¿Quiere Álvaro Morata marcharse del Real Madrid? Sí. ¿Quiere el Real Madrid que Álvaro Morata se vaya? También, aunque con la boca pequeña. El conjunto de Concha Espina no se ha manifestado públicamente sobre la situación del canterano, ni lo hará, pero lo cierto es que el delantero tiene la llave no sólo del fichaje de Kilian Mbappe, sino que es la primera pieza de un efecto dominó sin la que el mercado de fichajes, al menos el que afecta al Real Madrid, no se moverá lo más mínimo.
90 millones. Ni un euro menos. Esa fue la propuesta inicial del Real Madrid al interés del Manchester United por Morata. Las negociaciones avanzaron a buen ritmo e incluso se llegó a filtrar un principio de acuerdo entre el conjunto que dirige José Mourinho y el que fuera jugador de la Juventus de Turín. Es más, el fichaje se daba por hecho, sumando un buen puñado de euros a las arcas del conjunto que preside Florentino Pérez y liberando una plaza fundamental en el frente de ataque blanco ante la previsible llegada de Mbappe.
Las viejas rencillas con el United
Un fichaje que en menos de 24 horas pasó de estar hecho a romperse en mil pedazos. El United anunció la noche del jueves la contratación del delantero belga Romelu Lukaku. Revisión médica y 85 millones al Everton -su traspaso más caro de todos los tiempos, además de la posibilidad de lograr el regreso de Wayne Rooney a la que fuera su casa ante la falta de aprecio de Mourinho por el capitán del conjunto mancuniano-. Una decisión que deja a Álvaro Morata en el alero, obligado a incorporarse a los entrenamientos del conjunto blanco este mismo lunes y que reaviva las rencillas entre Real Madrid y Manchester United.
Para muchos es inevitable unir la decisión del conjunto inglés de cambiar a Morata por Lukaku del fichaje frustrado de David de Gea por el Real Madrid. La noche que Keylor Navas esperó en el avión en la base de Torrejón mientras se cerraban los flecos de la incorporación del portero español al conjunto blanco, las relaciones institucionales entre clubes se resquebrajaron hasta los cimientos. Aquel día se sembró la semilla de algo que, quizás, ha resultado en la jugada en la que Morata es el convidado de piedra y víctima colateral.
Ausente en su luna de miel en Cerdeña, el delantero madrileño, sin embargo, guarda un as en la manga: el interés del Chelsea de Antonio Conte. Una vez Lukaku ha salido del mercado y en Mbappe ha confesado en la portada del diario Marca que sólo quiere ir al Real Madrid, los blues son la mejor jugada para el español que, sin embargo, también tendrá oposición. La rumorología sitúa al Gallo Andrea Belloti como la otra gran opción del conjunto londinense, aunque también suenan los nombres del argentino Mauro Icardi, el alemán Timo Werner e incluso el mexicano Chicharito Hernández para recalar en Stamford Bridge.
La opción es tan buena como la intención del Real Madrid de no malvender a una de las joyas de su cantera. Si bien el conjunto blanco ha pedido 90 millones por Morata, también ha rechazado ofertas de hasta 75 millones por el delantero, lo que sitúa la puja de los nueves en unas cifras exorbitantes que reducen considerablemente el número de clubes capaces de entrar en la puja. Por ello se torna fundamental la situación de James Rodríguez. Aligerar la plantilla y conseguir ingresos podría abaratar el precio del delantero español y desbloquear la situación.
El Mundial de Rusia 2018
Morata, que disputó la pasada temporada 43 partidos entre Liga, Copa del Rey y Champions League, marcó un total de 20 goles, con una media de un gol por cada 94 minutos disputados. Cifras que unidas a su rendimiento en la Juventus, con quien marcó en cuartos, semifinales y final de la Liga de Campeones 2015-2016 le sitúan como uno de los grandes delanteros jóvenes de Europa. De ahí su ambición y el pensamiento de que necesita salir del Real Madrid a pesar de haber conquistado el doblete esta temporada a las órdenes de Zinedine Zidane.
Precisamente el técnico francés parece uno de los grandes inconvenientes para que el delantero siga en Chamartín, aunque su gran obsesión sería el Mundial de Rusia 2018. Para Morata, seguir en el conjunto blanco es poner en riesgo su presencia con la selección absoluta y la de Rusia es una cita a la que el delantero no quiere renunciar bajo ningún concepto, aunque por ahora tendrá que seguir a las órdenes de Zidane y esperar acontecimientos. Antonio Conte es su esperanza.