La imponente figura de Fernando Hierro, con camisa blanca, en el área técnica, intenta devolver al Oviedo a su categoría. Vive los partidos con relativa tranquilidad, pero mantiene intacta la capacidad de sus cuerdas vocales, esa que ejercitó durante tres lustros al frente de la defensa del Real Madrid, cuando sus órdenes recorrían el equipo sobre raíles de ida y vuelta. Su voz de mando era una locomotora. Cuando la cosa se pone tensa, eso sí, Hierro gesticula como en los buenos tiempos. Ahora lo que más a mano tiene es el cuarto árbitro, y centra sus fuerzas en él.

El excapitán madridista fue el fichaje estrella del Real Oviedo este verano, algo que en el Carlos Tartiere ni habrían soñado en los años noventa. Cosmin Contra es el buque insignia del Alcorcón. Juan Eduardo Esnáider sigue buscando el camino en Getafe; y Luis Milla, que es el único que de momento se salva, es el encargado de reconducir al Real Zaragoza hacia la Primera División. Todos ellos grandes jugadores internacionales, a los que ahora, al frente de sus respectivos banquillos, les quita el sueño la dureza de la Liga 123, liderada tras 6 jornadas por Levante (13pts), Lugo (12pts) y Reus (12pts).

Hierro, desde su aparente frialdad, no ahorra cariños para cada jugador suplente que ingresa en el campo. Les pasa la mano por el cuello, les agarra el hombro, aunque luego ante la prensa analiza sin piedad y con destreza cada fracaso: “Cuando teníamos que haber tenido más personalidad, ahí yo creo que nos ha faltado”, dijo después de que el equipo se dejara remontar ante el Getafe. “Los pequeños detalles, las pequeñas cosas nos siguen penalizando mucho; es para aprender, para sacar carácter, para saber que aquí nadie regala nada”.

Mucho más dolió la derrota en casa en el minuto 95 frente al sorprendente Reus en la sexta jornada, segundo varapalo en cuatro días: “El fútbol está siendo cruel con nosotros, pero no queda otra cosa que levantarse.”

NERVIOSISMO EN OVIEDO, GETAFE Y ALCORCÓN

Las estadísticas hasta la fecha de Getafe (17º en la tabla), Real Oviedo (18º) y Alcorcón (21º) no son dramáticas porque es demasiado temprano, pero empiezan a poner nervioso a más de uno: 4, 3 y 2 goles a favor respectivamente en seis encuentros disputados. Muy poca felicidad para un público necesitado de buenos ratos. El Real Zaragoza de Luis Milla, en cambio, suma once tantos.

El exinternacional rumano Cosmin Contra, lateral derecho del Atlético de Madrid, Milán y del mejor Alavés de siempre, es quizá el que soporte menos presión, dada la humildad del proyecto que defiende. Con mantener dignamente la plaza en la categoría podría darse más que satisfecho. “Sabemos que esta situación no es fácil para nadie pero hemos trabajado y nos hemos preparado muy bien estos días. Estamos con confianza y ese es el mensaje que estos días hemos transmitido a los futbolistas”, decía antes de comenzar el viaje hacia Sevilla, donde les espera el filial sevillista.

Fernando Hierro da indicaciones en un entrenamiento. Real Oviedo

La presión de Oviedo y Getafe es diferente ya que son proyectos ideados para jugar en Primera División la próxima temporada. Para ello, estas grandes estrellas tienen que rebuscar en sus plantillas con el objetivo de encontrar sobre el césped al líder que represente su espíritu en cada partido. La estrella del Real Oviedo de Hierro es Michu, del que hablaba el técnico malagueño después de la derrota en Getafe en la quinta jornada: “Le veo bien, como siempre. Es un magnífico profesional, alguien que nos aporta mucha claridad entre líneas, nos aporta segundo balón, nos aporta llegada. Es un chico que tienemucha personalidad y que entiende muy bien el juego. Eso sabemos que lo tiene”.

