El triunfo de España ante Albania se cosechó en los últimos minutos. Dani Olmo sacó un tiro perfecto a la escuadra y permitió que la selección dejara una celebración en su regreso a Cataluña 18 años después. El delantero del Leipzig lo festejó a lo grande. Y es que, como él mismo ha explicado, el duelo era especial por muchas razones.
Toda la plantilla nacional era consciente del trasfondo del partido. La Selección no había jugado ningún partido en toda Cataluña desde hacía 18 años. Una larga ausencia motivada por la situación política que se acabó con el duelo en Cornellà. La presión para los jugadores era notable. Pero, en el caso de Dani Olmo, había algo más.
El jugador no está acostumbrado a estar cerca de su familia. Menos aún en estos últimos tiempos donde la pandemia ha complicado los viajes fuera de fronteras. Por ello, haber podido celebrar el tanto con su entorno más cercano hizo del triunfo ante Albania una noche diferente.
"Hubo un ambientazo de toda la gente, del público, los 90 minutos. Fue una dedicatoria especial para mi familia, que llevaba tiempo sin poder verme en directo. Fue muy bonito", ha explicado en los canales oficiales de la Federación. La verdad que si es para ganar aún más. "Con el ambientazo que había es un chute de motivación y adrenalina increíble", ha reafirmado.
La jugada, vista desde los ojos de Dani Olmo, no fue tan simple como pudo parecer por televisión. Hasta el más mínimo movimiento influyó en la gran definición de Olmo. "Fue un gran pase de Pedri a Jordi Alba al espacio. Yo hago como que voy a entrar al primer palo y me quedo. Jordi me ve muy bien. Yo controlo y Ferran arrastra a un par de jugadores. Me crea un espacio, la pego al segundo palo y entra perfecta".
Tras esta victoria, y a la espera del segundo encuentro del parón ante Islandia, las sensaciones que hay en el vestuario son positivas. "Sabemos lo que tenemos por delante. Hay que aprovechar cada partido y entrenamiento para seguir creciendo. Esa es la idea, llegar en las mejores condiciones al Mundial y afrontarlas con la mayor ilusión", ha reconocido Dani Olmo.
Un retorno idílico
La vuelta de España a territorio catalán era un hito histórico. Bien lo sabían los jugadores, que esperaban poder brindar una victoria a un público poco acostumbrado a ver a la Selección. El encuentro tuvo de todo y España acabó ganando. Además, se confirmó el respaldo que sigue teniendo el equipo nacional más allá de las crisis políticas derivadas en los últimos años. La grada vibró con el equipo y los "viva España" fueron una de las sintonías habituales de los 90 minutos.
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