Los niños de los 90, aquellos que quisieron ser 'sayans' y casi se rompen la crisma intentando emular la 'catapulta infernal' de los gemelos Derrick, también soplaron velas creyendo que el 4-4-2 era el mejor sistema posible para ganar al FIFA '98 y que, obviamente, lo ideal era jugar con una pareja de delanteros. Y nadie lo discutía. El fútbol les había enseñado a aquellos críos que la pareja formada por Raúl y Morientes funcionaba. Ya saben, uno cabeceaba y el otro marcaba gol. Sin complicarse la vida. Y eso, que entonces era algo normal, se extendió al resto de equipos y al propio Madrid con el transcurrir de los días. Ejemplos hay de sobra: Raúl y Ronaldo (el 'Gordo'), Munitis y Zigic… Y, pasado un tiempo, Simeone parece haber recuperado esa pareja con la sociedad formada por Griezmann y Gameiro -aunque este último podría ser sustituido por Torres (miércoles, 20:45 horas)-, que esta temporada han fabricado (ya sea por su cuenta o con la asistencia del otro) siete de los 13 goles del Atlético.
Toca aclarar que aquel 4-4-2, bendecido durante un largo periodo, lo enterró hace unos años Guardiola al instaurar en Can Barça el 4-3-3 que había heredado de Cruyff y, por ende, de la escuela holandesa. De ahí que, a día de hoy, casi todos los equipos de la vieja Europa formen con tridente. Incluso, a veces, el Atlético de Madrid. Pero, hecho este inciso, si alguien puede ejercer su derecho a recuperar el sabor añejo de aquellas parejas, ese es Simeone. Y así podría ser merced a lo visto hasta ahora, con Griezmann actuando con libertad en la posición de mediapunta o segundo delantero -y buscando la banda en muchos momentos- y Gameiro como referente arriba.
El rendimiento de la pareja, en cifras, es superlativo a estas alturas de la temporada: Griezmann ya suma cinco tantos en Liga (dos a pase de su compatriota en los dos últimos encuentros) y Gameiro ha hecho otros dos (contra el Alavés y el Sporting). Y ambos, de nuevo, tendrán el encargo de hacer lo propio contra el Bayern de Múnich con el beneplácito del Cholo: “Kevin ha sido determinante al entrar desde el banquillo [contra el Deportivo] dando el pase de gol. Acaba de llegar y se está integrando en un juego diferente. Tiene mucha velocidad y en los espacios cortos puede sacar ventaja. Es importante que vaya creciendo”, reconocía Simeone el pasado fin de semana.
Con la doble 'G' como máximo exponente de su juego, el Atlético de Madrid tratará de mantener su balance positivo en los 17 partidos jugados ante equipos alemanes: 12 victorias, dos empates y tres derrotas. Pero, para ello, tendrá que imponerse a un Bayern que no sabe lo que es perder esta temporada y que es una roca defensivamente (tan solo ha recibido un gol). O lo que es lo mismo, tendrá que superar a Javi Martínez y a Hummels, posible pareja de centrales, pero sin descartar a Boateng, que jugó su primer partido ante el Ingolstadt el pasado fin de semana tras regresar de una lesión.
LEWANDOWSKI, EN BUEN MOMENTO DE FORMA
Frente a la pareja de atacantes del Atlético, el Bayern cuenta con un tridente poco equilibrado respecto al de otras temporadas. De entre los hombres de arriba, el que más aporta es Lewandowski (nueve goles nada menos), pero el resto no son capaces, de momento, de seguir su camino: Müller y Ribéry -dos cada uno- muestran cifras inferiores a las de otras temporadas y, eso sí, la mayoría de los tantos llegan desde la segunda línea, sobre todo, por parte de Kimmich (suma cuatro), pero también de Xabi Alonso (2) y Vidal (2). En definitiva, una maquinaria que se encontrará en el Calderón con la otra gran zaga de Europa (sólo dos goles encajados este curso).
Una lucha a campo abierto que se prepara y se estudia con sistemas, pero que se decidirá, en gran parte, por pequeños detalles. Y a eso es a lo que se acoge el Atlético, que la temporada pasada ya dio la campanada con un gol ‘Maradoniano’ de Saúl. Esta vez, y de nuevo con el canterano en el once -descansó contra el Deportivo-, el equipo de Simeone expondrá a su doble 'G' como el máximo exponente de su potencial en ataque (y a la espera de que la tercera 'G', Gaitán, se sume a la fiesta). Al fin y al cabo, Griezmann y Gameiro están hechos el uno para el otro. “Hablan el mismo idioma, se entienden muy bien, ya sabéis”, bromeaba Lucas el pasado fin de semana al ser preguntado por EL ESPAÑOL. Y así lo espera el Calderón.