Amanda Sampedro: "Los padres generan en los niños frustración, hay que dejar a los entrenadores"
EL ESPAÑOL habla con Amanda Sampedro, jugadora del Atlético de Madrid que presenta su libro 'Campeona' para las niñas que quieren ser futbolistas.
8 mayo, 2021 23:35Noticias relacionadas
Amanda Sampedro (Madrid, 1993) es uno de los rostros más reconocibles del fútbol femenino español. Desde su debut con 15 años con el primer equipo del Atlético de Madrid se ha ido forjando la carrera de un símbolo rojiblanco y de la Selección española. Ahora se embarca en una aventura fuera de los terrenos de juego, pero que sigue teniendo mucho que ver con el fútbol: un libro infantil.
Esta semana ha presentado Campeona (MR Ediciones), una lectura dirigida a todas esas niñas que sueñan con ser futbolistas algún día. Dentro del libro se narran las aventuras de la protagonista Mandy con el balón a través de experiencias propias de Amanda Sampedro y otras situaciones en las que se pueden ver reflejadas muchas niñas y mujeres.
EL ESPAÑOL habla con Amanda Sampedro sobre Campeona, Mandy y lo que es haber crecido en un mundo en el que no ha sido hasta ahora cuando se ha normalizado ver a más niñas jugando al fútbol. Además, hay tiempo para charlar del Atleti, que pasa por una temporada con dificultades, pero ha tenido una gran alegría: el regreso de Virginia Torrecilla.
¿Qué es lo que te motiva a lanzarte al proyecto de 'Campeona'?
Soy una persona a la que le encantan los niños. No hay mayor ilusión que venga un niño o una niña a pedirte una autógrafo o una foto. Pienso que es importante que tengan referentes y parece que hoy en día solo lo vemos en la televisión o en la consola y es importante tenerlos en lo que es en libros, literatura infantil. Yo no recuerdo ningún libro de cuando era pequeña en el que hubiese una niña que quisiese ser futbolista. Me apetecía muchísimo de esta manera.
El libro va dirigido a todas esas niñas que sueñan con ser futbolistas. ¿Qué mensaje se les quiere transmitir?
Sobre todo que disfruten de cada etapa. Cuando eres una niña tienes que disfrutar con lo que más te gusta, sea el fútbol o lo que sea; tienes que hacer lo que realmente te guste y que ya habrá momento cuando sean mayor, si siguen viviendo del fútbol, de tener esa responsabilidad de convertirse en tu trabajo. Que disfruten y no tengan ningún tipo de complejo, que luchen por lo que realmente les apetece.
La protagonista del libro es una niña llamada Mandy. ¿Cuánto hay en ella de Amanda Sampedro?
Hay muchos recuerdos que quedan plasmados en el libro y yo me siento muy identificado con Mandy. Hay en otras ocasiones que se tira un poco de literatura infantil y no es todo tan real, ya que obviamente no me acuerdo de tantísimas cosas de cuando tenía seis años. Pero sí que hay muchos momentos en los que me siento muy identificada, haciendo y leyendo el libro, en los que me emociono porque son recuerdos de mi infancia por los que ahora estoy donde estoy y son muy especiales.
En otros se trata de hacer ver cómo se pueden sentir otras niñas que a lo mejor no han vivido lo que yo he vivido. Hay una frase en el libro que dice 'que se vaya a jugar con las barbies' y yo eso no lo he sufrido como tal, pero igual otra niña sí. No todo es exacto como me pasó a mí, pero sí encaminado a como yo viví mi infancia.
¿Qué dirías que es lo que mejor se refleja de ti en la protagonista?
Seguro que en esas ganas que tiene Mandy de sentirse futbolista, cómo quiere decirle y transmitirle a sus padres que quiere serlo, decirle a su hermana que le ayude para convencerles, cómo es con sus compañeros, querer demostrar que quiere ser futbolista sin pisar a nadie, que a ella le da igual ser una niña y solo quiere cumplir su sueño, que es ser futbolista.
