Roman Zozulya se ha convertido ya en caso de seguridad nacional. Un incontrolable caos en el cual todas las soluciones son malas, peores u horrorosas, y para colmo se toman al borde del precipicio de la 2ª División B. El capítulo más sangrante de la telenovela se ha escenificado en la Ciudad Deportiva del Ensanche de Vallecas. A la hora señalada de este miércoles 1 de marzo de 2017, 16:30h, nadie recibió al ucraniano en las oficinas del Rayo Vallecano.
Allí llegó en un vehículo junto a sus representantes, su abogado y un notario para certificar que se presentaba en las instalaciones el día acordado. Era el plazo indicado por el presidente Martín Presa, justo cuando la FIFA le ha reconocido el derecho a encontrar un cuarto equipo en esta temporada, en alguna competición aún no iniciada. Su representante en España, José Lorenzo, sigue jugando para su favor la baza de las amenazas al jugador, la baza del miedo y la preocupación por su familia. El temor a tener que vivir con escolta en Madrid si llega a integrarse en la plantilla del Rayo Vallecano. Preguntado por si esto es exagerado teniendo en cuenta que nunca ha sucedido en Vallecas nada que requiera tanto despliegue, el representante remite a los malos recuerdos del primer día que el jugador ucraniano pisó la Ciudad Deportiva rayista.
Su segundo paso en falso en el barrio ha sido bastante más tranquilo en ese aspecto –nada que haga presagiar la enorme necesidad de seguridad privada– pero igual de circense. Dos miembros de la peña Bukaneros colgaron una pancarta en la puerta de las instalaciones, para que el coche en el que llegaría minutos después el jugador no tuviera más remedio que digerirla. Esos dos miembros de Bukaneros, corrieron hacia la puerta de las instalaciones cuando le vieron llegar y bajar del coche, pero ahí no llegó a haber contacto, ni siquiera visual. Fue a la salida, mientras el jugador se retiraba camino del vehículo y rumbo a un lugar desconocido para la definitiva reunión con el club, cuando los dos Bukaneros estuvieron a menor distancia (nunca menos de diez metros, ellos fuera de las instalaciones, Zozulya ya casi en la zona de aparcamiento). Los dos aficionados le tomaron fotos y le grabaron vídeos, mientras el jugador ucraniano se detenía, dedicándoles una sonrisa irónica y desafiante. El encontronazo visual se prolongó durante quince o veinte segundos. Después los representantes de Bukaneros abandonaron el lugar y Zozukya les siguió con la mirada. No se le veía incómodo ni atemorizado.
Por cierto, sí, han leído bien: rumbo a un lugar desconocido. Un rincón secreto. Allí tendría lugar la reunión con Zozulya, lejos del mundanal ruido. Eso le dijeron a su representante en el club. Su coche debía seguir a otro que les llevaría hasta el punto indicado para el encuentro. Óscar a los mejores defectos especiales. Según él, el jugador no había acudido al entrenamiento matutino porque no contaban con confirmación oficial de su celebración.
A las 19h de esta misma tarde, en el Estadio de Vallecas, la Plataforma ADRV tenía convocada una asamblea abierta para oficializar su postura en este momento del proceso. Horas antes de la llegada a la ciudad del ucraniano, EL ESPAÑOL ha hablado con un representante de esta Plataforma, miembro de la peña Bukaneros, que deja claro sobre todo que es la afición entera la que está detrás de este y otros movimientos de protesta, y que habla en nombre de la Plataforma. “Si al final Zozulya juega aquí habrá que ver las medidas que se pueden tomar. Esperemos que no juegue en Vallecas. Si este jugador se pusiera nuestra camiseta, a lo mejor es adelantar acontecimientos, la afición puede decidir no animar, decidir salirse del estadio, decidir que el club sea de los socios, porque si este club desciende a 2ªB no se sabe lo que puede pasar".
La afición del Rayo Vallecano, en palabras de este portavoz de la Plataforma ADRV y miembro de Bukaneros, sigue en sus trece: “Esta persona ha portado armas, ha dado dinero para una lucha en la que se está financiando al Batallón Azov, grupo paramilitar de abierta ideología neonazi”. Además, le sorprende las críticas a la afición de la franja: “Aquí en España ha habido varios casos: en el Celta la afición se negó a contar con Salva Ballesta como segundo entrenador. O el caso de Zubikarai en el Hércules. Su padre estaba juzgado por pertenecer a ETA. La afición del Hércules se negó a que esa persona fichara por su equipo. Ahora la gente dice qué malos son los del Rayo. La ideología de Zozulya según la ley es algo que tiene que estar perseguido. Nos parece llamativo”. Sobre las palabras de Zozulya, que lo basaba todo en la propaganda rusa, es muy conciso: “No conoce la realidad del barrio ni la realidad rayista. Esta es la historia y la realidad de Vallecas. Somos obreros, como el propio barrio".
Finalmente, la esperada asamblea tuvo lugar en la Taberna La Frasca, junto al estadio, y allí se confirmó que las peñas se están planteando huelga de animación para el próximo partido en casa, este sábado a las 18h ante el Reus. También se propuso rodear el estadio contra el racismo y los valores que supuestamente apoya su enemigo público número dos, Zozulya. El enemigo público número uno, el presidente Martín Presa, se llevó también su ración de cánticos al finalizar la reunión. Rayo sí, Presa no. Durante lo que queda de semana se esperan nuevas decisiones de las peñas rayistas, a medida que se conozcan las noticias oficiales del transcurrir de las operaciones.
El portavoz de la Plataforma ADRV, que atendió a EL ESPAÑOL por teléfono al final de la mañana, no tiene ningún problema en cargar duramente también contra Javier Tebas: “Nuestro querido presidente de la Liga, reconocido neofascista, antiguo dirigente de Fuerza Nueva, está denunciando a una afición por supuestas coacciones, cuando en ningún momento tuvieron lugar esas coacciones. Hay que ver las declaraciones de Trashorras el otro día. Ahí sí había coacciones. Enviaron una carta desde la Liga a los propios jugadores diciéndoles que como apoyaran a la afición rayista les sancionaban con 10.000 euros”.
Tebas ha tenido relación durante décadas con el Rayo, y además su afición le odia desde siempre, le considera el enemigo, por eso este enfrentamiento huele a revancha desde el principio: “No sé si es vendetta”, comenta el portavoz de la Plataforma y miembro de Bukaneros, “o que esta afición seguramente sea una de las aficiones más reivindicativas por un fútbol popular, por un fútbol de los socios y para los socios, contra el fútbol negocio, un fútbol negocio, recuperar el fútbol. Ahora mismo está manchado".
En la asamblea vespertina no hubo mensaje directo para Tebas pero sí para Zozulya y su representante. Los que tienen miedo y los que se sienten amenazados son los vecinos del Vallecas, dada la ideología del jugador ucraniano, los valores que defiende, sus referentes en Ucrania y los antecedentes.
El Rayo Vallecano baila un caos agarrado, baila al borde del precipicio. Y en este caso, para rizar el rizo, el terror va por barrios. El drama sigue y a nadie le salen las cuentas.
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