El culebrón de Ousmane Dembélé todavía tiene que dar algún giro más antes de que cierre el mercado invernal el próximo 31 de enero. Todo dependerá de lo que quiera hacer Moussa Sissoko, quien tiene en sus manos el futuro del delantero francés. Son días de reuniones en Can Barça con el representante para desencallar una situación que atasca el resto de operaciones que quiere acometer el club azulgrana.
¿Quién es Moussa Sissoko? Se trata de la persona que ha llevado la carrera de Ousmane Dembélé desde que empezó a destacar en Francia. Le llevó del Rennes al Borussia Dortmund y de ahí al FC Barcelona. Ahora debe decidir qué ocurre con un futbolista que estaba llamado a ser uno de los mejores jugadores del mundo y, entre lesiones y otros asuntos, parece haberse quedado por el camino.
El 'caso Dembélé' es conocido por todos. El Barça le quería renovar y tanto Joan Laporta como Xavi Hernández le agasajaban con comentarios que, incluso, llegaban a decir que era mejor que Kylian Mbappé. Sus casi cinco años en el club han tenido muchas más sombras que luces, pero siempre se ha mantenido la esperanza de que acabara brillando. Todo iba encaminado hacia la ampliación de un contrato que acaba en seis meses hasta que Sissoko dio un volantazo a las negociaciones.
El agente de Dembélé, a quien en las reuniones suele acompañar otro representante, el suizo Marco Lichsteiner, se desmarcó pidiendo un sueldo imposible de pagar por el Barça y una comisión para él por el acuerdo. No había sentado bien que se fichara a Ferran Torres, quien comparte posición por el francés, y Sissoko se revolvió pidiendo un contrato de estrella para su representado.
A partir de ahí la tensión se ha disparado. El Barça se ha sentido traicionado por Sissoko y Dembélé y Xavi le ha apartado del equipo bajo la amenaza de que no volverá a jugar si no renueva o no sale del equipo ahora. El técnico catalán se lo repitió al agente en una reunión celebrada esta semana. En este punto, todo apunta a que el representante se ha abierto a encontrar una solución y no esperar a agotar el vigente contrato de Ousmane.
Habrá que ver cuál es el as que tiene en la manga Sissoko, que este miércoles sorprendía en su aterrizaje en la ciudad condal mostrando en su pantalla del móvil una llamada entrante de Leonardo, director deportivo del PSG. En Francia especulan con que esto fue simplemente una jugada del agente, a quien el directivo parisino no puede ni ver por la mala reputación que arrastra de sus años en el negocio de la representación.
Los líos judiciales de Sissoko
La polémica siempre ha estado presente en la carrera de Dembélé, antes de llegar al Barça, y todos los dedos señalan a su agente. Este ha estado detrás de todos sus traspasos como profesional y ninguno ha sido de buena manera. Cuando le sacó del Rennes rumbo a Alemania, el Sindicato de Agentes y la FFF le denunció por supuesto ejercicio ilegal de la profesión de agente deportivo. Sin licencia en Francia, fue absuelto por la poca claridad del asunto y porque la comisión que recibió fue de un club extranjero, el Dortmund.
Otro lío en el que se vio envuelto, y en el que entra en juego también el traspaso al Barça, vino por los antiguos representantes del jugador. Moussa Sissoko ingresó 600.000 euros en comisiones por el traspaso del Rennes al Dortmund y hasta 10 millones por el del Barça, repartiendo 3,5 millones al abogado Badou Sambagué y entre 400.000 y 500.000 euros al agente Martial Kodjia, a quien en 2016 reemplazó Sissoko y quiso cerrar así toda relación del jugador con ellos.
En la primera operación también participaron Ghidi y Tshiany Musumbu, socios de Kodjia, pero a estos Sissoko solo les envió un cheque de 50.000 euros para cada uno. No lo aceptaron y recurrieron al Tribunal de Comercio de París, que lo investigó y absolvió al actual representante para dejar el asunto en manos de los exrepresentantes por su distribución de las indemnizaciones. El litigio hoy sigue, pero ya con Moussa fuera de él.
Camavinga rompió con él
Todos estos asuntos han ido repercutiendo en la fama de Moussa Sissoko, como ahora lo hace el lío en las negociaciones con el Barça. Por todo ello, un futbolista que hoy juega en La Liga (y en el eterno rival culé), Eduardo Camavinga, quiso romper en 2020 todo vínculo con el agente. La familia del joven futbolista temía que la imagen de Sissoko repercutiera en él y separaron sus caminos para pasar a formar parte de la agencia que lleva Jonathan Barnett, quien el pasado verano le llevó hasta el Real Madrid.
El nombre de Moussa Sissoko se ha hecho conocido en Barcelona. Lo que sucederá con Dembélé parece una incógnita, pero salga ahora o se marche gratis en verano, en la entidad culé habrán aprendido la lección. El representante francés es un dolor de muelas.
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