Llega la penúltima jornada de Liga, tan deseada por muchos por el horario unificado. Gol aquí y penalti allí. Todo a la vez (a partir de las 20:00 horas), en dos horas vibrantes y emocionantes que dejarán todas las luchas prácticamente sentenciadas. Aunque el duelo más importante no tendrá fin este domingo. Al final de esta jornada 37 no habrá campeón. Ni una derrota del Barcelona en Las Palmas ni una victoria del Madrid al Sevilla darían matemáticamente el título a los blancos. Tampoco al revés para los azulgranas.
Juega el Madrid contra el Sevilla y contra la historia. Una vez cerrado el pase para la final de la Champions, busca un título de Liga que no consigue desde 2012 y que no lo comparte con Europa desde 1958. El doblete está a cuatro partidos. "Tenemos más posibilidades que nunca del doblete", dijo Zidane, no escondiendo la realidad. Para ello tendrán que salir vivos (victoria o empate) del encuentro más difícil que les queda en Liga.
El Sevilla visita el Bernabéu, que alberga su último partido de la temporada, con una remota posibilidad de alcanzar la tercera plaza (tiene que ganar sus dos partidos y que el Atlético pierda sus otros dos), pero, como hiciera el Valencia hace dos semanas, con grandes esperanzas de reventar la liga a los de blanco. Ya le cortaron en el encuentro de ida la racha de 40 partidos seguidos sin perder y ahora querrán hacerle un roto al Madrid. A los de Zidane les vale la victoria y el empate, aunque todavía tienen el partido de Vigo (miércoles 17) como comodín para superar al Barça.
En el quinto partido de la temporada entre madrileños y andaluces (uno de Supercopa, dos de Copa y dos de Liga), el Madrid deberá aparcar la euforia europea y adaptarse a la Liga. Lo hará sin el equipo B. Zidane hará cambios, pero no a la altura de los partidos en Leganés, Gijón, La Coruña o Granada. Volverá al once Nacho, sin minutos en el Calderón, posiblemente James y la duda estará entre Benzema y Morata. El reparto de minutos será clave, ya que el Madrid se lo juega todo en una semana y después tiene dos de descanso hasta la final de Champions.
El espíritu del 2007 con Capello
No gana el Madrid una Liga en las últimas dos jornadas, las que se juegan a la misma hora, desde 2007. En 2008 y 2012, sus últimos títulos domésticos, ganó antes de llegar al momento de los transistores. En los últimos tres años también llegó con opciones, pero dependiendo del Barça y el Atlético. Siempre acabó por detrás.
Hace diez años, en la emocionante Liga con Capello, los blancos alcanzaron el éxtasis en una jornada como la de este domingo con su empate en Zaragoza y el famoso gol de Tamudo en el Camp Nou. Precisamente este fin de semana se cumple una década de una de las remontadas épicas que caracterizó a aquel Madrid, la que se consiguió ante el Espanyol (4-3).
El último partido en el Bernabéu ante el Valencia tuvo ese componente, con el gol tardío de Marcelo, y durante toda la temporada el Madrid ha estado en esa raya que en caso de caer de cara hace que una Liga sepa mejor. Hay varios puntos que sacó al final, al estilo Capello en 2007: dos ante el Deportivo, uno en el Camp Nou, dos en Gijón, otros dos ante Las Palmas, tres en Villarreal y los dos mencionados ante el Valencia.
El Madrid, pendiente de la isla ¿bendita?
Por su parte, el Barcelona viaja a la que era una de las plazas mas difíciles de la Liga, pero que ha acabado siendo un chollo para los rivales. Allí ganó el Barça por la mínima y con mucho sufrimiento el pasado año (1-2) y empató el Madrid esta misma temporada (2-2). Pero las cosas han cambiado mucho por Gran Canaria. Desde que se anunciara que Quique Setién no continuaría en el club, Las Palmas solo ha ganado un partido de ocho y ha sido goleado en Leganés (3-0), ante el Atlético (0-5), en Bilbao (5-1), en Eibar (3-1) y en Vigo (3-1). Hasta perdió en Gijón ante un Sporting que llevaba siete partidos sin ganar.
Con este panorama, pocos confían que la exitosa etapa del técnico cántabro en Las Palmas, terminada en catástrofe, acabe con una victoria en el último partido de la temporada en el Estadio de Gran Canaria. La falta de motivación en un equipo que hace semanas se desconectó y las obligaciones del Barcelona por seguir en la lucha por la Liga adelantan un cómodo encuentro para los azulgrana. Pero fútbol es eso, fútbol, y nunca se puede asegurar nada.
Si Tenerife fue la isla maldita para el Madrid, quien sabe si Las Palmas acabará siendo la isla... bendita, devolviéndole lo que perdió en los inicios de los noventa en el Helidoro Rodríguez López. Los blancos sueñan con que los amarillos le den una ayuda que sería clave para el Madrid, ya que no necesitaría con tanta urgencia las victorias en difíciles partidos como el de este domingo ante el Sevilla o el miércoles en Vigo. Para ello se aferran a, entre otros, Jesé, exmadridista y que, tras un pésimo paso por Las Palmas en su cesión, podría arreglar su imagen convirtiéndose en el ídolo de los capital.
No estará Piqué en Gran Canaria por una "indisposición". Fue ingresado este sábado en el hospital Vall d'Hebron por un virus estomacal y no viajó a Las Palmas. Sin Sergi Roberto, sancionado, la defensa se le complica a Luis Enrique. Pero arriba tendrá a la MSN en el penúltimo sorbo del técnico asturiano en el banquillo del Barcelona.
El año con menos emoción en la lucha por la salvación
Con Granada y Osasuna ya descendidos, la lucha por la salvación, más light que nunca, deja al Sporting buscando el milagro de los milagros. Necesita ganar en Eibar este domingo y que el Deportivo (en Villarreal) y el Leganés (en Bilbao) pierdan sus partidos. También jugarán a las 20:00 horas. Aún con esos resultados, el conjunto asturiano seguiría en descenso y necesitaría esas mismas combinaciones en la última jornada, que se disputará el próximo fin de semana.
Siete partidos se jugarán en el horario unificado (además de los comentados, también el Betis - Atlético de Madrid y el Real Sociedad - Málaga). El Alavés - Celta, sin nada en juego, será a las 16:00 horas y este sábado ya se disputaron el Espanyol 0-1 Valencia y el Osasuna 1-1 Granada.
Prepáranse para las dos horas más emocionantes de todo el año en el fútbol nacional. Jugar a la misma vez quita la posibilidad de ver a todos, pero regala la opción de adentrarse en la bendita locura del fútbol. Muchas ligas no podrían entenderse sin este final de temporada, jugando a la vez y mirando de reojo lo que hace el otro. Este domingo, la penúltima pincelada de un torneo que, pase lo que pase, no tendrá su fin aquí.
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