Los Juegos Paralímpicos de Invierno de Pekín 2022 finalizaron este domingo con todos los focos apuntando hacia los integrantes del equipo ucraniano. Durante la cita han vivido y competido mientras su país vive la invasión de Rusia, una cuestión que ha puesto en valor su arrojo para conseguir varias medallas. Aún así, la imagen la dejó en el último día un paratleta francés. Manoël Bourdenx hizo su eslalon en calzoncillos; un slip y una lona para protestar por la diferencia de premios con los JJOO.
Bourdenx ha decidido disputar la segunda manga del eslalon en ropa interior, con su dorsal y una pancarta por la igualdad entre deportistas olímpicos y paralímpicos. Su rendimiento deportivo fue discreto, ya que solo pudo ser vigésimo. Aún así, dejó su huella en Pekín 2022 con una protesta que comparten todos los paratletas de verano e invierno. La brecha con los olímpicos es demasiado grande en algunos países, aunque no es el caso de Francia que tiene establecida esta paridad.
En Bélgica, por otro lado, a los medallistas paralímpicos se les paga mucho menos que a los olímpicos. La brecha es considerable: ganan casi cuatro veces menos. En Australia, los medallistas paralímpicos no recibían ningún premio hasta este 2022. En Francia, una medalla de oro supone 65.000 euros. Pero el problema sigue en su día a día, donde los paralímpicos tienen más problemas para seguir con su actividad deportiva. Por eso, la lona que llevaba Bourdenx rezaba: "Cobramos menos".
El francés iba para surfista, pero sufrió un grave accidente en 2017. A Bourdenx le amputaron una pierna tras el ataque de un tiburón en Hawái. Baboo, como le apodan, ahora es instructor de esquí y vela. Lejos de amedrentarse al perder su extremidad derecha, se inició en la competición deportiva para personas con discapacidad un año después. A sus 35 años no es que tenga grandes reconocimientos, pero sí trata de dejar huella con su ejemplo.
La amputación de pierna
Bourdenx ha competido en sus primeros Juegos Olímpicos en esta edición que acaba de finalizar. El 14 de abril de 2017, Manoël se encontraba en la isla de Kauai, al norte del archipiélago de Hawái. Estaba organizando un proyecto socioeducativo y deportivo que tenía en mente desde hace diez años, con el objetivo de "unir a todos los pueblos originarios del planeta: esquimales, polinesios, aborígenes, sin gastar gasolina y haciendo pequeñas hazañas atléticas en cada lugar".
Bourdenx, que vivió mucho tiempo en Canadá, viajó mucho y quedó impactado por la condición de los "nativos" en muchas regiones. Kauai es una de las primeras etapas de esta aventura. Desde los 20 años practicaba surf, aunque su gran pasión era el esquí que practicaba desde los dos años y medio. Estaba en una de las mecas para practicarlo. A 50 metros de la costa, cambió su vida para siempre. El fondo marino no se consideraba como peligroso, aunque el riesgo nunca es cero.
"Estaba esperando la siguiente serie de olas y ahí sentí una presión loca en mi pierna… Luché un poco, le golpeé como pude y me soltó", explica en una entrevista en RMC Sport. Siguió acostado en su tabla, remando para llegar a la playa. Su pierna está destrozada, pero no era consciente: "Mi cerebro canceló todo, ni siquiera tenía dolor, ¡ni siquiera vi sangre! Es una sensación rara... En las fotos en la playa, la única persona sonriendo soy yo... Me di cuenta de la gravedad del accidente en los rostros de las personas".
Una vez comenzó la recuperación, solo tenía un miedo: "Dejar de esquiar". "Me he dedicado tanto a volver a esquiar, a rehacer todos los deportes, que he olvidado los ocho meses posteriores al accidente. Tengo destellos de los grandes momentos, pero está borroso. Mucha gente que conocí durante ese tiempo, no recuerdo nada", explica. Su progresión asombró a los médicos ya que unos meses después estaba practicando windsurf. Después descubrió el paraesquí y se hizo profesional.
La paridad de género
Los Juegos Paralímpicos son el mayor evento de inclusión social, pero, sin embargo, no existe una participación equilibrada entre hombres y mujeres. Los números cada vez son más positivos para las paratletas, ya que a cifra de participación aumenta con el paso de las citas olímpicas. Aún así, mientras los Juegos Olímpicos buscarán en París 2024 la paridad total en número de atletas de ambos géneros, los paralímpicos también trabajan para lograr ese reto.
Esto está relacionado con el número de eventos a medalla que se disputan durante la cita olímpica en los distintos deportes. En los paralímpicos de verano existen muchas menos pruebas femeninas, por lo que este factor condiciona el acceso de las mujeres a una plaza olímpica teniendo menos oportunidades que sus homólogos. Aún así, Pekín 2022 ha gozado de una paridad que no se recuerda en la historia de la cita más importante para los discapacitados que compiten en deportes de invierno.
Los Juegos Paralímpicos de Beijing 2022 han contado con unos 700 atletas paralímpicos en 78 eventos de medallas. Esta cifra se ha dividido en 39 pruebas de medallas masculinas, 35 femeninas y 4 mixtas. El mejor ejemplo son las pruebas de esquí alpino. Ha habido un total de 30 eventos de medallas con un reparto equitativo entre hombres y mujeres. Aún así, estas peticiones como las de Manoël Bourdenx son necesarias para lograr una paridad plena.
[Más información: La tragedia de Laletina: compite en los JJOO con Ucrania mientras tropas rusas capturan a su padre]
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