Ha salido a la luz uno de los momentos más claves de la final de la Eurocopa: la charla de Roberto Mancini, seleccionador del país que se proclamaría horas después campeón. El entrenador de Italia demostró en ese momento su frialdad pese a lo que se avecinaba y hasta vaciló a sus jugadores diciendo que Leonardo Spinazzola, lesionado, iba a ser titular. Luego vinieron sus palabras motivadoras, sin instrucciones tácticas.
"No tengo nada qué decirles, ustedes saben lo que son y no estamos aquí por casualidad. Somos nosotros los dueños de nuestro destino, no el árbitro, ni el rival ni nadie más. Ustedes saben lo que tienen que hacer". E Italia, 53 años después, se volvería a coronar campeona de Europa.