahora optan a puestos europeos.
Se vive con mucha ilusión. Estar optando a Europa a estas alturas es que hemos hecho las cosas bien. Antes de los buenos resultados recientes el equipo tenía dudas y la posición en la tabla era mucho peor. Ahora mismo la moral y la confianza están a tope, y tal y como está la Premier en cuanto encarrilas dos o tres victorias te metes muy arriba, aunque sabemos que es complicado.
Además, el equipo ha demostrado que puede hacer daño. Han ganado en Old Trafford y empatado en el Emirates en los últimos meses.
Cuando hemos tenido buenas dinámicas de resultados se ha visto nuestro mejor fútbol y cuando estamos así podemos ganar a cualquiera o, por lo menos, plantar cara.
Entonces, ¿objetivo final para esta temporada?
No pongo ninguno. Estamos contentos, pero quedan muchas jornadas, está todo muy igualado y la concentración del calendario también influye mucho. Tenemos que ir semana a semana, trabajando, y ya veremos.