La Premier League de los gigantes e históricos ha claudicado ante los foxes de Claudio Ranieri. El club que el año pasado luchó para evitar el descenso y finalizó exitosamente en el 14º lugar ha dado un vuelco a la clasificación. En el resto del mundo se preguntan si podrán presenciar un milagro tan llamativo como este del Leicester. Y España, ¿podrían Eibar o Granada ganar la liga? Parece más difícil aún.
Cuál es la fórmula del Leicester
Los foxes celebraban hace nueve años su título en tercera división y ahora hacen lo propio en la cima del fútbol británico. Desde la llegada de Vichai Srivaddhanaprabha, el empresario tailandés ha invertido más de 83 millones de euros en la construcción de las plantillas que le han llevado hasta el título.
No parece probable que en España un equipo cuente con un apoyo económico tan importante. Además hay que contabilizar que lo primero que hizo el dueño fue sanear una deuda de 100 millones de libras. Cifras que por supuesto parecen lejanas de la realidad de cualquier liga que no sea la Premier League.
Aun así hay que hablar del Leicester como un milagro comparado con el resto de equipos y plantillas, tanto por coste de los fichajes como por salarios está entre los clubes que menos invierte: 61 millones de libras en los fichajes y más de 48 en los sueldos. ¿Cómo puede el 14º de la Premier League permitirse un desembolso de 40 millones de euros en los últimos dos mercados de fichajes?
Los repartos televisivos
No es un debate nuevo ni poco utilizado pero la televisión es lo que marca la diferencia en la economía de la Premier League. En los últimos años se han sucedido los acuerdos al alza y si el que estaba en vigor ya marcaba la diferencia, el que llega para los próximos tres años batirá todos los récords. Sólo con el dinero que llega por la emisión en Reino Unido, la Premier League superará los 5.000 millones de libras y a eso hay que sumar el impresionante crecimiento de su valía de sus derechos en el extranjero (3.200 millones).
Una cantidad de dinero que además cuenta con un reparto equitativo que asegura unos ingresos mínimos permitiendo que cuentos de hadas como el del Leicester sean más probables en el fútbol inglés. La diferencia entre los primeros y los últimos no son tan sangrantes como en el resto de las grandes ligas, por eso el Leicester puede fichar a Okazaki por más de 10 millones de euros. Si el Leicester fuera español se habría contentado con una cesión de un canterano de un grande.
Una realidad muy distinta que se refleja en dos datos: en España, el primero percibe 290% respecto al tercer clasificado; en Inglaterra ese porcentaje sólo es 103%, es decir, un 3% más. Unas cifras que si comparamos con la parte baja explican por qué en nuestra liga es imposible que se origine un Leicester: el campeón de España recibe 7,7 veces la cantidad que recibe el colista; en la Premier es 1,57; es decir lejos del doble.
Motivos futbolísticos
No todo se entiende con el dinero. El sueño del Leicester muestra lo que se evidencia en Europa: el fútbol inglés es muy emocionante pero tácticamente está por debajo del resto de ligas. El estilo tan alegre y ofensivo que impera en sus partidos ayuda: muchos desajustes de marcas, más velocidad y contraataques con la defensa descolocada… Pero sobre todo es la adaptación al rival.
En la Premier los equipos no acostumbran a variar sus esquemas de manera significativa mientras que en España los rivales se adaptan más a las virtudes y defectos de cada uno. En la Premier es más fácil ver a los rivales prepararse más específicamente para defender a Andy Carroll que a toda la estructura del Leicester y eso que la idea y ejecución de los de Ranieri ha mantenido su esencia desde el día 1 casi sin ajustes.
Noticias relacionadas
- El Leicester se proclama campeón de la Premier League y su sueño se hace realidad
- Quién es quién en el milagro del Leicester City
- Claudio Ranieri, el escritor incompleto con un best seller
- Los otros grandes ejemplos en los que se fijó el Leicester
- La locura de los jugadores del Leicester en casa de Vardy
- Las imágenes de la fiesta del Leicester