Dos frases para entender en la fase en la que ha podido entrar el Real Madrid (en las próximas se verá si ha cambiado) tras la espectacular goleada al Deportivo (7-1), la mejor de lo que va de temporada, que acabó con la triste racha en Liga y que alumbra el tortuoso camino que el equipo de Zidane estaba teniendo en estos primeros días de 2018.
La primera, de hace tan solo una semana, del propio entrenador del Real Madrid: "La mala racha la vamos a cambiar cuando ganemos un partido", dijo Zidane. La segunda, la teoría del kétchup, una ya clásica en el fútbol, de Ruud van Nistelrooy. "Los goles son como el kétchup, a veces no salen por mucho que lo intentes y luego vienen todos de golpe", explicaba el delantero holandés.
A esta última, el exjugador del Madrid se refería en individual, pero podría también valer para el colectivo en este Real Madrid. Le costó muchísimo a los blancos hacer un gol en los últimos partidos de Liga en el Bernabéu: 42 tiros ante Villarreal (0-1) y Barcelona (0-3) y ni un solo tanto. Una vez llegó el gol, entraron siete de golpe.
A aquello que dijo Zidane, y que la mayoría pasó por encima sin darle credibilidad, el tiempo, por ahora, le da la razón. El Madrid ganó el jueves en Leganés y aunque no lo hiciera de forma muy brillante y con un gol en el 88', venció, que era lo importante. Y ahí estaba la victoria que pedía Zidane para cambiar el rumbo. Tres días después, goleada al Deportivo.
Al margen del gran resultado que sacaron los blancos este domingo, el partido dejó muchas cosas positivas para los de Zidane. Ya era hora de que así fuera. Hacía mucho tiempo que el Madrid no tenía un duelo cómodo en el que además pudiera gozar de minutos de tranquilidad y disfrute. Hay síntomas de recuperación. Han aparecido algunos brotes verdes en el Bernabéu.
Por ejemplo, Gareth Bale, que ha demostrado que es un jugador fundamental en este Real Madrid. Marcó dos goles al Deportivo, pero ya no solo fue el doblete, sino lo que aportó al juego. Creó juego por banda, y eso que tuvo que arrastrar a un débil Carvajal, dio velocidad al ataque, centros acertados al área, inició jugadas. En resumen, suministró nuevas ideas a un Madrid que en las últimas semanas era excesivamente monótono.
Con Bale a buen nivel, el actual campeón de Liga mejorará, algo que tampoco es muy difícil. Es un jugador influyente que hace jugar al Madrid mucho mejor. Al igual que si encuentra el gol, muchos problemas quedarán sepultados, ya que se ha dejado muchos puntos no por su falta de juego sino por la ausencia de gol.
Ahí también entra Cristiano Ronaldo, que ante el Deportivo estuvo continuamente desesperado, mostrando públicamente una ansiedad por su falta de gol (falló varias ocasiones claras) que se acabó en el minuto 78, cuando marcó el 5-1. Después anotó el sexto seis minutos después, un gol que le hizo abandonar el terreno de juego al recibir un fuerte golpe que le dejó sangrando. Tenga o no relación, los dos goles de Cristiano coincidieron cuando la BBC estuvo en el campo después de mucho tiempo (Benzema entró por Mayoral en el 65').
Otro síntoma de recuperación fue la remontada que acometió el Real Madrid este domingo porque, aunque no se pueda creer, este 7-1 comenzó con un gol de Deportivo (Adrián López en el minuto 23) que acabó taponando el equipo de Zidane con un gol de Nacho diez minutos después. Ese tanto del central (que también acabó con un doblete) fue muy importante porque no dio tiempo a que el Madrid repitiera errores y se estrellara ante su falta de puntería que después provoca desesperación.
Es la primera remontada del Real Madrid en Liga en toda la temporada y no porque sea la primera vez que empezaba perdiendo. La diferencia esta vez radicó en que respondieron bien y rápido ante el golpe del rival y demostraron que aún tienen algo de ese ADN que el año pasado les hizo campeones, ya que en la Liga pasada fueron varios los duelos que ganaron o remontando o en los minutos finales.
El único problema que se encontró en el encuentro de este domingo Zidane fue la fragilidad defensiva. El Madrid concede mucho atrás y con muy poco le meten gol. El Deportivo aprovechó una de las pocos que tuvo para asustar al Bernabéu. Afortunadamente, apareció Nacho como figura para controlar el desconcierto que ahí había. El canterano blanco no solo marcó dos goles, sino que ordenó a la defensa, salvó un gol en la línea y se ganó a la hinchada. Ahora falta que le acompañen sus compañeros de zaga.
Marcelo también mejoró y reaccionó cuando la grada le pitó tras unos primeros minutos malos y se unió a la esperanza de un horizonte en el que se abandone el pasado más reciente. Es por ello que se pueden hablar de brotes verdes en el Madrid, que tendrá una prueba de fuego el próximo sábado en Mestalla para saber si su mejoría es real.
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