Si al Real Madrid de Zinedine Zidane hay que ponerle calificativos bien podrían valer la tranquilidad, el buen ambiente, el protagonismo de los jugadores por encima del personalismo del entrenador, la gestión de los egos, la dirección inteligente de la plantilla... Al fin y al cabo el francés fue pupilo de un maestro de la pacificación como Carlo Ancelotti.
Pero a lo que nunca se había enfrentado Zidane era a lo que suele ser el Real Madrid: una casa de los líos. Y suerte ha tenido de que los follones le hayan llegado al año de dirigir el equipo y no antes, como a la mayoría de sus antecesores. No todo iba a ser un camino de rosas y más estando en el equipo en el que todo se mira con microscopio. El técnico francés tiene varios líos (algunos buenos) y todos le llegan en el peor momento, con un derbi madrileño que abre los 15 días más duros y exigentes que ha tenido el Madrid en los últimos cuatro años. De hecho, hasta él mismo duda de su continuidad en el banquillo.
No se recuerda por Chamartín dos semanas tan exigentes desde la última temporada de Mourinho, cuando se enfrentaron al Manchester United en Champions y al Barcelona en Copa (ida y vuelta de semifinales) y Liga. Estas son peores. Dos duelos ante el campeón de Alemania y máximo favorito en Champions (Bayern de Múnich), uno directo con la Liga en juego ante el Barcelona, una visita al siempre correoso El Molinón y.. el derbi madrileño.
Contra el Atlético (sábado, 16:15 horas), el Madrid y Zidane arrancan un examen duradero que les hará saber hasta que punto estaban preparados y si de verdad son el equipo que han demostrado ser en otros tramos de la temporada. Como cada año, no es lo mismo jugar en noviembre que en abril, y es ahora cuando un equipo debe demostrar su vitola de favorito. El Madrid llega bien, salvo pequeños sustos en cada partido, pero con todos los jugadores preparados para la hazaña del doblete de Liga+Champions, algo que no se consigue desde 1958.
Los líos de Zidane: desde James a la táctica
El problema para los blancos es que los líos les han llegado en el peor momento. Los líos buenos y también los malos. El cabreo de James Rodríguez en Leganés ha abierto la primera grieta en el que parecía un vestuario tranquilo. El colombiano, ya molesto desde hace muchos meses, hizo público su desencuentro con el entrenador en Butarque. Y a Zidane se le abre el primer enfrentamiento que sofocar. Es una situación novedosa. Desde que entrena al Madrid desde enero de 2016, no se había aireado un rifirrafe con algún jugador. Ya sea con mano blanda o mano dura, Zidane tiene el primer incendio que amenaza con esconder el fútbol y florecer las disputas.
Otro lío, este más amable, es el del esquema táctico. Al final, los menos habituales han obligado a abrir un debate que siempre ha estado presente pero que se ha ido aplazando por los buenos resultados, aunque las victorias tampoco tuvieran mucho que ver por el estado de forma de los titularísimos. Al eterno aspirante Isco se le unen Asensio y Morata, aunque más que nombres es de sistema. ¿Debe seguir jugando la BBC? ¿No hay opción de una alternativa al mal momento de forma de Modric?
Si no hay sorpresas en las últimas horas, Zidane repetirá el once que ganó al Atlético... en Milán. Pero en el Bernabéu no habrá penaltis y el empate acabaría siendo una derrota. Los cinco hombres más ofensivos, Kroos, Modric, Cristiano, Bale y Benzema, llegarán frescos (solo el croata jugó algunos minutos en Leganés) y habrá un reto por delante: seguir con la larga racha de partidos con gol (van 51 consecutivos) ante uno de los equipos más difíciles de marcar.
Si el Madrid logrará por fin ganar al Atlético en Liga en el Bernabéu (no lo hace desde 2012), será muy difícil que se le escape el torneo, aunque todavía le quedará por recibir al Valencia, al Sevilla y, sobre todo, al Barcelona. Pero esta jornada es clave para los culés, más por psicología que por puntos. Los culés necesitan una ayuda rojiblanca que, tirando de hemeroteca, no han sido capaces de amargar las ligas al Madrid.
En 2012, los blancos fueron al Calderón con la Liga en juego y golearon 1-4. En 2007, el Atlético se llevó seis del Barcelona cuando los azulgrana luchaban con el Madrid por el título y en 2003 los de Del Bosque, entonces entrenador del Real, ganaron en el Calderón en la penúltima jornada, colocándose lideres gracias al pinchazo de la Real Sociedad.
Otra historia es lo que se verá el sábado, con los dos equipos a puertas de los cuartos de la Champions, aunque con un Madrid mucho más necesitado de ganar que el Atlético. Y con el derbi ya igualado, no como antaño, y con los locales buscando regatear, además de la telaraña de Simeone, sus propios líos.
Noticias relacionadas
- El Cholo recupera su muro para el derbi: un gol encajado en seis partidos (y sin Theo)
- Alerta en el Bayern: Lewandowski se retira del entrenamiento
- La condena kafkiana de Zidane
- Asensio y Morata se reivindican y evitan el susto del Madrid en Leganés
- Las dos velocidades de Isco
- El Real Madrid tira de oficio y consigue más de lo que merece ante el Alavés