Iniesta, el héroe de Stamford Bridge, el tipo que marcó aquel gol cuando el tiempo expiraba, volvió a aparecer sobre el mismo césped, con el tapete intacto, pero mancillado. El manchego aprovechó un fallo de la defensa del Chelsea, el único de todo el partido, para rebañar el balón, moverse bajo la sintonía de la Champions, ver venir a Messi por detrás y dejársela para que el argentino pusiera el empate, para que sacara a su equipo de un atasco que duró 90 minutos. Él cambió el rumbo del partido para que el Barcelona saliese vivo y con un buen resultado de Londres [narración y estadísticas: 1-1]

El empate, supo a victoria. El Barcelona podría haber salido de Stamford Bridge con la cabeza gacha y la necesidad de buscar una remontada futura en el Camp Nou. ¿La razón? El control fue suyo, pero las ocasiones más claras fueron para el Chelsea. O, más concretamente, de Willian. El brasileño, hasta en dos ocasiones, mandó balón a la madera. Primero, el balón pegó en la derecha; y después, lo hizo en la izquierda. Y, claro, a la tercera fue la vencida y entró dentro de la portería de Ter Stegen. Los locales, definitivamente, habían llevado el partido a su terreno. Jugaron a no encajar goles e intentar enganchar alguna a la contra, y lo consiguieron.

Valverde analiza el resultado del partido



El Chelsea mandó en marcador a pesar de prescindir de la pelota. El cuero fue para el Barcelona, que no titubeó. Saltó al terreno de juego y se puso a tocar. Por aquí, por allá… Fallo y vuelta a empezar. Una y otra vez. Sin perder los nervios, conjugando control y posesión, pero sin crear ocasiones. Si acaso, consiguió que Paulinho rematara de cabeza, aunque se fuera cerca del palo, y que Luis Suárez enganchara un par de balones que también se marcharon fuera. Poco más.



Y, sin ocasiones, de pronto, se vieron por debajo en el marcador. Sorpresivamente, se encontraron por detrás. Y, aunque siguieron sin perder la compostura, tuvieron que cambiar. Valverde quitó a Paulinho y metió en el campo a Aleix Vidal. Pero no cambió ni el estilo ni el juego. Barcelona y Chelsea, Chelsea y Barcelona mantuvieron sus maneras, y el tanto blaugrana vino por un fallo de la defensa de Conte. Hasta entonces, había estado perfecta. Pero, claro, cualquier error frente a los azulgrana se paga… y muy caro.



Al final, apareció Iniesta. El manchego, villano favorito del conjunto ‘blue’, volvió a aparecer. No marcó, pero le dio el pase a Messi. Y el argentino, desbocado, la mandó dentro de la portería y miró a los ojos al centrocampista y entre ambos sacaron un muy buen resultado para la vuelta. La eliminatoria se decidirá en el Camp Nou. Y eso, hoy por hoy, es una garantía para los de Ernesto Valverde.

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