¿Es De Gea uno de los mejores porteros del mundo? Sí. ¿Sería titular en cualquier selección? Por supuesto. ¿Es posible que se le cuestione? También. Estas tres preguntas, en realidad, se le podrían hacer a él o a Iker Casillas, guardián de la meta española durante una década y, posiblemente, el mejor cancerbero de la historia de nuestro país. El de Móstoles lo fue todo y, sin embargo, de forma recurrente, se le puso en evidencia. España, en fin, es así. Subir a los altares a los ídolos para luego dejarlos caer forma parte de la tradición. Eso es algo consabido y asumido. Por David y por todos.

La primera prueba de este ritual impasible durante años se vivió en el último partido amistoso frente a Suiza (1-1). De Gea falló y, de repente, saltaron las alarmas. ¿Y si no está para ser titular? ¿Por qué no Kepa? ¿Por qué no otro? ¿Por qué no tirar toda la lista de Lopetegui? Eso, a veces, se piensa. Por eso, desde todos los frentes, se pidió tranquilidad. “Somos porteros y todo el mundo falla. Mejor hacerlo en un amistoso que en un partido oficial. Tengo facilidad para dormir, no me cuesta nada ni le doy muchas vueltas a esto. Lo importante es ayudar al equipo en la fase final del Mundial y que las cosas vayan bien”, reconocía el portero después del encuentro.

Pero la realidad, tirando de hemeroteca, es que al portero del Manchester United le toca dar un paso hacia adelante en este Mundial. Él fue consagrado como el sustituto de Casillas en la selección y, quizás, lo sea en el Madrid próximamente. Pero él, también, fue uno de los protagonistas del presunto abuso a una menor durante la Eurocopa de Francia y él ha sido el del plantón a Pedro Sánchez durante la despedida oficial y gubernamental de este verano. ¿Y paradas? De momento, se le recuerdan pocas. Por eso es uno de los que necesita demostrar por qué es titular indiscutible.

Diego Costa, De Gea y Rodrigo bromean durante el entrenamiento. Reuters

Argumentos para hacerlo tiene de sobra. A sus 27 años, ha sido indiscutible allí donde ha jugado. Lo hizo en el Atlético, consagrándose como una de las grandes promesas de España en al portería, y después ha hecho lo propio en el Manchester United, donde ha sido indiscutible con todos los entrenadores que han pasado por Old Trafford: desde Ferguson a Mourinho. Todos lo quieren. Pero no sólo estos. El Madrid, en reiteradas ocasiones, ha preguntado por él. Lo hizo en aquella noche de faxes que nunca llegaron y, esta temporada, tras la marcha de Zidane, podría recalar en el equipo blanco definitivamente.

Pero para eso todavía queda tiempo. En Chamartín todavía están pendientes de fichar a un entrenador… y después ya se verá. Por eso, su objetivo es este Mundial, dar un golpe encima de la mesa y sumar un nuevo título internacional a su palmarés. Aunque, en primera instancia, lo tendrá que hacer contra Túnez en el último partido de preparación de España para el Mundial (sábado, 20:45 horas). El primer choque en el que Julen Lopetegui tendrá a todos los internacionales, incluidos los del Real Madrid, que llegan tras ser campeones de Europa.

Ante esta coyuntura, y con él en la portería como fijo, las cuestiones se extenderán hacia más adelante. España tratará de recuperar el gol frente a Túnez y encontrar a su delantero titular. Diego Costa parte con ventaja por galones y jerarquía, pero Iago Aspas y Rodrigo se ajustan más a los estándares de juego de la selección. Ya con Isco, lo único que falta es ver puerta. Si se consigue esto, será el fin de los cuestionamientos a los incuestionables. Incluida la portería.

De Gea bromea con Asensio en la concentración de la selección. Reuters