Tras todo tu recorrido profesional y ahora embarcarte en este proyecto, ¿cuál dirías que es el papel que deben tener los entrenadores de niños y niñas?
Lo tengo claro. Ser, sobre todo, educadores. Yo tuve la suerte de estar un par de años con un equipo de niñas de 9 y 10 años en el Atlético de Madrid y, al final, hay que ser educadora y guiarlas. Es importante que el entrenador o entrenadora se dedique a hacerles ser buenas personas, mostrarles los valores del deporte, que son los que les harán crecer como personas para luego ser buenos deportistas.
Y a partir de ahí tratar de convencer a los padres de que es el entrenador/a el que les tiene que guiar en lo que es el ámbito del fútbol, en este caso. Luego cada familia da una educación de una forma u otra y ahí el entrenador no se puede meter. Pero en esa horita de entrenamiento, ese momento de partido, ahí la niña o el niño tiene que estar bajo demanda del entrenador.
Eso me gustaría dejarlo claro, que al final los padres generan frustración en los niños. Solo los educadores, porque lo han estudiado y saben llevarlo a cabo, son los que tienen que llevar la disciplina deportiva y personal en esos ratitos y los padres se tienen que dedicar a animar, a pasarlo bien, sin meterse nunca en la faceta del entrenador.
¿Y los padres?
Los padres son para los niños sus referentes, son sus líderes. Si te pones a jugar al fútbol, tienes 7-9 años, y ves que tu padre o tu madre están constantemente corrigiéndote o diciéndote lo que tienes que hacer, el niño, que también está haciendo caso al entrenador, entra en un bucle de frustración que no es nada positivo.
Tenemos que evitar que el niño o la niña salga triste del partido porque a su padre no le ha gustado, le ha estado corrigiendo todo el tiempo... Es importantísimo que les dejen con los entrenadores y ellos vayan también a disfrutar de un rato bonito.
Me hablabas antes de tus recuerdos que quedan plasmados en 'Campeona' ¿cuáles son tus recuerdos de aquella época, de tu infancia, con el fútbol?
Tengo la suerte de tener momentos muy bonitos. Con seis añitos me cambió mi mamá de cole y justo lo primero que vi al entrar fue el cartel que decía que para apuntarse al equipo de fútbol preguntase en conserjería. Para mí fue lo mejor que me pasó, porque empecé a jugar con mis amigos de clase, de ahí nos pasamos todos al equipo del barrio y disfruté un montón. Llegamos a jugar hasta primera autonómica contra Real Madrid, Atleti, Rayo...
Algunos padres decían a sus propios hijos 'pero cómo dejas que se te vaya si es una niña'
¿Percibías que para algunos era raro, por así decirlo, que hubiera una niña en un equipo de fútbol?
Había de todo. Igual que había padres que te daban la enhorabuena por cómo lo hacías y llamaban al Mar Abierto el 'equipo de la niña', también había otros a los que escuchaba comentarios hacia su hijo como 'pero cómo dejas que se te vaya si es una niña'. Al final generas en el niño una frustración e, incluso, que dé una mala patada. ¿Por qué es normal que se te pueda ir el niño y no la niña?
Pero he tenido la suerte de que recibía muchos comentarios positivos. Recuerdo que en el Mar Abierto jugábamos en el Santa Eugenia y había en el centro del campo un chaval muy bueno, que luego le llamó el Atlético de Madrid. Los dos nos picábamos un montón y luego hasta los padres me dieron la enhorabuena. También había cosas muy positivas que me pongo a analizar ahora y digo 'joe que bueno y que positivo que unos padres también te digan eso y te miren como futbolista, no como niño o niña'.
¿Notas que cada vez más niñas quieren ser futbolistas?
Sí, por supuesto. Cuando yo jugaba y pasabas por el recreo, que me lo recordaba mi abuelo, y me veías a mí jugando con todos los niños. Ahora pasas por cualquier colegio y ves cinco niñas y siete niños, ya sea jugando al fútbol o baloncesto. Es una normalidad absoluta y eso me parece buenísimo porque soy de las que digo que el deporte no tiene género. Si te apetece hacer algo, seas chico o chica, hazlo. La sociedad tiene que llegar a eso.
