El debut de Mercedes en el Gran Premio de Australia demostró dos realidades completamente nuevas a las que se enfrenta la nueva Fórmula 1: que hay más igualdad que nunca en los últimos años y que la escudería alemana ha dado un paso atrás considerable. Y es que el análisis de los datos tras la primera carrera de la temporada arroja varios puntos débiles que el equipo se apresura a solucionar para responder a la amenaza Ferrari.
En primer lugar, el equipo de Toto Wollf se plantea solucionar el exceso de peso en el W08 que les permita volver a ser punteros, tal y como informa 'Autosport'. En concreto, cinco kilos. Esa es la cifra que desde Mercedes se han marcado como objetivo de su particular 'dieta' de cara a la tercera carrera del Mundial: el Gran Premio de Bahréin del próximo 16 de abril. Y es el arma que pretenden usar para contrarrestar la evidente mejor degradación del Ferrari, que aupó en Melbourne a Sebastian Vettel como el primer líder del campeonato.
Como el peso mínimo de los monoplazas durante esta temporada ha aumentado hasta los 728 kilos, aún así las escuderías han trabajado a destajo para desarrollar monoplazas lo más ligeros posibles que se alejen lo más posible del límite legal. El motivo de esta contradicción es simple: cuanto más ligero sea el monoplaza mayor lastre se puede utilizar para mejorar el reparto de pesos y la configuración óptima para cada circuito sin dejar de cumplir con el reglamento.
Y es precisamente este factor es el que más daño está haciendo al equipo Mercedes en el arranque del Mundial. La apuesta por una distancia entre ejes mayor que la competencia con fines aerodinámicos ha dado como resultado un incremento de peso que compromete la precisa puesta a punto que en los últimos años había caracterizado al equipo alemán.
El precio pagado por una mejor aerodinámica, imprescindible para conseguir los impresionantes pasos por curva de la nueva Fórmula 1 y las altísimas velocidades que estamos viendo este año en rectas, pasa factura al coche de Hamilton y Bottas en la báscula.
En esa compleja balanza deben edificar sus monoplazas las escuderías, que aún están en fases tempranas de desarrollo mecánico y de chasis, en algunos casos. En el caso de Mercedes, Wolff reconoce que existe margen de mejora en este último aspecto: "No quiero entrar en muchos detalles, pero [el peso] es un área en la que definitivamente debemos mejorar".
"Con las nuevas normas y tamaños de los monoplazas, necesitamos equilibrar en cada momento el rendimiento y el peso. Y es exactamente en lo que estamos trabajando ahora mismo", asegura Wolff, quien es consciente de que el problema afecta a otras escuderías con exceso de peso como Red Bull o Force India. Arranca la 'Operación Bikini' en la Fórmula 1.
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