El último entrenador del Real Madrid antes de Zidane, el ya olvidado Rafa Benítez, fue destituido tras un partido en Mestalla. El anterior del anterior, Carlo Ancelotti, comenzó su declive en Mestalla y de una derrota allí nunca más se recuperó. El actual, ya muy tocado, busca todo lo contrario. Necesita ya un partido de máxima exigencia en el que salga vivo.
No es tradicionalmente el estadio del Valencia una buena plaza para hacer ejercicios de reanimación en el Real Madrid. Tres años seguidos sin ganar (dos victorias locales y un solo empate con el que Benítez perdió el trabajo), el Madrid no vence allí desde diciembre de 2013. Desde entonces, un Valencia siempre crecido ante los blancos, fuera cual fuera la situación de ambos equipos.
Tras el golpetazo copero ante el Leganés, y sabiendo ya que la Liga está perdida, al Real Madrid no le queda otra cosa que tomarse el futuro más inmediato como una 'mini-pretemporada' que sirva como preparación para lo único relevante que le queda, el duelo de octavos de Champions ante el PSG. La ida, en el Bernabéu, será el 14 de febrero.
Antes de esa fecha, el Madrid jugará ante Valencia (este sábado, 16:15 horas), Levante (sábado 3 de febrero en el Ciutat) y Real Sociedad (sábado 10). Tres partidos, uno cada siete días, para recuperar anímica y futbolísticamente al equipo. El PSG, en cambio, tendrá cinco encuentros antes de visitar Madrid: vs Montpellier (27 de enero), Stade de Reims (30), Lille (3 de febrero), Sochaux (6) y Toulouse (10).
Sólo tras la eliminatoria (entre la ida y vuelta hay otras tres semanas) se sabrá si jugar más o menos partidos es mejor, pero el problema actual del Madrid no es de competición, sino de fútbol y ánimo. Zidane necesita una bomba de oxígeno para recuperar a un equipo hundido, sin alma ni corazón. Es imprescindible resucitar ya si no se quiere terminar la temporada en marzo. Y para ello se necesita una creencia en sí mismo que ahora no existe. Los desastrosos resultados de los últimos tiempos se deben a muchas razones, pero todas ellas encadenan en una falta alarmante de confianza.
Lo más parecido que tendrá ante el PSG este equipo será el duelo de este sábado en Mestalla. El Valencia, con la resaca de la Copa, es un rival directo de los blancos, que vuelven a tener el riesgo de quedarse fuera de puestos Champions. Al margen de los puntos (pendientes, claro, de no acabar en Europa League), el Madrid debe centrarse estos 15 días en hacer una pretemporada para el PSG.
Por ejemplo, Zidane podría probar alternativas a lo ya visto, podría probar cómo está la BBC junta, podría afianzar a Nacho en el centro de la defensa... Podría hacer lo que quiera, pero tener las ideas claras para repetirlas el 14 de febrero ante el PSG. El Madrid debe tener en cuenta que ahora juega para prepararse para la Champions. No tiene otra alternativa. Y la exigencia de este duelo ante el Valencia debe servirle como ensayo.
Sin Isco y sin Ramos, ambos de baja por lesión, Zidane tiene vía libre para jugar con la BBC (no salen juntos de titulares desde el 2-3 del Barcelona en la pasada Liga) así como con el equipo que tantas alegrías le dio antaño (único cambio de Nacho por Ramos). Con el mismo equipo que ganó dos Copas de Europa, la comparación podrá ser destructiva. Confianza en los mismos que puede airear que este equipo necesita una renovación.
No gana el Madrid lejos del Bernabéu desde el 14 de octubre, cuando venció por 1-2 en el Coliseum de Getafe. Para acabar con ello deberá controlar al segundo ataque más goleador de la Liga. La amenaza de Guedes, Rodrigo y posiblemente Santi Mina es real. A su lado, el fortín de Mestalla en el que no han ganado ni Barcelona ni Atlético y solo ha visto una derrota esta temporada.
Será interesante saber cómo afronta Marcelino García Toral las dos semanas más 'infernales' que va a tener en toda la temporada que a su vez son los 15 días más importantes del Valencia en mucho tiempo. En ese tiempo, al Valencia se le ha acumulado todo: dos partidos de semifinales de Copa del Rey y dos duelos de Liga ante dos rivales directos, Real Madrid y Atlético. Un partido de máxima exigencia cada tres días.
A pesar de que los dos equipos vayan pensando en otras competiciones, un Valencia - Real Madrid siempre será un partido grande. Y más este año, que los che han regresado al lugar que les corresponde. No hay que olvidar que es un duelo directo por la tercera plaza, aunque para el Madrid sirva como el inicio de la cuenta atrás para prepararse ante el PSG.
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