Mientras buena parte del mundo deportivo está ya con la vista puesta en los Juegos de Río, que arrancan este mes de agosto, hay algunos deportistas que no llegarán a la cita. No por falta de preparación o por haberse retirado de la competición, sino por estar muertos. Según los datos recopilados por la web Olympic Stats, 18 deportistas que compitieron en los Juegos de Londres han perdido la vida en lo que llevamos de ciclo olímpico, aunque para los registros, incluso una vez fallecidos, nunca dejarán de ser Olímpicos.
Probablemente las muertes más mediáticas de atletas que fueron Olímpicos en Londres fueron las de los franceses Camille Muffat y Alexis Vastine. Oro olímpico ella en natación en Londres, boxeador él en los mismos Juegos, ambos perdieron la vida en marzo de 2015 en un trágico accidente de helicóptero en Argentina durante la grabación de un programa de televisión. Un tercer atleta francés, Laurent Vidal, que terminó quinto en triatlón en Londres 2012, murió en noviembre del mismo año tras sufrir un paro cardiaco fulminante.
Probablemente los accidentes son los que más vidas se han cobrado de atletas olímpicos en los últimos cuatro años. El ciclista sudafricano Burry Stander, que a punto estuvo de lograr subir al podio en Londres en Mountain Bike, falleció en enero de 2013 atropellado por un camión mientras entrenaba, mientras que el luchador ruso Besik Kudhukov –medallista en Londres 2012 y Pekín 2008- y su compatriota Nikolay Khrenkov –que participó en Sochi 2014 en la modalidad de bobsleigh- fallecieron en sendos accidentes de tráfico.
Armas de fuego
También violentas fueron las muertes de cuatro olímpicos de Londres que fallecieron por armas de fuego. El jugador de fútbol de Honduras Arnold Peralta fue acribillado a balazos en diciembre de 2015. En agosto de 2013 el luchador egipcio Abdelrahman El-Trabily murió abatido a tiros en El Cairo en una protesta a favor de los Hermanos Musulmanes.
Dos meses más tarde, el tirador tailandés Jakkrit Panichpatikum fue asesinado, supuestamente por su suegra –que confesó el crimen- tras ser detenido y acusado de intentar matar a su mujer y su suegra. Un caso de violencia doméstica parece envolver también a la atleta bielorrusa Yuliya Balykina, que desapareció sin dejar rastro en octubre de 2015 y apareció muerta y enterrada tres semanas después. Su novio está detenido y acusado de asesinato.
Accidentes marinos
El mar ha sido también otro escenario trágico para algunos olímpicos de Londres. El caso más conocido fue sin duda el del regatista británico Andrew Simpson, medalla de oro en Pekín y miembro de la tripulación del barco de Copa América Artemis que volcó en San Francisco durante una regata. Simpson se ahogó en el accidente. También se ahogó el atleta canadiense Daundre Burnaby, en marzo de 2015, cuando pasaba unos días entrenando en Saint Kitts y Navis. El regatista estadounidense Trevor Moore desapareció en aguas de Florida en junio de 2015. Las autoridades encontraron su barco, pero ni rastro de él.
Apenas cuatro meses después de competir en Londres 2012, el luchador de Micronesia Keitani Graham murió de un ataque al corazón fulminante, mientras que el levantador de peso guatemalteco Christian López falleció en noviembre de 2013 de complicaciones de una neumonía. El cáncer se llevó las vidas de la tenista británica Elena Baltacha y de la remera australiana Sarah Outhwaite-Tait. La judoca rusa Yelena Ivashchenko, que a punto estuvo de obtener medalla en Londres, se suicidó en junio de 2015, al igual que hizo dos meses después el boxeador australiano Billy Ward, que con 20 años recién cumplidos, es el olímpico que ha muerto más joven desde Londres.
Veinte vidas segadas en tan sólo cuatro años pero que, pese a la tristeza que evocan en sus compañeros atletas de todos los países, no es una cifra mucho más alta que en anteriores ciclos olímpicos. Entre los Juegos de Atenas 2004 y Pekín 2008 murieron 19 olímpicos, mientras que en el siguiente ciclo, entre Pekín 2008 y Londres 2012, fueron 15 los participantes en los Juegos que perdieron la vida.