En un fútbol sin dirigentes claros, sin salud económica y con una selección humillada en Brasil la semana pasada, el partido de este martes en Colombia podía ser la antesala de una explosión sin precedentes. Argentina ganó con brillantez a los 'cafeteros', pero dio igual: no hubo reconciliación.
La selección albiceleste, encabezada por Lionel Messi, anunció tras el encuentro que sus jugadores dejarán de hablar con la prensa local por las fuertes críticas recibidas y porque un periodista radiofónico, Gabriel Anello, acusó al delantero Ezequiel Lavezzi de consumir marihuana en la concentración antes del partido contra Colombia (motivo por el que, según el reportero, ni siquiera estuvo en el banquillo en el estadio de San Juan).
"Preferimos dar la cara antes de mandar un comunicado. Estamos acá para comunicarles que hemos tomado la decisión de no hablar más con la prensa", dijo Messi, capitán y portavoz, acompañado por sus 24 compañeros, tras el rotundo 3-0 ante Colombia."Recibimos muchas acusaciones, muchas faltas de respeto y nunca dijimos nada. La acusación que le hicieron al 'Pocho' [Lavezzi] es muy grave. Si no salimos a decir nada, se cree que es así; mucha gente cree todo lo que se dice. Lamentamos mucho que tenga que ser así, pero no nos queda otra", agregó.
Lavezzi anunció a través de su cuenta de Twitter que emprenderá acciones legales contra un periodista que en las últimas horas afirmó que había consumido marihuana en plena concentración del seleccionado.
El tuit polémico había sido este:
"Sabemos que hay muchos de ustedes que no están en ese juego de faltarnos el respeto", continúa el comunicado de la selección. "Podemos perder o ganar, podéis opinar de lo que hacemos adentro de la cancha, pero meterse en la vida personal de uno y hacer estas acusaciones es muy grave", dijo Messi."Nos van a seguir matando, van a seguir diciendo un millón de cosas como vienen diciendo, pero no vamos a ser partícipes de eso", concluyó: una resaca paradójica para un partido magnífico de Argentina (goles de Messi, Pratto y Di María, los dos últimos con asistencia del mejor futbolista del mundo, que completó una actuación memorable).