Los aficionados están locos por una final Brasil-Argentina en el torneo de fútbol masculino de Río 2016. Los medios de comunicación buscan el titular perfecto y la organización se frota las manos; pero la vida no está fácil para nadie y el plan se ha comenzado a torcer desde el principio. Sobre todo para Argentina. Sobre todo para Gerónimo Rulli.
La cantada de Rulli es lo que le faltaba a la selección argentina, tras sufrir de lo lindo para poder juntar jugadores de cara a la cita olímpica (los equipos no se los cedían a la AFA, que es un caos), y tras la tristeza infinita de la segunda final consecutiva perdida en los penaltis contra Chile en Copa América.
Comenzó la primera jornada con Brasil estrenando su gran reto en Brasilia con Neymar, Gabriel Jesus, Gabriel Barbosa y Renato Augusto juntos, lo cual es una buena declaración de intenciones de Rogélio Micale. También se pudo ver media hora sobre el césped a otros dos jugadores que relajan la vista: “nuestro” Rafinha Alcântara y Luan, que es todo delicadeza. Sin embargo, el gol se escapó calle abajo y ni entre todos lograron atraparle.
El rival, que quedaba al otro lado del campo, se hacía llamar Suráfrica, y también participa en estas Olimpiadas. Se defendió con trece hombres, que fueron los que tuvieron la oportunidad de participar del entuerto. El anfitrión intentó aterrorizar al incómodo visitante desde la frontal del área, sobre todo al final del primer tiempo. Probaron suerte Neymar y Felipe Anderson, sin puntería. A la vuelta del vestuario, entonces sí, la canarinha trató de conseguirlo desde todos los ángulos. Renato Augusto y Gabriel Jesús lucían cara de preocupación. Gabriel Barbosa, Gabigol, se desesperaba.
La selección brasileña, en definitiva, se estrelló ante Itumelen Khune, guardameta surafricano, pero a pesar del 0-0 definitivo desplegó una avalancha de ocasiones notable, bien promovida por el capitán Neymar, que debería servir en otros encuentros. Solo dos o tres sustos habitualmente encabezados por Keagan Dolly y Lebo Mothiba removieron en la butaca a la hinchada local. El mal sabor de boca, y eso fue un alivio, se quedó solo en agridulce ya que todos sumaron 1 punto en la primera jornada del grupo A, y siguen en el mismo punto de salida.
Más sonado fue el batacazo de Argentina (2-0 frente a Portugal). Dejar a Giovani Lo Celso en el banquillo no fue para nada una buena declaración de intenciones del Vasco Olarticoechea en Argentina. Tampoco contó de inicio con Gio Simeone ni con el revoltoso Pavón. La paciencia de esta fase de construcción les dio tiempo y abrigo, pero el destino final era un grave pinchazo del que les va a costar recuperarse. Portugal no les perdonó, con garrafal error de Rulli incluido, que puede arrasarlo moralmente en lo que queda de campeonato.
Confió el seleccionador albiceleste en las diabluras de Correa, Calleri y Espinoza, y tras el fiasco no tuvo ningún problema en señalar en rueda de prensa a uno de sus mejores jugadores (no precisamente al portero, que pudo hacer más en el gol de Paciencia y se tragó por completo el de Pite a falta de 5 minutos): “Factor importante Correa, que al perder muchas pelotas se nos venían de contra. Hay que corregir, hay que mejorar, es un gran jugador”.
Rozaron el gol el propio Correa, Gómez (campeón argentino con Lanús, más cerca del área que de costumbre), Calleri y, al final del choque, el Cholito Simeone, pero ayer no tocaba y este torneo olímpico reúne una calidad gigantesca. De perdonar cantadas como la de Rulli, ni hablamos. Ahora a Argentina le llegan dos finales, la primera ante Argelia y la definitiva ante Honduras. El primer puesto del grupo, ese que le aseguraría no cruzarse con Brasil hasta la final, ya está lejos.
En el México-Alemania del Grupo C, un partido por todo lo alto disputado en Salvador, se enfrentaban dos de los aspirantes y el choque terminó en tablas, 2-2. Oribe Peralta, bigoleador en la última final olímpica, retomó la faena donde la había dejado, como si hubiera sido de viernes para lunes, y adelantó a su equipo ante la poderosa escuadra europea. Ambas selecciones demostraron a su rivales que será necesaria una buena caja de herramientas para desmontar su estructura.
El Suecia-Colombia del Grupo B, en Manaus, en pleno Amazonas, también acabó en 2-2, demostrando el campeón de Europa sub-21, con un primer gol enorme de Mikael Ishak, que también está listo para la acción.
Los resultados que completaron la primera jornada de este torneo olímpico de fútbol masculino dejaron el Irak 0-0 Dinamarca (Grupo A); y la lluvia de goles en el resto: Nigeria 5-4 Japón (Grupo B), Fiyi 0-8 Corea del Sur (Grupo C) y Honduras 3-2 Argelia (Grupo D). 32 goles en 8 partidos. Esperanzadora puesta en marcha del campeonato.