Leo Messi no sabía nada. El futbolista del Barça se ha mantenido este jueves en el guión previsto durante su declaración en el juicio por fraude fiscal y ha insistido en su estrategia de defensa: él no controlaba el dinero y tampoco se acuerda de algunas cosas que le ha preguntado la fiscal porque ya ha pasado mucho tiempo. El futbolista ha echado balones fuera y se ha desmarcado de cualquier decisión respecto a la gestión de sus derechos de imagen. Según el crack argentino, toda la responsabilidad recaía en su padre, Jorge Messi, que a su vez ha asegurado que era una persona inexperta en gestiones fiscales.
Tanto el jugador como su padre están acusados de defraudar 4,1 millones a Hacienda en las declaraciones del IRPF de entre 2007 y 2009. Los Messi ya reconocieron que el fraude existió y devolvieron lo evadido junto al pago de una multa, pero durante este juicio se intenta resolver si tanto el jugador como su padre incurrieron en alguna responsabilidad penal. La Fiscalía considera que Messi no tuvo ninguna responsabilidad en las gestiones y acusa sólo a Jorge Messi, para el que pide año y medio de cárcel. La Abogacía del Estado, no obstante, pide un año y nueve meses de cárcel tanto para el jugador como para el padre: siete meses por cada uno de los tres delitos.
“No tenía ni idea de nada”
“Yo me dedicaba a jugar al fútbol. Firmaba porque confiaba en mi papá y mis abogados. No tenía ni idea de nada”, ha respondido Messi a las preguntas de la Fiscalía. El jugador ha declarado en el juicio pasadas las 13 horas y después de aguantar estoicamente una larga declaración de los peritos que ha durado más de dos horas. Durante este tiempo se ha podido ver al futbolista cada vez más inquieto y peor sentado. Cuando ya llevaba un par de horas en la silla, Messi ya no sabía cómo ponerse.
La declaración del astro blaugrana ha sido escueta. Apenas ha durado 15 minutos y ha sido una continua repetición de “yo no sabía”, “no me acuerdo” o “firmaba porque mi papá me lo decía”. Messi ha evitado responder a las preguntas de la Abogacía del Estado -única acusación que solicita penas de cárcel para el jugador- y se ha limitado a contestar a la Fiscalía y a unas pocas preguntas de su defensa. El futbolista ha llegado a afirmar que no era consciente de ser el administrador de la empresa Jenbril a pesar de constar su firma en la documentación. “Los firmé porque en ningún momento se me pasó por la cabeza que mi papá me fuera a engañar”, ha asegurado. “Firmaba porque él me lo decía”.
Messi también ha negado ser consciente de que se usaran dos sociedades en paraísos fiscales para evitar pagar los impuestos de sus derechos de imagen. “Sabía que firmábamos acuerdos con patrocinadores y que yo a cambio tenía que hacer anuncios y fotos, pero no sabía donde iba el dinero”, ha insistido el blaugrana.
El “chino básico” Jorge Messi
Si la táctica de Leo ha sido descargar toda la responsabilidad en su padre, Jorge Messi ha intentado mostrarse como una persona poco instruida en el manejo de tributos y sociedades. “Yo de esto sé chino básico”, ha explicado a la fiscal. “No entiendo nada de estas cosas”.
El padre del jugador tampoco ha querido responder a la Abogacía del Estado y sólo ha contestado a la Fiscalía y a su abogado. “Desde que llegamos a Barcelona en 2001 que siempre intenté facilitarle la vida”, ha explicado el padre del futbolista. “Llegó un momento en que vimos que necesitábamos a alguien para que nos guiara en todo el tema legal y fiscal”.
Jorge Messi ha insistido en todo momento en que siempre actuó recomendado por el bufete Juárez, al que acudió por recomendación de Josep Minguella (considerado el descubridor del astro argentino). “Yo les llamaba de vez en cuando para saber cómo iban las cosas y nada mas”, ha respondido. “Yo de esto, la verdad, no entiendo”.
El Palacio de Justicia, paralizado
La declaración de Messi ante la sección octava de la Audiencia de Barcelona ha paralizado el Palacio de Justicia este jueves. Los tribunales se han rodeado de grandes medidas de seguridad y han contado con un número inusual de periodistas. Durante estos días se han tenido que habilitar dos salas extra para los informadores en las que no cabía un alfiler.
El jugador del Barça ha llegado sobre las 10:15 en una furgoneta gris con los cristales tintados. Le acompañaban en el vehículo su padre Jorge, su hermano Rodrigo, el mánager del Barça Pepe Costa y varios guardaespaldas. Josep Vives, el portavoz del Barça, le esperaba en la puerta de la Audiencia de Barcelona. El jugador ha recorrido los escasos 10 metros que van desde la furgoneta hasta los juzgados con aire tranquilo, cabizbajo y sin hacer ninguna declaración a los medios. Algunos ciudadanos presentes le han insultado mientras que otros lo han vitoreado.
Sobre las 14:30 el jugador ha salido de los juzgados y esta vez ya eran unas cien personas las que aguardaban su salida. La mayoría de los concentrados ha lanzado gritos de apoyo al futbolista, que se ha metido rápidamente en la misma furgoneta en la que llegó.
Se espera que la última sesión del juicio se celebre este viernes. Será el turno para los informes finales así como las últimas palabras de los acusados. Tanto Leo como su padre han anunciado que renunciarán a su último turno de palabra para poder ausentarse de la sesión de mañana.