El problema con los ultras del Atlético: de la protección de Gil Marín a la permisividad de LaLiga

El Atlético de Madrid se ha encontrado con un grave problema que va más allá de los terrenos de juego y del fútbol. El conjunto rojiblanco ha visto como sus ultras, con el Frente Atlético a la cabeza, han ido cogiendo fuerza en los últimos meses, provocando una serie de polémicos, racistas y graves altercados.

El pasado domingo fue su última aparición. En la previa del Atlético - Real Madrid, varios de esos radicales acudieron a los alrededores del Cívitas Metropolitano y dejaron una grotesca imagen. Unos cuantos de ellos protagonizaron un episodio de racismo al insultar y amenazar a una madre y a su hija, que llevaba una camiseta de Vinicius.

Sin embargo, no es un hecho inusual dentro de los ultras del Atlético de Madrid. Durante los últimos años han protagonizado numerosos incidentes ante la permisividad de Miguel Ángel Gil Marín, dueño del club. El propietario del conjunto rojiblanco apenas ha condenado estos hechos y, sin embargo, sí que ha estado más pendiente de criticar al Real Madrid durante sus últimas intervenciones.

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Tampoco se le olvida a nadie los episodios ocurridos durante la pasada temporada. Vinicius fue objeto de burlas y comentarios racistas en la previa del derbi madrileño de la primera vuelta. Meses después, varios miembros del Frente Atlético colgaban una pancarta de "Madrid odia al Real" con un muñeco del futbolista colgado de un puente.

Mientras tanto, LaLiga sigue echando la vista a un lado, evitando poner freno a este tipo de incidentes que se han vuelto recurrentes en los últimos meses. Una situación insostenible que no parece tener límite ante las facilidades que tienen los ultras del Atlético de Madrid para cometer sus fechorías.

Aficionados del Atlético de Madrid en los aledaños del Metropolitano Reuters

Inquina por Vinicius

Los ultras del Atlético de Madrid se han cebado con Vinicius Jr, la estrella del Real Madrid. Numerosos han sido los incidentes que han provocado en torno a la figura del futbolista. A raíz de los últimos derbis, el conjunto blanco ha visto como su jugador sufría el acoso de los radicales antes de los encuentros.

El más sonado de ellos ocurrió el pasado mes de enero, en la madrugada del 25 al 26, antes de que se disputase la eliminatoria de cuartos de final entre Real Madrid y Atlético. Cuatro personas, tres de ellas del Frente Atlético colgaron una pancarta de "Madrid Odia al Real" y a un muñeco del futbolista de un puente. Poco después, fueron detenidos.

Por dicho motivo, la Comisión Antiviolencia acordó proponer multas de 60.001 euros a las cuatro personas que fueron identificadas como autores de la escena y también fueron sancionadas con la prohibición de la entrada a recintos deportivos. Una medida drástica confirmada por el Consejo Superior de Deportes (CSD) y que se prolongará durante dos años.

Sin embargo, no hay que olvidar otros episodios como los ocurridos en la previa del encuentro que enfrentó al Atlético y al Real Madrid en la primera vuelta de la pasada temporada. En los aledaños del Cívitas Metropolitano, numerosos radicales pronunciaron cánticos racistas hacia el futbolista. "Vinicius, eres un mono", se pudo escuchar antes del arranque del partido.

También ocurrió otro episodio relacionado con el Real Madrid y los ultras del Frente Atlético. Varios de ellos colgaron de Cívitas Metropolitano una pancarta que rezaba "Entre la prensa y los de amarillo, 120 años de pasillo". Unas palabras que iban dirigidas a los 120 años de la creación del conjunto blanco y a las ayudas de los árbitros.

A eso hay que unirle dos episodios sangrientos de su afición. Se trata de la muerte de Aitor Zabaleta, seguidor de la Real Sociedad, en 1998 y que fue asesinado por un ultra del Frente Atlético. También está la de Jimmy, radical del Deportivo de La Coruña y perteneciente a los Riazor Blues, que perdió la vida tras ser lanzado al río Manzanares por varios aficionados violentos del conjunto rojiblanco el pasado 30 de noviembre de 2014.

Permisividad del club y LaLiga

Miguel Ángel Gil Marín se ha mostrado impasible ante los últimos episodios violentos del Atlético y ni siquiera ha llegado a condenar lo sucedido el pasado domingo en el Estadio Cívitas Metropolitano. El dueño del conjunto rojiblanco se ha mostrado mucho más crítico con el Real Madrid que con sus aficionados.

Por lo tanto, el poder del Frente Atlético y del sector más radical del club sigue realizando actos cargados de racismo y violencia. A diferencia del Real Madrid, su club vecino, que expulsó a todos los ultras del estadio, muchos de ellos pueden seguir disfrutando de los partidos del conjunto rojiblanco.

Además, LaLiga tampoco ha hecho por poner de su parte para frenar toda esta vorágine en la que se han metido en los últimos meses los ultras. Además, tanto Gil Marín como Javier Tebas parecen tener una buena relación y se han centrado en atacar al Real Madrid en lugar de poner fin al problema de los radicales que afecta a la competición y al club.

Miguel Ángel Gil Marín. REUTERS

Tensiones por la ECA

A pesar de esa buena relación con Javier Tebas, el presidente de LaLiga está molesto con el dirigente atlético tras haber sido elegido para el Comité Ejecutivo de la UEFA recientemente en representación de la ECA. 

Tebas ha considerado una traición de Gil Marín que haya entrado en el máximo organismo internacional, ya que él dimitió hace escasos meses y apoyó la creación de una nueva asociación de clubes al margen de la ECA que preside Al-Khelaifi. 

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Era tal el enfado de Javier Tebas que convocó una Comisión Delegada de LaLiga para afearle a Gil Marín esta decisión. El máximo dirigente de la patronal también está teniendo últimamente tensiones con Jokin Aperribay después de que fuera elegido para el nuevo Comité Ejecutivo de la ECA. 

LaLiga, dentro del Plan Impulso por el acuerdo con CVC, puede auditar cualquier club y así ha hecho con la Real Sociedad. La patronal tiene claras diferencias con la entidad vasca por la línea de negocio del merchandising y de los puestos de comida del estadio. 

Gil Marín y Aperribay han dado la espalda a la Unión de Clubes Europeos que ha impulsado Javier Tebas. Su alineamiento con Al-Khelaifi ha supuesto un distanciamiento de ambos con un presidente de LaLiga que siempre los había tenido como dos de sus más próximos aliados.