Cambiando de tema, no está siendo una temporada fácil para el Atleti. ¿Qué pensáis en el vestuario que está pasando?
Cuando vienes de una dinámica tan buena de ganar tantas cosas, de que todo es tan positivo, todo es tan bonito, y al final cambia tanto la estructura, porque hay que reconocer que se han ido jugadoras muy importantes, puede hacer que te mantengas al reinventarte, pero otras veces no das en la tecla y te cuesta más. Si vienes de algo tan bueno se nota el triple.
Pasa como nos está pasando este año. Somos conscientes de que no estamos haciendo las cosas bien y duele mucho porque aparte de futbolistas somos personas. Sabemos lo que es la entidad del Atlético de Madrid, la trayectoria que traía, lo que significa para los aficionados. Nos duele en el alma y queremos tener humildad y partir de cero, pero todos. Decir 'vamos a poner al Atlético de Madrid donde se merece'.
La gran noticia que habéis tenido esta temporada ha sido el regreso de Virginia Torrecilla. Es una alegría para todos.
Es un ejemplo total. Lo de Virginia es lo que nos hace que una mala temporada sigas mirando hacia delante y sigas dándole importancia a lo que de verdad tiene importancia en esta vida. No nos estamos quitando culpas ni responsabilidades. Aunque estuviésemos en Champions y muchísimo mejor, lo mejor seguiría siendo lo de Virginia porque eso no tiene nombre y nos ha dado una lección de vida a todos y a todas. Llegar a entrenar y ver a Virginia en el gimnasio es lo mejor que nos llena de fuerza.
La afición del Atleti es diferente; nunca te va a pedir nada y siempre te va a dar mucho
¿En el vestuario sentís que sois importantes para la gente del Atleti?
Superimportantes. Fíjate hasta qué punto llega que es nuestra primera frustración, por llamarlo de alguna manera, por lo que está pasando esta temporada. Lo que quieren el club y la afición es estar en Europa, lo que les gusta es verte. Mira en chicos lo que pasa, queremos una Copa de Europa.
Cada fin de semana levantan el confinamiento con aforo reducido, viene la gente hasta completarlo y nuestra frustración es que a esa afición, que nos sigue apoyando pese a lo mal que lo estamos haciendo, no la estamos respondiendo. Queremos y no nos está saliendo. No pensamos en nosotras, pensamos en ellos. Sabemos la importancia que tenemos y lo que vivimos cuando ganamos la segunda liga, que pudimos compartirla con la afición y los chicos con la Europa League, eso no se nos olvidará a las que estuvimos allí en la vida. Cómo nos respondió la afición. Cómo nos hizo ver que eran dos títulos, no la liga de las chicas y la Europa League de los chicos. Eran dos títulos del Atlético.
La afición del Atleti es diferente. Nunca te va a pedir nada y siempre te va a dar mucho y lo que tú le des lo va a recibir. Sabemos lo que significa la afición. Sabemos lo que significamos para la afición y no podemos estar más agradecidas por ello.
Hemos estado hablando de lo que ha cambiado el fútbol, de como cada vez llega a más niñas y se van dando pasitos hacia la igualdad. ¿En qué punto te gustaría que estuviera el fútbol femenino el día que te toque colgar las botas?
Sobre todo que pasemos ya a ser profesionales porque siéndolo por ley ya tienes que seguir una serie de requisitos con los que va a crecer el fútbol femenino español muchísimo. Por lo menos es lo que pienso yo. Ojalá cada vez se valore más el trabajo de todo el mundo: instituciones, federaciones, toda la gente y empresas que apuesta por el fútbol femenino, futbolistas, cuerpos técnicos, directivas... Si profesionaliza vamos a ir dando pasos de gigante, los derechos televisivos van a dar mucho dinero y mucho de qué hablar al fútbol femenino. Ese es el punto de inflexión.
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