Aquella noche del 31 de agosto al 1 de septiembre de 2015 fue una de las más largas en las oficinas del Santiago Bernabéu. Tras un año en blanco, con nueva cara en el banquillo (Rafa Benítez) y en el verano en el que se fue Casillas, el Real Madrid se fue a por David de Gea, el considerado mejor portero español y posiblemente en el top3 del fútbol mundial. Y lo fichó, pero no a tiempo.
A las 23.59 horas del 31 de agosto, es decir, en el último minuto del mercado de fichajes, el Manchester United mandó los papeles del fichaje del meta toledano, algo que imposibilitaba, porque ya no daba tiempo, a que el Madrid lo inscribiera en la LFP, paso imprescindible para poder fichar al jugador. Al final, De Gea se quedó en Old Trafford y, porque no quedaba otra, Keylor Navas, que también había dado el ok al trueque, tuvo que seguir en Madrid. El fax (y el tiempo) impidieron el movimiento.
Un año después, con un Madrid ya campeón de Europa por undécima vez, los blancos quisieron contratar al deseado en aquel verano, el francés Paul Pogba, con el problema de que su fichaje no solo reventaba el mercado (120 millones de euros), sino que también rompía toda la escala salarial instaurada en el Real Madrid. Su agente, el controvertido Mino Raiola, reconoció el interés blanco pero acabó por decir que "el Manchester United es más fuerte con Pogba. El Real Madrid no lo sería". El equipo inglés lo acabaría fichando.
Lo que el Madrid quiso tener y le vino bien no fichar
Este martes, Real Madrid y Manchester United abren, de forma oficial, la temporada futbolística con una descafeinada, por la fecha, Supercopa de Europa (martes, 20:45 horas). Varios años siendo los clubes más ricos del mundo, dos grandes del fútbol se enfrentan en Skopje (Macedonia) en circunstancias diferentes: los blancos siendo el mejor equipo del mundo, los red devils ganando una competición menor a lo que corresponde su historia.
Para el Madrid hay muchas historias de pasado y futuro en su duelo ante el United, el equipo que tiene aquello que quisieron los blancos y que no consiguieron. Y, además y con el tiempo como juez, aquello que no necesitaron, porque sin fichar o sin retener a los pilares hoy de los ingleses ganaron dos Copas de Europa, una Liga, recuperaron el dominio europeo...
El Manchester United tiene a David de Gea, el portero con el que soñó el Madrid en aquel verano de 2015 e incluso alguno más, y al que nunca le llegó a añorar, porque Keylor Navas acabó mostrando gran nivel en el Bernabéu, con dos Copas de Europa en sus guantes y haciendo olvidar a Iker Casillas, al que también al que se supone que tenía que sustituir, en forma de heredero en el Madrid y España, David de Gea.
Tiene también el United a Pogba, el fichaje galáctico de 2016 que acabó en Manchester y no Madrid y que todavía no ha llegado a demostrar que vale los 120 millones de euros que pagaron. Zidane le quería, él admiraba a Zizou, pero ambos no se llegaron a encontrar a pesar de ser el gran protagonista del pasado verano. Cada día había un rumor sobre Pogba. Tampoco acabó el Madrid necesitando al francés.
Al contrario. Otra filosofía, la de tener una plantilla de jugadores jóvenes y apostar por fichajes no excesivamente caros y con proyección por delante, le hizo al Madrid ganar el histórico doblete. Pogba, en su primera temporada en Old Trafford, se quedó muy lejos del nivel exhibido por centrocampistas del Real Madrid como, entre otros, Modric, Kroos o Marco Asensio.
El actual United es una especie de aquello que quiso ser el Madrid: tiene esas piezas por las que pelearon los blancos y que les arrebató el equipo inglés, aunque el tiempo acabaría señalándoles a los madridistas que no se tenían que echar las manos a la cabeza, que habían triunfado sin esos jugadores.
Y, sobre todo, los red devils a José Mourinho, que es el claro protagonista del duelo de la Supercopa de Europa. Será la primera vez que el técnico portugués se enfrente, en partido oficial, a su exequipo. Mourinho también fue el espejo en el que se quiso mirar el Madrid, pero, a diferencia de los anteriores mencionados, el entrenador luso sí que acabó en el Bernabéu. Y, como saben, se fue en 2013.
El Madrid tiene este martes su sexta final europea en tres años (tres de Champions y tres de Supercopa de Europa), el mismo periodo de tiempo que estuvo Mourinho en el Madrid sin alcanzar ninguna. Con 'Mou', al igual que se quiso con De Gea y con Pogba, aunque con sus claras diferencias (uno estuvo, los otros no, y no solo se debe medir la aportación por los títulos), el Madrid también quiso ser campeón de Europa, no lo fue y acabó lográndolo una vez sin todos ellos.
El primer título en juego esta temporada enfrentará al Madrid que fue contra el Madrid que nunca llegó a ser. Afortunadamente para los blancos, y rizando más el rizo, eligió el camino correcto y no necesitó a las piezas fundamentales del United de hoy para mejorar su plantilla. Se ahorraron mucho dinero y ganaron muchos títulos.
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