Más de 500 atletas, entre las que se encuentran medallistas como Simone Biles, McKayla Maroney y Aly Raisman han conseguido cerrar el capítulo de los abusos de Larry Nassar por fin. Este lunes se firmaba el acuerdo de reparación de daños por el que recibirán algo más de 340 millones de euros. El Comité Olímpico Internacional se compromete a que estas mismas víctimas sean las representantes en puestos que combatan estas prácticas sacando adelante programas que den protección a las atletas.
Hace casi ya cuatro años el médico Nassar escuchaba uno a uno los testimonios de cada una de las gimnastas que había tratado cuando eran niñas. Desde ese día no ha vuelto a salir a la calle en libertad tras la condena de 40 a 175 años de cárcel que se sumó a la de 40 a 125 años al mes siguiente al ser declarado por la sala del tribunal cinco de Lansing, en Michigan, culpable de siete cargos de agresión sexual. En ese momento ya se encontraba en prisión cumpliendo una condena de 60 años de cárcel por un delito de pornografía infantil.
Esa cantidad de 340 millones se suma a los 440 millones que recibieron en 2018 cuando la Universidad del Estado de Michigan acordó repartir este dinero con 332 de las denunciantes. El escándalo estalló en septiembre de 2016 cuando la medallista Jamie Dantzscher acudió finalmente a los tribunales. A ella la siguieron en 2018 cientos de mujeres que solicitaron compensaciones, lo que supuso la quiebra financiera de la Federación de Gimnasia de Estados Unidos.
Ese mismo organismo que desde los años 90 y a lo largo de cuatro Juegos Olímpicos ignoró las denuncias de cientos de mujeres ahora mismo sigue con el proceso abierto en el Estado de Indiana. Es por lo que esta suma será cubierta por la aseguradora TIG, aunque el pacto requiere aportar al Comité Olímpico 35 millones, siendo cinco de ellos un préstamo para la Federación. El objetivo es que ente que ha quedado manchado para siempre comience a reformarse.
Un caso de estado
La disculpa de Nassar en 2018 no sirvió de nada: "No hay palabras que puedan expresar la profundidad y la amplitud de cuánto lo siento". En septiembre de este 2021 las víctimas volvieron a expresar lo sentido en esos instantes, con Simone Biles a la cabeza: "Culpo a Larry Nasser y también culpo a todo un sistema que perpetró su abuso. Si permites que un depredador dañe a los niños, las consecuencias serán rápidas y graves".
Pero el caso afecta más allá del sistema deportivo estadounidense. Un informe esperado sobre la investigación del FBI, que se publicó en julio, encontró numerosos pasos en falso y encubrimientos por parte de agentes del FBI, lo que permitió que el abuso de Nassar continuara durante meses después de que se abrió el caso por primera vez. Enfrentados por sus contradicciones, dos funcionarios del FBI mintieron durante las entrevistas para encubrir sus errores.
"El agente que me entrevistó me quería convencer de que no valía la pena abrir un caso criminal contra Nassar", narró Aly Raisman en la declaración del mes de septiembre. La ganadora de seis medallas en Londres y Río confesó que insistió en hablar con los agentes que llevaban a cabo las pesquisas. A otra de las víctimas, McKayla Maroney, le dijeron "¿eso es todo?" después de que explicara cómo Nassar le había metido los dedos en los genitales durante horas cuando tenía 13 años.
La huella perdurará
El acuerdo se encuentra entre los más grandes de casos de abuso sexual y, como parte del acuerdo, USA Gymnastics y el Comité Olímpico otorgarán puestos a las afectadas para que no se vuelva a repetir una situación igual. El Team USA también miró hacia otro lado en este caso tal y como se aseguró en el informe de Ropes & Gray que encargó el mismo ente. La federación informó a los directivos Scott Blackmun y Alan Ashley, sobre las acusaciones contra Nassar y no movieron ni un dedo.
Desde que se descubrió el pastel en 2018, Team USA ha implantado reformas e iniciativas, tales como una renovación de la dirección y un fortalecimiento de las medidas de actuación cuando se conoce un caso como este. "El abuso sexual, el acoso y la discriminación no tienen lugar en la comunidad olímpica y paralímpica de Estados Unidos. Y depende de todos nosotros –miembros de la organización, instituciones e individuos- el propiciar una cultura sana para la excelencia deportiva", expuso Susanne Lyons, directora ejecutiva del Comité Olímpico y Paralímpico, en 2018.
Se requerirá que USA Gymnastics tenga al menos una afectada en su junta directiva y cree un proceso de justicia que ayude a las víctimas, entre otras disposiciones. "Este capítulo finalmente está cerrado. Ahora puede comenzar el arduo trabajo de reforma y reconstrucción", ese fue el mensaje de Rachael Denhollander, la primera gimnasta en presentar una denuncia penal contra Nassar en 2016. El mundo será completamente diferente a partir de ahora.
[Más información: El 'caso Larry Nassar' le sale caro a Estados Unidos: indemnización de 340 millones para las víctimas]