"Este diagnóstico me obliga a renunciar al gran objetivo para el que llevaba toda la temporada trabajando duro, los Juegos Olímpicos de Río. Siendo realista, no hay tiempo material para recuperarme totalmente y poder afrontar la competición en buenas condiciones”. A Javier Gómez Noya se le truncó el único logro que falta en su dilatado palmarés tras fracturarse la cabeza del radio en una caída 'tonta' cuando volvía a casa después de un entrenamiento en bicicleta.
Con cinco títulos de campeón del mundo y cuatro cetros continentales, al triatleta ferrolano solo le quedaba alcanzar el oro olímpico, objetivo al que había dedicado todos sus esfuerzos esta temporada. Pero la suerte le ha jugado una mala pasada. Gómez Noya tendrá que ver los Juegos por la televisión, mientras que la delegación española se queda sin una de las principales bazas a medalla.
Este jueves, el presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, anunció la lista de 304 deportistas españoles que viajarán a Brasil, de los cuales 162 son hombres y 142 mujeres –a falta de alguna posible repesca en deportes como el atletismo–. A la sensible baja del triatleta gallego se le sumó también la de Alberto Contador. El ciclista madrileño se tuvo que retirar del Tour de Francia por culpa de dos costalazos en los primeros días de carrera que le provocaron varias lesiones musculares. Tampoco llegará a los Juegos.
La bicicleta ha dejado KO a Gómez Noya y Contador. Pero no serán los únicos grandes nombres ausentes en Río.
La espantada de los golfistas
Por primera vez en 112 años, el golf volverá a ser deporte olímpico. Sin embargo, este regreso estará marcado por la ausencia de sus principales figuras: solo nueve de los treinta mejores golfistas del mundo han confirmado su participación. Ni Jason Day (1º en la clasificación mundial), Dustin Johnson (2º), Jordan Spieth (3º) o Rory McIlroy (4º) se dejarán ver por la ciudad brasileña. El principal motivo adjuntado a dicha espantada es el riesgo de contraer el virus zika.
“Me he dado cuenta que mi salud y la de mis familiares está por delante de cualquier cosa. Aunque el riesgo de infección sea bajo, es un riesgo que no estoy dispuesto a correr”, confesó el norirlandés McIlroy. Por su parte, el estadounidense Spieth también citó “motivos de salud” para explicar su renuncia. “Ha sido probablemente la decisión más difícil de mi vida”.
Aunque el zika se revele como la distinguida causa de peso, la ausencia de premios económicos –en los Juegos la única recompensa es la medalla– o un formato de competición de alta exigencia física, han sido otras de las claves que desvirtuarán el torneo de golf. De hecho, ni sus grandes estrellas prestarán atención al campo construido en la región de Barra. “No estoy seguro que el golf vaya a ser uno de los deportes que vea. Estaré pendiente del atletismo, la natación o los clavados, las cosas que importan”, despachó McIlroy.
La NBA, mermada
La selección de baloncesto de Estados Unidos acude a Río con un equipo mermado, sin varias de sus grandes estrellas. Aún así, con un equipo que se puede calificar de ‘B’, todo lo que no sea una medalla de oro alcanzaría cotas de fracaso histórico. A las órdenes de Mike Krzyzewski comandarán el combinado norteamericano el flamante fichaje de los Golden State Warriors, Kevin Durant, y el líder de los New York Knicks, Carmelo Anthony.
Pero no habrá un nuevo 'Dream Team'. Faltarán jugadores de la talla de LeBron James, Stephen Curry, Russel Westrbrook, James Harden, Anthony Davis o Blake Griffin. Puro espectáculo que no se podrá presenciar en los pabellones de la ciudad brasileña.
España todavía cuenta con la incertidumbre del estado físico de Marc Gasol. El jugador de los Grizzlies se fracturó el metatarsiano del pie derecho durante el mes de febrero, y aunque esté concentrado con la selección preparando los Juegos, su presencia en Río es una incógnita. Serge Ibaka sí que no estará tras renunciar por no encontrarse “al cien por cien”.
Los tenistas quieren descansar
Sin dinero ni puntos ATP en juego, muchos tenistas como Feliciano López, Dominic Thiem, Bernard Tomic, Nick Kyrgios o John Isner, han renunciado a la cita olímpica. En un calendario saturado de viajes, torneos y una infinidad de partidos, los Juegos han pasado a un segundo plano para muchos de los jugadores punteros.
Sin embargo, hay otros como Rafa Nadal que no llegan a comprender estas 'deserciones'. “Los Juegos Olímpicos son el evento más importante en el mundo del deporte”, recordó el que será el abanderado de España el próximo 5 de agosto. “Si no quieres estar en el evento más importante en el mundo del deporte, entonces es difícil de entender cuál es la motivación para el resto de las cosas, ¿no?”, cuestionó. “No puedo entender a las personas que no quieren ir a los Juegos Olímpicos. No es algo que suceda todos los años. Es un evento en el que puedes competir una, dos o tres veces como mucho en toda tu carrera, si tienes suerte”.
En el cuadro femenino, la baja más notable será la de Maria Sharapova. La tenista rusa, suspendida dos años por dopaje tras dar positivo por meldonium, esperaba que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) fallase a su favor, pero la resolución ha sido aplazada al mes de septiembre.
Atletismo, ¿rusos sí o no?
En el atletismo se espera con impaciencia la decisión del TAS en cuanto a los atletas rusos. Desde finales de 2015 pesa sobre la Federación del país una sanción por connivencia ante un sistema de dopaje de estado masivo . Dicha sanción fue ratificada por la IAAF (Federación Internacional de Atletismo por sus siglas en inglés) en junio y el máximo organismo deportivo resolverá el caso la próxima semana.
Por el momento, solo la saltadora de longitud Darya Klishina, a la que han tildado como una “traidora”, ha sido liberada por la IAAF para competir en Río. Otros 67 atletas rusos, entre los que se encuentran la pertiguista Yelena Isinbayeva o el campeón del mundo de 110 vallas Sergey Shubenkov, esperan que la situación de un vuelco definitivo a su favor.