Dos personas, en el Wanda Metropolitano, se miran extrañadas; no hablan, pero se entienden. Simeone, en rueda de prensa, tras empatar contra el Real Madrid (0-0), después de que su equipo se vaya a 10 puntos del Barça, no titubea: “En Liga estamos muy bien”. Y muchos no lo comprenden, quizás no puedan. El Atlético, para ellos, debe estar luchando por el primer puesto. Sin embargo, el Cholo no pierde la perspectiva ni en un momento tan amargo como el del pasado sábado. No niega que en la Champions su equipo “no está bien”, pero da valor a lo hecho en la Copa del Rey y en la competición doméstica. Pero, ¿por qué? Por cuatro motivos principales, todos tan obvios como lógicos –con independencia de que se compartan (o no)–.

El objetivo del Atlético pasa por ser tercero

Es posible, por aquello de que el Atlético lleva años instalado en la parte noble de la tabla –con una Liga y dos finales de Champions incluidas–, que muchos piensen en el equipo de Simeone como candidato al título. Y es lógico. Sin embargo, desde el banquillo no se ve así. En un año sin fichajes, el objetivo, a principio de temporada, era terminar en tercera posición. ¿Eso quiere decir que se desechara la posibilidad de intentar algo más? Obviamente, no. Si los colchoneros empezaban bien, si llegaban luchando por la Liga a Navidades, si después se incorporaban Diego Costa y Vitolo en buena forma… Si todo eso hubiera coincidido en el tiempo. Entonces, claro, los colchoneros podrían haber creído, pero sin perder de vista ni su pasado (bastante peor que el actual) ni su objetivo prioritario: conseguir la clasificación para la máxima competición europea.

Ausencia de jugadores nuevos



“¿Qué puede generar la presencia de Diego Costa?”, le preguntaron a Simeone tras empatar contra el Madrid. Y contestó: “Su presencia no creo que genere ninguna situación. Están por llegar dos jugadores y es verdad que estamos conviviendo con una situación en la que hace año y medio que estamos con los mismos futbolistas. Ellos ven que llegan dos y saben que algunos van a tener que salir”. Y eso, obviamente, influye.

Simeone no ha podido contar con nuevas incorporaciones en verano y eso lo ha acusado el equipo. Además, los que tenían que luchar por un puesto hasta Navidades (Vietto, Gameiro, Gaitán…) no han respondido. Eso ha derivado en que el Atlético no está, a día de hoy, en condiciones de luchar por la Liga, pero sí de optar al tercer puesto (está empatado a 24 puntos con el Real Madrid en esa posición).

Fernando Torres, tras fallar una ocasión.

El Atlético no ha perdido en Liga

Si se mira el calendario, el Atlético ha sacado buenos resultados ante los grandes. Empató contra el Valencia en Mestalla (0-0), y ante Barcelona (1-1) y Real Madrid (0-0) en el Wanda Metropolitano. Además, ganó al Sevilla (2-0). Es decir, ha salvado partidos importantes. Entonces, ¿cuál es el problema? Que no ha conseguido dar el do de pecho ante equipos como Leganés (0-0) o Girona (2-2). Por eso mismo, Simeone considera que en cuanto la bola empiece a entrar –porque lo hará– y Griezmann recupere su estado de forma; entonces, los colchoneros estarán luchando por lo que quede –aunque quizás ya no les dé para intentar hacerse con la Liga–.



Sequía de Griezmann



Pasan las jornadas y los titulares se repiten. El Barcelona no convence, pero gana y sigue líder. Y el Valencia, por ejemplo, en la última jornada, a pesar de merecer la derrota ante el Espanyol, sacó los tres puntos (0-2). El Atlético de Madrid, sin embargo, da igual lo que haga. Cuando juega bien, empata; y cuando lo hace mal, también. ¿Y por qué? Porque no mete goles. O, dicho de otra manera, porque Griezmann está en su peor año (nunca había acumulado ocho partidos sin marcar con el Atlético). Y eso, claro, se nota.



Año de transición

Simeone era consciente de todo lo anterior antes de que comenzara la temporada, antes siquiera de renovar. Sabía que no había fichado, que su equipo tenía que ascender el Tourmalet y lo iba a pasar mal hasta Navidades. Todo eso lo tenía en la cabeza. Por eso no le sorprende el momento de su equipo. Él era consciente de que esto podía ocurrir. El Atlético se encuentra en un año de transición, y como tal se lo está tomando.

Griezmann protesta durante el derbi. EFE

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