El Mundial de Qatar 2022 abrirá a las mujeres un poco más la élite del fútbol masculino. La FIFA anunció esta semana quiénes serían los colegiados que dirigirán los encuentros de la cita más importante del mundo a partir del próximo mes de noviembre. Además de reunir a los mejores silbatos del mundo, entre ellos se han colado varias árbitros y jueces de línea que merecen la misma consideración. Seis mujeres, repartidas en tres árbitros y tres linieres, estarán la Copa del Mundo.
El fútbol siempre ha sido considerado un mundo de hombres. Sin embargo, poco a poco y con mucho esfuerzo, las mujeres van haciéndose un hueco y vas mostrando también su valía y su nivel. El femenino está ganando cada vez más protagonismo y sus competiciones son seguidas cada vez por un mayor número de personas. Pero también hay muchas niñas que sueñan con arbitrar los encuentros más importantes que tienen en estas seis mujeres un gran ejemplo.
La francesa Stéphanie Frappart, que ya fue la primera mujer en dirigir un partido de la Champions League; la ruandesa Salima Mukansanga y la japonesa Yoshimi Yamashita serán las colegiadas principales durante el torneo. No estarán solas porque habrá otras tres asistentes: Neuza Back, de Brasil, Karen Díaz Medina, de México, y Kathryn Nesbitt, de Estados Unidos. EL ESPAÑOL presenta las historias de cada una de ellas.
Frappart, referente
Las mujeres no solo han conseguido que su fútbol sea cada más visible y tenga más protagonismo y repercusión, sino que también están derribando la puerta de la disciplina masculina, demostrando que también pueden formar parte de ella como los hombres lo hacen de la suya. No es extraño ver a entrenadores o árbitros que forman parte del fútbol femenino. Por ello, las mujeres también intentan dar ese gran salto.
Y si hay una referente que está consiguiendo hacer este camino y ser protagonista en un mundo puramente de hombres, esa es Stéphanie Frappart, la colegiada que ha conseguido hacerse un hueco en el fútbol francés de máximo nivel y que ahora está haciendo lo propio en Europa. Frappart es ahora mismo una referente absoluta y una prueba de que poco a poco, la igualdad y la libertad se asientan en el fútbol y que lo que realmente importa es el nivel y la valía de cada uno.
Desde niña tenía devoción absoluta por el arbitraje y se imaginaba impartiendo justicia en los partidos más importantes del mundo, algo que poco a poco va consiguiendo, siendo ella misma la protagonista de esos avances. Su vocación por ser árbitra le viene desde muy pequeña, ya que con tan solo 13 años acudía a clases de árbitros para aprenderse perfectamente el reglamento del fútbol y conocer las variaciones que iban surgiendo temporada tras temporada.
Stéphanie Frappart nació en Val-d’Oise hace 36 años. Comenzó su andadura profesional como árbitra de la FIFA en el año 2011 y hoy en día es toda una institución. Tras hacer historia en la Ligue-1, en la Champions League, la Europa League y la Supercopa de Europa, da el paso directamente al Mundial como colegiada principal. Tiene posibilidades de dirigir incluso una final; eso sí, siempre que la selección francesa no llegue a la final de la Copa del Mundo.
La raza no importa
Este Mundial no solo se encargará de demostrar que las mujeres son capaces de dirigir encuentros, si no también que lo puede hacer una fémina de cualquier parte del mundo. Salima Rhadia Mukansanga hizo historia a comienzos de año cuando dirigió encuentros en la Copa de África. Ninguna mujer lo había hecho, menos una de raza negra. Esta ruandesa de 33 años soñaba con ser jugadora de baloncesto, pero su vida viró hacia el mundo del arbitraje que ahora le lleva a un Mundial.
Lo mismo sucede con Yoshimi Yamashita. Esta monitora de gimnasio tenía una relación muy cercana con el fútbol desde niña, pero no fue hasta la universidad cuando comenzó su carrera en el arbitraje. Tras hacer historia en la AFC Cup en 2019 arbitrando un encuentro internacional masculino, se ha ido asentando en Japón y en todo Asia. Ahora llegará al Mundial a sus 36 años por delante de otros colegiados de su país.
Desde la banda
Neuza Back se hizo un hueco en Brasil, donde el fútbol es especialmente una cuestión de hombres. Ya hizo historia en el Mundial de Clubes de 2021 cuando fue parte del equipo arbitral en un encuentro que compartió con su compatriota Edina Alves y la argentina Mariana de Almeida. Eso sí, no se ha librado del machismo en su país cuando tuvo que soportar los comentarios sexistas de todo un ídolo de este deporte en el país, Jairzinho.
En México se forjó otra de las protagonistas. Karen Díaz estudiaba la carrera de Ingeniera Agroindustrial y para costearla trabajó como árbitra en torneos de fútbol 7. Esto hizo que descubriera su pasión por el mundo del silbato y en 2009 haría su debut. En 2016 fue parte de su primer partido en la liga mexicana y dio el salto al escalón FIFA como juez de línea.
El mundo del arbitraje es tan apasionante como inesperado. Kathryn Nesbitt pasará de estar un día investigando en tu laboratorio de la Universidad de Towson, en Baltimore, a ser juez de línea en un Mundial. Especializada en descubrir métodos mejores para analizar las sustancias químicas del cerebro, desde el mes de noviembre tendrá que ser eficaz en cada fuera de juego, falta o acción controvertida que tendrá que juzgar sobre el campo.
[Más información: Sapir Berman, la primera árbitra transgénero del fútbol masculino: "No tengo miedo a las gradas"]
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