De 'Káiser' a hijo. El Gran Premio de la Toscana llevó a los aficionados al circuito de Mugello por primera vez y se celebró con aires de nostalgia los 1.000 Grandes Premios de la Scuderia Ferrari. En la casa del Cavallino Rampante no brillaron ni Charles Leclerc (8º) ni Sebastian Vettel (10º) a 'lomos' del SF1000, pero los tiffosi pudieron volver a disfrutar de Mick Schumacher, hijo del heptacampeón del mundo, manejando el monoplaza más mítico al que se subió su padre: el F2004.
Una imagen para tocar la fibra de los seguidores acérrimos de Ferrari y Michael Schumacher, que sueñan con ver algún día a su hijo como piloto oficial de la escudería. Y una Fórmula 1 falta de nuevas estrellas fantasea con lo mismo. Cada mes que pasa, cada gesto hacia Mick, cada actuación en F2 (porque no hay que olvidar que es el líder actual de la categoría en su segundo año), está más cerca de hacerse realidad su llegada al Gran Circo.
Parece inevitable que Mick, el hijo del 'Kaiser, se estrene en la Fórmula 1 en 2021 sin haber cumplido todavía los 22 años (los hará en marzo). En la F2 están convenciendo a todos que si se da su ascenso será por méritos y no por llevar en su nombre el apellido más famoso de la Fórmula 1. Su salto ha sido mayúsculo, de quedar duodécimo en la categoría de plata en su primer año a mostrar una gran regularidad y estar a cinco carreras del campeonato en su segundo.
Mick habla así de lo que le podría esperar el año que viene: "Yo sigo haciendo lo mío, claro que es importante ser campeón de Fórmula 2, que llama la atención, pero no te da un asiento en F1 de forma exacta en ese momento". Como si con él no fuera, pero sabiendo que cada vez está más cerca de empezar a recorrer el camino que hizo a su padre leyenda. Es casi poético que su paso a la cima en la F2 haya llegado tras una victoria en Monza y vistiendo en Mugello el mono de Ferrari en la celebración de sus 1.000 Grandes Premios.
Alfa Romeo y Haas, sus opciones
Alfa Romeo sigue de cerca a Mick hasta el punto de que, antes de que acabe el Mundial de F2, dejará al joven piloto alemán pilotar en los entrenamientos libres del viernes del GP de Alemania en el circuito de Nurburgring el próximo 11 de octubre. Mientras la escudería espera una decisión de Kimi Raikkonen sobre seguir o no en la Fórmula 1, Mick podrá estrenarse en otro de esos circuitos en los que su padre dejó huella.
Pero Alfa Romeo no es la única carta del hijo del 'Káiser' para dar el salto a la categoría reina en 2021. Haas F1 espera para la próxima temporada un piloto joven de la Ferrari Driver Academy y además de Mick se postula al asiento Robert Shwartzman, de la escuela de la Scuderia, vigente campeón de F3 y cuarto clasificado actualmente en su primer año en F2. Ni Grosjean ni Magnussen han recibido una confirmación de que seguirán el año que viene y todo apunta a que se dejará paso a savia nueva. Haas ya ha confirmado que el que esté en 2021 seguirá en 2022.
Cuando Ferrari y Mick se junten
Ferrari quiere asegurarse que Mick crezca y se foguee en una de sus escuderías 'satélites'. El objetivo no es otro que algún día, cuando sea más maduro y se haya hecho un nombre fiable en la Fórmula 1 -de lo que nadie duda en el equipo rojo-, dé el salto a uno de los monoplazas de la Scudería. Los tiempos también corren a su favor. Ferrari lucha por salir de su crisis y cuando salga de ella podría ser el momento ideal para recibir al pequeño 'Schumi' para ocupar el puesto de Carlos Sainz o Leclerc, cuyos resultados definirán su situación para entonces.
"Estamos muy contentos con la trayectoria que está siguiendo en la Fórmula 2. Debe seguir centrado ahí, porque está luchando por el campeonato y no hay que distraerle con otras cosas, pero desde luego que Mick tiene grandes posibilidades de pilotar la Fórmula 1 el año que viene", ha dicho Mattia Binotto, jefe de Ferrari, sobre Mick. Todos esperan al nuevo Schumacher.
[Más información - "¿Carlos Sainz? En él veo lo mismo que cuando trabajaba con Fernando Alonso y Schumacher"]