Cristiano Ronaldo salió en la segunda parte para revolucionar el partido y para sembrar una polémica que puede traer cola. En el minuto 82 fue expulsado al ver la segunda amarilla por simular un penalti. Hasta aquí todo dentro de lo normal en los clásicos, sin embargo, la reacción del astro portugués es la que puede salirle cara.
Cristiano mostró su disconformidad con la decisión empujando al árbitro, Ricardo de Burgos Bengoetxea, que muestra una falta de respeto a su autoridad y así se ha reflejado en el acta del partido.
El arbitro relató así lo sucedido: "Una vez mostrada la tarjeta roja, dicho jugador me empujó levemente en señal de disconformidad", señala en el acta.
Según el código disciplinario de la Federación, Cristiano Ronaldo podría ser suspendido entre cuatro y 12 partidos, como señala el artículo 96: "Agarrar, empujar o zarandear, o producirse, en general, mediante otras actitudes hacia los árbitros que, por sólo ser levemente violentas, no acrediten ánimo agresivo por parte del agente, se sancionará con suspensión de cuatro a 12 partidos". El Comité tiene que decidir ahora con cuántos partidos sanciona.
Los precedentes de Messi, Simeone y Livaja
El astro argentino protagonizó una acción similar a la de Ronaldo también en un Clásico, allá por el curso 2008-2009. Fue nada más y nada menos que en el histórico 2-6 en el Bernabéu. Se disponía a escaparse hasta la portería rival cuando el colegiado del partido, Undiano Mallenco, le estorbó en la arrancada. El árbitro señaló falta de Messi sobre Raúl y el primero reaccionó empujando a Undiano. Sin embargo, su acción no fue amonestada ni recogida en el acta del encuentro, por lo que Messi no fue sancionado.
Sí lo fue el entrenador del Atlético de Madrid, Diego Pablo Simeone, tras protestar y propinar hasta dos collejas al cuarto árbitro de la vuelta, precisamente, de la final de la Supercopa de España de 2014. El técnico argentino estuvo fuera del banquillo rojiblanco ocho partidos: cuatro por las collejas, dos por haber sido expulsado, uno por situarse de forma incorrecta en la grada y un último debido a su "conducta contraria al buen orden deportivo".
Otro caso reseñable, que ocurrió en la última edición de La Liga, lo protagonizó Livaja. El delantero del Las Palmas empujó al colegiado del partido que midió a su equipo contra el Alavés en la 33ª jornada al expulsarle con roja directa por una entrada dura sobre Marcos Llorente. Le cayeron cinco partidos por la reacción que tuvo con el árbitro, Munuera Montero, y la expulsión.
¿Podría recurrir Cristiano la segunda amarilla?
Sí, pero parece bastante complicado que el recurso prospere. El Comité de Competición lo tiene bien claro dado lo que apunta el Código Disciplinario de la RFEF: "Las apreciaciones arbitrales referentes a la disciplina deportiva basadas en hechos relacionados con el juego son definitivas y se presumen ciertas, obligando a quien las impugna a hacer quebrar su interina certeza con una prueba excluyente y rotunda, que ponga de manifiesto un claro error arbitral, ya sea por la inexistencia del hecho reflejado en el acta o la patente arbitrariedad de la misma".
¿Y qué ocurre con la hipotética sanción por empujar al árbitro? Que Cristiano, con casi total seguridad, tendrá que afrontarla. Y, como hemos visto, lo más seguro es que lo haga sin librarse de la segunda amarilla de la ida supercopera.
Indignación en el Madrid con la actuación arbitral
Según informa MARCA, los jugadores del club blanco no están nada contentos con la actuación de De Burgos Bengoetxea en el partido de este domingo. "Esto se repite aquí (el Camp Nou) en cada partido que jugamos, pero lo de esta noche no tiene nombre, supera todo con creces", reconoció un peso pesado del Madrid al diario deportivo.
Incluso en las celebraciones de algunos de los goles quedó patente la indignación de los visitantes con el árbitro: en una de ellas, Carvajal llegó a gritar "¡Pita otro penalti!", en referencia al que significó el 1-1 en el marcador. En cuatro de los cinco últimos Clásicos, los hombres de Zidane han terminado con un hombre menos sobre el terreno de juego. Tampoco gustó nada la actitud de Luis Suárez, considerada poco deportiva y desencadenante del descontrol arbitral.