Fútbol

El Bernabéu brilla en la fiesta de la 15ª: un show de luces para el día que Kroos tocó el cielo de Madrid

El feudo madridista cerró la temporada 23-24 a lo grande con una fiesta emotivo y lleno de reconocimientos. 

3 junio, 2024 01:21

Por todo lo grande. Así festejó el Real Madrid su decimoquinta Champions League junto a sus aficionados. La guinda a una temporada de ensueño que sirvió para corroborar que es el club más grande del mundo y de la historia. Casi seis horas de celebración en las que jugadores y afición disfrutaron de un día único. Quién sabe cuándo se va a repetir, aunque este equipo acostumbra a hacerlo muy a menudo.

Y es que el Real Madrid se ha abonado a recorrer las calles de la ciudad con un autobús descapotable. Le ha cogido el gusto a ofrecer títulos a la virgen de la Almudena, a la sede de la Comunidad de Madrid, al Ayuntamiento... Ha convertido en rutina algo que suele ser muy esporádico en otros clubes. El Real Madrid está hecho de otra pasta.

La tarde/noche del domingo tuvo de todo. Cánticos, palabras de agradecimiento, mensajes ambiciosos, despedidas y la imponente imagen del Nuevo Santiago Bernabéu en su máximo esplendor. Un feudo creado para noches como esta y que ofreció al mundo una imagen inigualable.

La afición madridista no falló a la cita. Abarrotó la Puerta del Sol para ver a sus ídolos en el balcón de la sede de la Comunidad de Madrid, tiñó de blanco la Plaza de Cibeles y vibró con las estrellas del Real Madrid en la fiesta final del Santiago Bernabéu. Ese fue el colofón final.

Rendidos a sus ídolos

Esta vez, el cielo de Madrid pudo contemplar la fiesta de celebración que el nuevo Santiago Bernabéu brindó a los héroes de Wembley. Cuando ya caía la noche, el autocar del equipo llegaba al Bernabéu, donde esperaban ansiosos unos 70.000 aficionados. Un inmenso cuadrilátero se levantó en el medio del campo para recibir a los jugadores sobre el mismo césped. 

Tampoco se escondió el terreno de juego y a través de una pasarela fueron accediendo uno a uno, en algo que se ha convertido ya casi en una rutina para el rey de Europa aunque no por eso deja de emocionar a la hinchada del Bernabéu. Uno a uno, los campeones de Europa fueron desfilando por la iluminada pasarela en el momento en el que el speaker anunciaba su nombre. Todos ellos ovacionados por un Bernabéu abarrotado, que dejó sus mayores aplausos a jugadores concretos.

Los jugadores del Real Madrid, en un corro en la celebración del Santiago Bernabéu.

Los jugadores del Real Madrid, en un corro en la celebración del Santiago Bernabéu. REUTERS

Sin duda, el protagonista de la noche fue Toni Kroos. El alemán, un hombre frío, se mostró esta vez visiblemente emocionado, en el momento en el que pisaba el césped del Bernabéu por última vez en su carrera. También se vieron lágrimas en las gradas y emoción en Carlo Ancelotti. Al técnico italiano le ha costado asumir la marcha del teutón. Era su prolongación en el terreno de juego. 

"Antes de todo quiero decir gracias por la última semana, por la despedida en este estadio. Gracias por 10 inolvidables del primer día hasta hoy. Me habéis dado mucho cariño y alegría. ¡Hala Madrid! Os quiero", dijo Kroos.

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Tras él, otro de los más aclamados fue Vinicius Jr. Era de esperar, el mayor ídolo del madridismo y el héroe de las dos últimas Copas de Europa del Real Madrid. El Bernabéu quedó rendido a sus pies en su salida al campo y las más de 70.000 gargantas entonaron "Vinicius Balón de Oro". Se lo ha ganado a pulso. Tiene el trofeo en la yema de los dedos.

También hubo tiempo para Modric y Nacho, dos jugadores que acaban contrato este mes de junio. El primero tiene la renovación cerrada, de hecho, él mismo lo confirmó en su discurso: "Qué alegría estar aquí otra vez, gracias por vuestro apoyo... y hasta la temporada que viene", dijo. 

Por su parte, Nacho no despejó ninguna duda sobre su futuro. El Bernabéu coreó al unísono "Nacho quédate", incluso sus compañeros lo cantaron, pero el capitán del Real Madrid no se pronunció. No lo hizo en el estadio, tampoco en Cibeles o en los actos institucionales. Habrá que esperar para conocer su futuro.

Un escenario único

La temporada 23-24 del Real Madrid se cerró con el himno de La Décima. Afición y jugadores unidos cantando a capela y haciendo retumbar un Santiago Bernabéu imponente. 

El feudo madridista fue anoche la gran envidia del fútbol europeo. El único estadio del mundo capaz de montar un espectáculo de este calado. Con el videomarcador 360 y una combinación de luces y sonido propias de un concierto de una superestrella de la música.

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Fue la primera gran noche de festejo en el nuevo Santiago Bernabéu y no tiene pinta que sea la última. El Real Madrid se ha acostumbrado a ganar y Florentino Pérez ha creado una plantilla llamada a dominar el fútbol durante los próximos años.