La presión que recae sobre los hijos de las grandes estrellas del mundo del deporte no es baladí y no siempre se gestiona de la mejor manera posible, pero el ejemplo contrario se encuentra en Jessica (Bradenton, Florida, 1993) y Nelly Korda (Bradenton, Florida, 1998). El mundo del golf ha encontrado en estas hermanas una pareja que atesora calidad a raudales y que son las dos protagonistas del año en este deporte. En los próximos seis días quieren demostrar esta condición.
La Solheim Cup, el equivalente a la Ryder Cup para el golf femenino, se disputa esta semana con el objetivo de ver qué parte del mundo domina este deporte: EEUU o Europa. En 2023 viajará por primera vez en su historia a España esta competición, pero, de momento, este año habrá que trasladarse a Toledo (pero el de Ohio) para disfrutar de la competición que enfrenta a los dos continentes. Las 12 mejores jugadoras del Ladies European Tour rivalizan con las del Ladies Professional Golf Association para decidir quién reina en el mundo los dos próximos años.
Después de que la última edición fuese a parar a las manos del viejo continente, las hermanas se han propuesto ampliar su legado después de ser las únicas familiares de la historia que han disputado esta competición. Jessica y Nelly estuvieron en 2019 en Escocia, pero no pudieron hacer nada para que su país venciera. Eso sí, ellas vencieron todos sus partidos como máximo en el hoyo 14; es decir, goleaban cada vez que cogían el palo.
Consideradas como dos de las mejores golfistas del mundo en la actualidad, dan ese favoritismo al equipo norteamericano con el objetivo de que EEUU vuelva a recuperar la hegemonía de este torneo legendario. Cabe recordar el formato de este torneo, donde los dos primeros días están reservados a cuatro partidos de foursomes (golpes alternos) y otros cuatro de fourball (mejor bola) cada uno, y el último para los dos encuentros individuales. Hay 28 puntos en juego.
Pasado turbio
Ambas son hijas del tenista checo Petr Korda, que llegó a ser número dos del mundo en 1998, el mismo año en el que se impuso en el Open de Australia. Su madre también tiene mucho que decir en su pasión por el deporte ya que Regina Rajchrtová fue tenista profesional. El excéntrico jugador se quedó a las puertas de Roland Garros cuando perdió ante Jim Courier en 1992 y se quedó con solo 10 títulos en torneos individuales y otros tantos en dobles.
Eso sí, al checo casi se le recuerda más por el episodio que marcó su carrera: un positivo por Nandrolona que le tuvo 12 meses fuera de las pistas y tras el que se retiró a los 32 años. Su trayectoria fue más corta por esta cuestión, convirtiéndose en el primer tenista que pisaba el top10 de la ATP que era descubierto consumiendo una sustancia prohibida. Esta sombra del dopaje no solo se ha cernido sobre él, también sobre sus hijos. Él fue el primer 'caddy' de Jessica, por ejemplo.
Su otro hijo, Sebastian, sí que siguió su ejemplo en el mundo del tenis y lucha por hacerse un hueco en la ATP. El joven de 21 años es el número 45 del mundo y también se podría decir que está siendo su año: ganó este 2021 su primer título ATP en Parma. Son tres las temporadas que lleva siendo profesional, aunque sigue enmarcado en el campeonato NextGen. Está en el mejor ránking de su carrera y quiere superar a su padre.
Las mejores
Jessica es la mayor de los hijos de esta prolífica familia. Había puesto el listón bastante alto con seis triunfos en el circuito LPGA y en este 2021 ha conseguido una gran victoria en el Diamond Resorts Tournament of Champions. En su juventud lo probó con la gimnasia y el patinaje artístico, pero pronto se dio cuenta de que lo suyo era el golf. Durante su carrera se encontró un grave problema morfológico en su cara, que le producía fuertes dolores de cabeza. En 2018 se sometió a una cirujía que acabó con ellos y su carrera entró en un nuevo panorama.
Pero desde que su hermana dio el salto al profesionalismo, no hay color con el rendimiento de una y otra. Ya ha alcanzado las seis victorias en el circuito LPGA, pero es que está temporada ha superado la apuesta al hacerse con el oro olímpico con tan solo 23 años. El sueño comenzó en 2016, después de destacar en las categorías junior, pero no sería hasta 2018, con 20 años, cuando conseguiría su primer título del panorama profesional.
Su 2021 es de ensueño al haberse hecho también con el Women's PGA Championship y es la actual número uno del mundo. La mediana de los Korda siempre tuvo claro que se dedicaría a este deporte y siempre ha ensalzado la importancia de Petr en sus éxitos: "Mi padre siempre nos remarca que hemos de darle tiempo a todo lo que pasa, disfrutar de las victorias y aprender de las derrotas, que los deportistas profesionales no suelen hacerlo porque no hay tiempo, siempre hay algún viaje o algún torneo".
El legado de estas dos golfistas puede ser inmenso al final de sus carreras. Cabe destacar que todavía están en una edad muy temprana y que, sobre todo Nelly, tienen muchos años por delante para seguir dominando el panorama mundial. Aún así, la hazaña de liderar al equipo norteamericano hacia la victoria en una Solheim Cup es único. Tratarán de repetir su actuación de 2019, aunque necesitarán la ayuda del resto del equipo para levantar el título el próximo lunes.
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