Casualidad o no, lo cierto es que las rotaciones no le sientan bien al FC Barcelona desde que Luis Enrique ocupa el banquillo. Tras perder ante el Alavés este sábado en el Camp Nou (1-2), ya van tres derrotas al renovar el once tras el parón de selecciones o de Navidad.
Sin duda, la bestia negra de estos dos años en los que Luis Enrique lleva al frente del equipo, ha sido la Real Sociedad. El primer partido en el que el técnico revolucionó el once fue en Anoeta, en enero de 2015, justo después del parón de invierno.
Messi, Neymar y Alves habían prolongado sus vacaciones y apenas tuvieron tiempo de entrenarse antes del partido, por lo que Luis Enrique no contó con ellos. ¿El resultado? Una derrota por 1-0 que casi le cuesta el puesto al técnico.
Por entonces, el debate en el Camp Nou era si había una guerra abierta entre Leo Messi y Luis Enrique, que acabaría con Zubizarreta y Puyol fuera del club. El tiempo daría la razón al asturiano. Pero entonces se criticó ampliamente la presencia en el once de hombres como Munir, Pedro o Montoya.
La temporada pasada, tras perder el Clásico en el Camp Nou ante el Real Madrid (1-2), Luis Enrique decidió rotar de cara a la visita a Anoeta de la semana siguiente. En aquel partido, sin Luis Suárez, Iniesta, Rakitic ni Jordi Alba, el Barça volvió a caer por 1-0.
Con todo por decidir en la liga y en Europa, el resultado volvió a sembrar las dudas sobre los métodos del asturiano, que decidió incluir en el once a hombres como Sergi Roberto (de lateral izquierdo), Arda Turan, Rafinha o Munir.
Ante el Alavés, Luis Enrique decidió tirar de rotaciones de nuevo e incluyó a dos jugadores fichados a última hora (Cillessen y Alcácer) en un revolucionario once sin Messi o Luis Suárez. Y volvió a salirle el tiro por la culata.