Mourinho y las lesiones: guerra abierta en el United
El técnico portugués, en el punto de mira tras un discreto inicio en el United, recurre de nuevo a las viejas tácticas que ya usó en el Real Madrid para espolear a la plantilla.
8 noviembre, 2016 12:11Noticias relacionadas
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Para un estratega como Jose Mourinho, cada centímetro de terreno se plantea como una batalla parcelada que analizar tácticamente. También ocurre en el plano comunicativo, donde el portugués es un experto en manejar a sus anchas a los medios: calla cuando debe, ataca cuando lo considera oportuno y desvía la atención cuando se requiere.
Por eso, no sorprende que en su primera temporada con el United haya recurrido a una de sus estrategias más socorridas: atizar a sus jugadores lesionados. Se trata de un discurso viejo, que ya empleaba en su etapa en el Bernabéu, y que rescata cuando no encuentra la manera de motivar a los suyos. Las recientes críticas a Chris Smalling y Luke Shaw son el último ejemplo.
Desde Inglaterra no dudan en calificar al portugués de "rey del dolor", tal y como recoge este martes la columna de Barney Ronay en 'The Guardian'. Una descripción que ahonda en el carácter beligerante del portugués, que hace suya la máxima de que "el fin justifica los medios". Porque Mourinho desea ganar por cualquier medio. Y eso suele llevar al límite a su plantilla.
Ironizó en 2014 con las lesiones de Sergio Ramos en el Real Madrid -"Sergio es un fantástico jugador de fútbol, pero no ha hecho un máster en Medicina en estos dos años", dijo-, año y medio después de dejar el banquillo de Chamartín. Sobre el brasileño Oscar argumentó que era un jugador "físicamente débil" en el Chelsea.
Mourinho suele recordar el estado de la enfermería con un trasfondo espiritual: apela, en el fondo, a un estado de ánimo, a una debilidad mental que desea espolear con sus declaraciones públicas. Es por ello que el portugués suele mandar estos mensajes en público, para que sus jugadores sepan que está dudando de su compromiso con el equipo, de su lealtad para con él.
Sin embargo, medir la respuesta ética de un futbolista hacia un proyecto deportivo en función de sus lesiones es tan absurdo como injusto. Y más en un equipo que disputa más competiciones que los de cualquier otro país. La exigencia de la Premier, sumada a las dos copas nacionales -FA y Copa de la Liga- y a la Europa League, hace que el calendario del Manchester United esté completamente saturado.
"No le gustan los jugadores que se lesionan", reconocía Arjen Robben cuando estaba a las órdenes del portugués. El holandés, que ha pasado buena parte entre lesiones, es sólo un ejemplo del tipo de futbolista que desprecia Mourinho: incluso en el Oporto -con el que logró sus primeros éxitos, como la Champions League de 2004-, jugadores clave como Benni McCarthy o Deco sufrieron las iras de su entrenador, que les llegó a mandar un recado justo después de conquistar la 'Orejona'.
Jugaron aquella final exhaustos. Y bastante tocados físicamente: Deco fue sustituido en el tramo final y McCarthy salió desde el banquillo. Un caso que recuerda al de Wayne Rooney esta misma temporada. El capitán de los 'red devils' se perdió el choque ante el Chelsea por haber forzado ante el Fenerbahçe, arrastrando tres lesiones distintas antes del partido ante el exequipo de Mourinho. Y es que llevar al límite a los jugadores, tiene un precio.