Por su parte, Juan Eduardo Esnáider basa toda su estructura defensiva en el Cata Díaz, su capitán, que ha vuelto de Boca Juniors para luchar por el ascenso del equipo azulón. En los últimos minutos de la victoria sobre el Real Oviedo, cuando el equipo había volteado el marcador pero luego se había quedado con un hombre menos, el Cata sacó la rabia y la raza ante un jugador contrario, subiendo la fiebre del Coliseum Alfonso Pérez. Esnáider se volvió hacia los jugadores getafenses que ocupaban en el banquillo y les subrayó, enérgicamente, el ejemplo que acababan de presenciar. En la posterior rueda de prensa, lo reconocía: “Queremos ser un equipo y nos está costando. Con mucha gente nueva. No es excusa. Es cierto que nos estamos armando, nos estamos conociendo. Una de las formas de conseguirlo es apoyarse, animarse”.

LUIS MILLA, EL QUE RESPIRA MÁS TRANQUILO

El único lugar donde un gran exjugador respira aire fresco y limpio al frente de su equipo es Zaragoza. El equipo maño vive su arranque más esperanzador de las últimas temporadas, y Luis Milla, que manejó el centro del campo del Barcelona y del Real Madrid, y también el banquillo de la Selección Española Sub-21, es uno de los principales culpables. Ocupan actualmente la cuarta posición en la clasificación, con once puntos, justo detrás de Levante, Lugo y Reus. Milla se agarra con todas sus fuerzas a los cinco goles marcados por Manu Lanzarote y los cuatro convertidos por Ángel.

El Real Zaragoza quiere continuar su buena senda este fin de semana en la séptima jornada en Soria frente al Numancia, y en sus halagos al equipo numantino, Milla deja entrever las características que a su juicio ha de reunir, como mínimo, todo aquel que busque competir en esta Segunda División: “Un equipo que lleva tiempo en la categoría, con jugadores muy asentados y un entrenador que repite. Tiene las ideas muy claras y es una formación con mucho orden; un equipo equilibrado, que puede correr, jugar por fuera y también por dentro”.

Luis Milla, entrenador del Zaragoza. Tino Gil Real Zaragoza

LOS EXPERTOS RIVALES Y LOS PEQUEÑOS DETALLES

Cualquiera que forme parte de la Liga 123 o se acerque a dejarse contagiar por su tensión, tarde o temprano deja caer algún comentario sobre lo eterna que es la competición y lo rocoso que tiene que ser un equipo para alcanzar un final feliz. No hay más que observar a los grandes y directos rivales de Hierro, Milla, Esnáider y Contra: un experto grupo de entrenadores que se ha recorrido ya la segunda división de arriba abajo unas cuantas veces. Se la saben de memoria. Fernando Vázquez en el Mallorca, José Ramón Sandoval en el Rayo Vallecano, Paco Herrera en el Real Valladolid, Álvaro Cervera en el Cádiz, José Luis Oltra en el Córdoba, López Muñiz en el Levante y Alberto Toril en el Elche. Un enorme reto para los entrenadores estrella.

Es habitual también escuchar que la clasificación de la Liga 123 aún está loca, con tan pocas jornadas disputadas, y que los equipos no se han asentado todavía en la tabla. Cuando lo hagan, sobre todo a partir de la décima jornada, saldrán a la luz esos pequeños detalles de los que reclamaba Hierro tras las derrotas. Uno de ellos lo conoce muy bien Sandoval, y no todos los equipos disponen de ello: “Si en mi otra etapa el Rayo Vallecano ascendió es porque teníamos mucha gente detrás. Sin una gran afición es imposible salir. Ese va a ser el motor, el generador que nos va a permitir salir hacia adelante. Si tú tienes alguien detrás que te está esperando, te vas a dejar la vida. Y si no te conectas con esta afición, muy tonto tienes que ser. Estar enchufadísimo desde el minuto uno es muy importante”.

Los detalles, la afición, los balones parados, las segundas jugadas, la paciencia y el resto de vocabulario técnico de la Segunda División del fútbol español, cada vez más exigente, irán copando los debates a medida que la competición vaya entrando en las fases decisivas. Con la lupa inevitablemente puesta en las áreas técnicas, en esos famosos futbolistas internacionales no tan acostumbrados a estos terrenos pantanosos.

“Soy el máximo responsable”, repetía varias veces y con decisión Fernando Hierro en la rueda de prensa tras la tercera derrota del Real Oviedo en 6 partidos. Todos ellos tienen muy claro el peso que debe soportar la estrella del equipo.

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