La monotonía, en muchas ocasiones, acaba siendo tan perjudicial que uno mismo cambia únicamente para evitar repetir lo mismo, aunque eso no haya sido del todo malo. Claro que si en esa monotonía aparece una novedad que te obliga a plantearte todo lo que hiciste antes, el lío lo tienes montado.
En esta encrucijada casi filosófica está inmerso el Real Madrid en un momento trascendente de la temporada. Este martes juega su primer partido verdaderamente grande de la temporada en Nápoles (20:45 horas) y lo hace con serias dudas sobre su identidad o, más concretamente, sobre su tripleta de ataque.
¿Debe ser reemplazada o modificada la BBC de una vez? Las buenas actuaciones que han hecho los jugadores de segunda fila (James, Asensio, Isco, Lucas Vázquez...) abren el melón de si la unión Benzema-Bale-Cristiano hace jugar peor al Madrid.
Vaya por delante, eso sí, que jugar peor o mejor es un juicio subjetivo de cualquier aficionado, ya que todavía no se ha encontrado la unanimidad en el fútbol sobre qué es jugar bien en este deporte. Para Guardiola, por ejemplo, lo era alcanzar el 80% de posesión. Para Mourinho era ganar de una forma efectiva y rápida. Y para Simeone jugar bien se basa en vencer partido a partido.
Lejos de opiniones, los hechos acaban siendo lo que demuestran la influencia de los jugadores y el funcionamiento de un equipo con unos y otros. Y en lo que al Madrid se refiere hay dos diferencias: el Madrid europeo y el Madrid doméstico. En España, la BBC no se antoja tan decisiva, principalmente arrastrada por las 'desconexiones' de Benzema, que promedia un gol cada 5 partidos, las lesiones de Bale y las dudas de Cristiano. Pero en Europa es otra historia.
Cuando suena el himno de la Champions, los tres tenores del Madrid se convierten en lo que al final deben ser: relevantes, decisivos e importantes. Tanto Bale como Benzema como Cristiano han sido figuras fundamentales para los éxitos del Madrid en Europa (dos Copas de Europa en tres años desde que los tres están juntos). Y eso es precisamente lo que se busca en el peligrosísimo encuentro de vuelta ante el Nápoles (3-1 en la ida).
Se necesita la mejor versión de una BBC que mezcla las malas sensaciones -expulsión de Bale y pérdida de velocidad de Cristiano- con las buenas noticias, como la irrupción de Bale ante el Espanyol o los goles salvadores del portugués ante Las Palmas.
En Champions, el Madrid sí necesitó de la BBC, al completo o únicamente con alguno de sus integrantes, para sacar situaciones tan complicadas como la remontada del pasado año ante el Wolfsburgo, la igualada eliminatoria ante el Manchester City (una jugada de Bale acabó decantándola) o las siempre apariciones existosas de Benzema en Copa de Europa, torneo talismán del francés, la última precisamente ante el Nápoles. Y eso si nos quedamos en lo más cercano, porque en la época de Ancelotti también fueron decisivos, desde la épica en la final de Lisboa a la semifinal pérdida ante la Juventus en 2015.
Más que acciones sueltas, la BBC en Champions si se compenetra, juega bien y se pone el vestido que tanto gusta al Madrid, el de Copa de Europa. Ese que este martes se tiene que poner en el difícil San Paolo, un estadio que estará más que lleno para obrar la remontada de un Nápoles que llega con una fractura entre el presidente, el excéntrico De Laurentiis, y Maurizio Sarri, entrenador del conjunto italiano, que ya avisó en la previa que intentarán "tocarle los huevos al Madrid".
Salvo que a Zidane le de un ataque de entrenador, Bale, Benzema y Cristiano serán titulares, desoyendo esas voces que piden romper la BBC dando entrada a jugadores como James o Morata. Todos ellos suman en esta temporada en Champions nueve de los 19 goles que lleva el Madrid, demostrando la coralidad de un equipo mucho menos dependiente de la BBC que otros años. En la 2013/14 marcaron 29 goles entre los tres (récord de una tripleta de ataque, 17 Cristiano, seis Bale y otros seis Benzema), al año siguiente, sin ser finalista, la cifra bajó a los 18 (10 Cristiano, seis Benzema y dos Bale) y la temporada pasada, otra vez campeones, volvieron a superar la veintena (16 Cristiano, cuatro Benzema y uno Bale).
Con estos tres, Zidane volverá apostar por el equipo que más le gusta. No se esperan novedades en el once, que será el mismo que jugó la final de Champions, lo que demuestra la continuidad de una idea, que sigue, aunque lo diferente son los rivales. ¿Hasta qué punto es positivo que casi un año después un equipo siga en el mismo punto? Es verdad que eso le hizo campeón, pero la monotonía acaba cansando alguna vez.
El Real Madrid vuelve después de tres años a jugar un partido de vuelta de una eliminatoria de Champions a domicilio. La última vez fue la que el dio el pase a la primera final en 12 años, en abril de 2014 ante el Bayern de Múnich. Entonces la BBC estaba en su apogeo. Ahora está en peligro de extinción, fruto de los nuevos tiempos en los que las nuevas experiencias ilusionan algo más que las anteriores. Pero en las grandes citas, más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer, dirá Zidane. La diferencia es que lo visto, en Champions, no es ni mucho menos malo.
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