Alejandro José Hernández Hernández, como en aquella canción de Serrat, pensaría que el domingo podría “ser un gran día”. El colegiado tenía por delante un Clásico –en teoría, descafeinado– y con la Liga decidida. Por eso, sus problemas eran menores. O eso creía. Había sido designado para arbitrar en el Camp Nou y contaba con experiencia de sobra para hacer frente al encuentro: tiene 35 años, es internacional desde 2014 y lleva seis temporadas en Primera división. Pero no contaba con ser el protagonista, con que sus apellidos trascendieran, con que hoy, en cada oficina y en cada bar, se hable de él. ¿Por qué? A estas alturas, quizás no haga falta recordar sus errores del Clásico, pero sí su historial.
Hernández Hernández, en realidad, ya perjudicó al Madrid en otras dos ocasiones. Y, en ambas, fue en un Clásico. En el primero, en la temporada 2015/16, el conjunto blanco ganó, con remontada incluida (1-2), pero se quejó por su actuación: expulsó a Sergio Ramos y anuló un gol a Gareth Bale. Y, la temporada siguiente, más de lo mismo, volvió a sacar roja al central merengue, pero ganó el Barcelona (2-3). Pero sus grandes noches no acaban ahí…
En el Barcelona también lo tienen presente -para bien y para mal-. ¿El motivo? Hernández Hernández cometió un error de bulto en el partido contra el Betis de la temporada pasada: le anuló un gol fantasma a Luis Suárez en el Benito Villamarín. Unos días después, reconoció su error: “Yo entiendo el enfado de muchísima gente, pero era imposible que pudiéramos verla. Fue una acción muy rápida que mi asistente no pudo ver y yo no pude ayudarle. Te vas con ese muy desagradable sabor de boca. Es un error que arrastras, porque cada vez que tengas un reto por delante, esto va a salir a la luz”. Aunque, eso sí, los culés dejaron de quejarse después de que les pitara, en un partido posterior, dos penaltis a favor contra el Eibar: uno sobre Neymar y otro sobre Jordi Alba.
¿Y ayer? Más de lo mismo. Eso sí, el mayor perjudicado fue el Real Madrid. Si se ponen en una balanza los errores de un lado y de otro, la moneda cae a favor del Barcelona. Porque si bien Bale tuvo que ser expulsado por una entrada por detrás a Umtiti, el colegiado influyó más decisivamente en jugadas en contra de los blancos: el penalti de Jordi Alba sobre Marcelo y la falta de Luis Suárez en el segundo gol del Barcelona. “Ha sido un poco falta”, reconoció el uruguayo con posterioridad, al ser preguntado por la televisión.
Ese es el historial de Hernández-Hernández, que quizás no tuvo un buen día. Cosas que pasan. Él, como todos, es humano. Tuvo la suerte, eso sí, de que en el partido no se decidía la Liga. De lo contrario, su nombre y sus apellidos no serían la comidilla de un día, sino que estarían presentes durante un buen tiempo.
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