El pasado martes, en zona mixta y rueda de prensa, las conversaciones fueron tibias, rápidas y no demasiado optimistas. Qué se le iba a hacer, nadie podía pedir mucho más: el Atlético de Madrid acababa de caer contra el Villarreal (0-1) y Carrasco, además, se había marchado lesionado. ¡Menuda faena! El caso es que esa derrota sirvió de conjura para lo que se ha visto este sábado en Las Palmas: una goleada por la vía rápida -en apenas 18 minutos anotó tres goles- que sirve para dos cosas. La primera, para que el Sevilla no piense en ser tercero; y la segunda, para llegar a la Champions con una sonrisa [narración y estadísticas: 0-5].



El pasado martes, también, se habló mucho de la dificultad del Atlético para marcar gol. ¿Le preocupaba eso a jugadores y entrenador? En parte, sí… en parte, no. El equipo de Simeone, contra el Villarreal, había hecho un gran partido. Quizás -y aunque esto sea subjetivo- uno de los mejores de la temporada. Sin embargo, cayó. Creó ocasiones y jugó bien, pero erró en los últimos minutos y, a la postre, empató con el Sevilla por la tercera posición. Es decir, las pocas palabras estaban justificadas. Pero, eso sí, no debían preocupar en exceso. Al fin y al cabo, era la cuarta derrota del conjunto rojiblanco en 2017.



Todo eso ocurrió, pero ya es pasado. El presente desmiente algunas de las tesis anteriormente mencionadas. Decían que el Atlético no tenía gol, pues marcó tres contra Las Palmas. Y lo hizo por la vía rápida: Simeone decidió iniciar el partido con Gameiro y él, que se ha pasado los últimos meses lesionado, ha vuelto en un gran momento de forma. Porque sí, él fue quien aprovechó un buen centro de Saúl para anotar el primero de su equipo. Y sí, también fue él quien anotó el tercero: tiró el desmarque, recibió el balón de Gaitán y lo metió dentro de la portería defendida por Javi Varas.



Pero el partido no sólo sirvió para que regresara Gameiro, sino también para que otros lleguen enchufadísimos. Saúl, por ejemplo, marcando el segundo gol de cabeza. Pero también Thomas, que entró en la segunda mitad y combinó con Correa para marcar el cuarto tanto, y Torres, que marcó el quinto. El único que se quedó sin ‘mojar’ fue Griezmann, que jugó durante 20 minutos y guardó su fusil para la Champions. Y no era necesario sacarlo, Las Palmas, que desde que Quique Setién anunció su marcha se ha ido cayendo progresivamente, apenas si plantó cara a los rojiblancos, y la tarde acabó tan plácida como empezó para el Atlético. 



Eso es lo que ofreció el presente. El Atlético, ahora, ya piensa en el futuro. En el próximo martes, que espera no sea tan negro como el que dejó atrás contra el Villarreal. Espera el eterno rival, el Real Madrid, de nuevo en Europa, otra vez en la Champions… Con ellos se ha visto los tres últimos años en la máxima competición continental. Y en todas salió perdiendo. ¿Qué pasará esta vez? Ya se verá. En cualquier caso, el equipo de Simeone llega con buenas sensaciones, goleando y con Gameiro enchufado, el último que faltaba.

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