Descifrar las alineaciones españolas a partir de los entrenamientos dirigidos por Vicente del Bosque es una tarea no menos complicada que conseguir una mesa para comer en Francia después de las dos de la tarde. La respuesta del seleccionador este jueves a la inevitable pregunta sobre posibles cambios en la alineación para ganar a Croacia siguió su patrón habitual: “Trataremos de ganar el partido y elegiremos a los hombres idóneos para ello”, se limitó a decir. Poco después, en la última sesión práctica antes del partido (estadio Malmut Atlantique de Burdeos, 21.00 horas), el cuerpo técnico formó equipos diferentes a los dispuestos en el entrenamiento abierto del domingo. Sólo una cosa es segura: el once no será el mismo de los dos primeros encuentros, aunque eso conlleve un peligro: perder la continuidad de un bloque que ha funcionado a la perfección hasta ahora.
Parece improbable que el seleccionador escoja este encuentro para premiar a Iker Casillas con un partido más en la selección (prácticamente su despedida), dada la relevancia que supone la obtención del primer puesto en el grupo D: la diferencia entre jugar contra Irlanda o Suecia en octavos, y Suiza o Polonia en cuartos, y toparse con Italia, Alemania y Francia (por este orden) en el camino hacia la final. Se presumen, sin embargo, cambios en todas las demás líneas.
Amarilla de Sergio Ramos
Es más que posible que el central madridista, de gran final de campaña, no dispute el choque frente a los croatas para prevenir la posibilidad de que una segunda tarjeta amarilla (vio una contra Turquía) le privase de jugar el cruce de octavos. Se da por segura la inclusión de San José por el sevillano junto a Piqué en el centro de la zaga, un cuarteto que también podría cambiar en la banda derecha: la actuación rebajada de Juanfran contra Turquía parece aconsejar un descanso en uno de los futbolistas con más minutos disputados en Europa esta temporada. Su sustituto natural, Héctor Bellerín, con quien Del Bosque está encantado, debutaría en una Eurocopa a los 21 años.
En el centro del campo se viene especulando desde hace días con rotaciones que den descanso a Andrés Iniesta, la figura española, aunque Del Bosque dejó entrever en sus declaraciones la presencia del albaceteño en el once inicial: destacó el buen estado físico del jugador, su reconversión a un papel de centrocampista tradicional (“menos ofensivo”) para después explicar que a estas alturas de temporada, con el cansancio acumulado de nueve meses de competición, dar descanso a determinados jugadores “puede ser contraproducente” desde el punto de vista físico, especialmente si están en un momento tan explosivo como el mejor jugador de la Euro 2012.
En la concentración española se apuesta por la presencia de Koke en el medio campo (por Cesc) para reforzar la labor defensiva de Busquets frente a un combinado técnico que aun sin Luka Modric (suplente por distensión muscular) presentará una medular temible: Kovacic, Rakitic, Brozovic, y Perisic. La previsible competición por dominar el balón y el juego frente a una línea de cuatro hombres da bazas al futbolista del Atlético, que ya debutó ante Turquía.
La conveniencia de rotar (o no)
Del Bosque mencionó un aspecto de la 'Roja' con el que está particularmente satisfecho, “encontrar más caminos ofensivos para atacar equipos replegados”. El trío ofensivo mantendrá a Nolito en la banda izquierda, siempre con libertad para tirarse al centro ante la subida permanente de los laterales, pero a falta de confirmación oficial se espera que el ‘9’ de la ‘Roja’ en Burdeos sea Aritz Adúriz, inédito en el partido de Turquía y con una motivación extraordinaria a sus 35 años. Morata esperaría en el banquillo una oportunidad si el partido lo requiere y llegaría con mayor frescura al cruce de octavos, donde volvería a ser el delantero centro titular de la selección: otro debate que parece cerrado después de dos años. Respecto al interior derecho (habitualmente Silva), no sería de extrañar que el partido supusiera el estreno de Lucas Vázquez en un torneo oficial con la selección.
Tanto el seleccionador como Gerard Piqué destacaron en la rueda de prensa oficial de la UEFA el juego de los balcánicos, probablemente la selección más elogiada (tras España) en lo que va de campeonato. “Es una de las que más me han gustado”, indicó Del Bosque, quien calificó además el rendimiento de Luka Modric de “fantástico”. Técnico y jugador dijeron esperar, por fin, un partido “abierto”. Croacia plantea “un buen fútbol, divertido para el espectador”, afirmó el central del Barcelona, “nos viene bien empezar a jugar partidos contra selecciones importantes y con buen fútbol”. “No sé si para ellos el empate es tan bueno”, precisó Piqué al preguntársele por la posibilidad (descartada inmediatamente) de buscar un empate que clasifica a España primera y asegura el pase de la selección ajedrezada a la segunda fase. “Tenemos que ir a ganar, está clarísimo”, apostó el central: “A veces cuando te basta el empate no sabes qué hacer”.
El precedente de 2012
Croacia, el rival más peligroso del llamado ‘grupo de la muerte’, sólo ha ganado una vez a España: el 23 de marzo de 1994 (0-2) en un amistoso jugado en Valencia. El único encuentro oficial entre ambas selecciones, también el más reciente, fue el difícil triunfo español en la Eurocopa de 2012 (precisamente también el último de la primera fase) por 1-0 merced a un gol de Jesús Navas en el minuto 88. Un precedente para evitar cualquier relajación.
La dirección del equipo balcánico, que acabó desorientado el duelo contra Chequia tras la salida de Modric y los incidentes de su público en la grada (dejándose empatar un 0-2), recaerá con mayor responsabilidad sobre Ivan Rakitic, de magnífico torneo hasta la fecha. El equipo está lastrado por las dolencias de otros dos futbolistas esenciales, el central Vedran Corluka y el ariete de la Juventus (ex Atlético de Madrid) Mario Mandzukic, que arrastran sendos golpes y cuya presencia también es dudosa. El equipo entrenado por Ante Cacic se clasificará con un punto y será primera con una victoria. La única opción que le dejaría fuera es una derrota y que la República Checa ganara a Turquía y le superara en la diferencia de goles.
En caso de empate o victoria, España confirmará su primer puesto y jugará el sábado 25 en Lens contra una tercera clasificada de otro grupo. Por contra, una derrota le obligará a jugar el lunes 27 el parisino Stade de France contra Italia, la última finalista del torneo. No puede haber mayor aliciente para buscar la victoria en el que aspira a ser el mejor partido del campeonato hasta la fecha.
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