El brexit se ha apoderado también de la Eurocopa, donde a falta de fútbol para distraer a las masas el guantazo a la unidad continental protagonizó este viernes conversaciones, informaciones y ruedas de prensa en una Francia sobresaltada por la reclamación de un referéndum idéntico por parte de la candidata derechista Marine Le Pen. Por si fuese poco, la segunda fase del campeonato comenzará este sábado (Suiza-Polonia, 15:00). Después, a las 18:00, en el Parque de los Príncipes de París, habrá un apetitoso duelo entre Gales (que votó a favor del ‘leave’) e Irlanda del Norte, partidaria del ‘remain’, donde no se descarta un referéndum de anexión a Eire para seguir ligada a la Unión Europea.
El partido garantiza la presencia de una selección británica en los cuartos de final de la Eurocopa, un torneo que ninguna de las dos había disputado antes. Hace cinco años, Gales e Irlanda del Norte disputaron un partido amistoso frente a 529 espectadores (2-0). Este sábado, 45.000 aficionados les observarán en uno de los estadios más célebres del planeta. Para redondear el perfil anglosajón de la cita, será un árbitro inglés (Martin Atkinson) el juez del enfrentamiento.
Los galeses rezuman optimismo después de haber superado a Inglaterra en el grupo B (en el que fueron primeros: “Siempre es agradable quedar por delante de Inglaterra”, dijo Bale). Su estrella es el único futbolista que ha marcado goles en los tres partidos y comparte el ‘pichichi’ con Álvaro Morata. “Un orgullo para todos los galeses”, en palabras del seleccionador, Chris Coleman, que dirige un grupo felizmente acomodado en la costa bretona francesa: otro rincón de cultura celta donde han dicho sentirse “como en casa” y desde el que han logrado –pase lo que pase este sábado– un resultado difícilmente imaginable hace solo unos meses.
Todo son sonrisas en la concentración galesa, evalentonada por el liderazgo del jugador madridista. “Aquí se viene a ganar el torneo, no a jugar tres partidos e irte para casa”, afirmó hace unos días el Expreso de Cardiff. Para extremar la ambición del grupo, su técnico les mostró esta semana un vídeo de la generación de 1958, la mejor hasta ahora del país, que cayó ante Brasil (2-0) en los cuartos de final del Mundial de Suecia.
Coleman cuenta con su equipo de gala, en el que Aaron Ramsey y Joe Allen (apodado el Xavi galés) son hasta ahora subcomandantes de Bale, el responsable de la mitad de los goles de Gales en la Eurocopa y 7 de los 11 de la fase de clasificación. El técnico de los Dragones advirtió en la rueda de prensa previa al partido de que "la pasión hace olvidar la estrategia", una frase rebatida un par de horas después por su homólogo norirlandés, Martin O’Neill, quién recalcó que "la pasión nos ha traído hasta aquí” y otorgó el favoritismo al rival: “A nosotros eso nos viene bien. Ya hemos cumplido llegando hasta aquí y eso puede ayudarnos a afrontar el partido”, dijo en la tarde del viernes.
Proximidad geográfica, lejanía futbolística
Pese a la proximidad geográfica y cultural de ambos países, sus selecciones tienen planteamientos diferentes. Irlanda del Norte cifra su propuesta en la solidez de su defensa (incluido el portero, Michael McGovern, el mejor del torneo hasta ahora) y un bloque muy compacto, físicamente temible y carente de individualidades descollantes. Pese a esta carencia y a haberse clasificado como uno de los mejores terceros, no ha encajado más de un gol en los últimos 16 partidos.
Johnny Evans (defensor del West Bromwich Albion) y Kyle Lafferty (delantero del Norwich) son sus futbolistas con mayor experiencia en un combinado que apuesta por la pasión y el compromiso, los mismos atributos que han convertido a su hinchada –con permiso de la islandesa– en la predilecta del campeonato.
Parar a Bale
¿Cómo detener al ‘crack’ galés, le preguntaron a O’Neill este viernes? “Es un jugadorazo”, respondió el entrenador, “pero también nos hemos enfrentado a otros como Cristiano o Lewandowski. Son jugadores especiales, pero la base es que tenemos que ser muy fuertes en defensa y recuperar al equipo físicamente. Nos tenemos que centrar en cómo actuamos como equipo y esperar que Gareth tenga un noche tranquila”. El humor presidió la comparecencia de un técnico que ya ha hecho historia clasificándose a octavos. No ha alineado todavía al jugador del Wigan Will Grigg, protagonista de la canción del torneo, pero “es tan conocido ya como Bale”, afirmó en tono festivo: “Estamos encantados con todo lo que sucede a su alrededor. Nos ha hecho muy populares”.
“Un partido de la Premier”
De los 95 duelos entre las dos naciones, la selección verdiblanca sólo ha ganado 27 (la última vez en 1980). Puede ser el partido más intenso del torneo en las gradas, donde pugnarán también dos de las aficiones más animadas y ruidosas de la competición. “Será como un partido de la Premier, hasta el árbitro es inglés”, bromeó O’Neill.
Ninguno de los dos seleccionadores quiso opinar sobre el Brexit en este viernes ‘negro’ para Europa: “No puedo hablar mucho al respecto, porque sólo tengo formación como entrenador de fútbol. Además, no me llegaron a tiempo los papeles del voto por correo”, dijo el norirlandés. “Después del torneo habrá tiempo para hablar. No sabemos quién ha votado qué y en qué parte del país se ha votado una cosa o la otra”, señaló Coleman para esquivar cualquier análisis. París albergará un partido inevitablemente marcado por la decisión del Reino Unido de alejarse de Europa, aunque los equipos vayan a dejarse el alma por mantenerse en la Eurocopa.
Alineaciones probables
Gales: Hennessy; Gunter, Chester, Williams, Davies, Taylor; Allen, Ledley, Ramsey; Bale y Kanu o Volkes.
Irlanda del Norte: McGovern; Hughes, Cathcart, McAuley, J. Evans; Ward o Washington, Norwood; Baird, Davis, Dallas; Lafferty.
Árbitro: Martin Atkinson (ING)
Hora: 18.00 horas (16.00 GMT)
Estadio: Parque de los Príncipes de París.