Alonso consigue un heroico podio en Interlagos en una nueva victoria de Verstappen

Max Verstappen se llevó el triunfo en el GP de Brasil en una carrera que lideró de principio a fin. Nada nuevo en una temporada donde esta situación es la tónica habitual. Sin embargo, todas las miradas estuvieron puestas en Fernando Alonso y Sergio Pérez. El piloto español mantuvo una lucha titánica con el piloto de Red Bull durante más de 30 vueltas y acabó firmando la tercera posición cruzando la línea de meta en paralelo al mexicano.

El asturiano finalizó detrás de Norris y Verstappen, quienes vivieron un Gran Premio realmente cómodo. Ambos rodaron en solitario durante toda la carrera y el piloto inglés pareció conformarse desde el principio con el segundo puesto. 

Por su parte, Carlos Sainz finalizó en una más que decente sexta posición. El madrileño fue el único representante de Ferrari ya que su compañero Leclerc abandonó antes de inciar la prueba. Sainz se 'pegó' con los dos Mercedes y acabó pasándoles debido a la gran degradación de los neumáticos de Hamilton y Russell.

[Así fue la 'foto finish' que valió el podio de Fernando Alonso en el Gran Premio de Brasil ante Checo Pérez]

El comienzo del Gran Premio de Brasil no pudo comenzar de una forma más accidentada. Charles Leclerc se quedó fuera en la vuelta de calentamiento tras estrellar su monoplaza contra el muro. En la salida, Magnussen y Albon se tocaron y provocaron la salida del safety car y posteriormente una bandera roja. 

Una salida que también tuvo como gran protagonista a Lando Norris. El piloto inglés ganó cuatro posiciones antes de la primera curva y se puso a la sombra de Max Verstappen. Los dos Aston Martin salieron mal y perdieron una posición cada uno, mientras que Carlos Sainz cayó a la octava posición. 

Todo comenzó de nuevo y esta vez Fernando Alonso no falló. El asturiano pasó a Hamilton en la frenada de la cuarta curva escalando así a la tercera posición. Por delante, un valiente Lando Norris no dudó en enseñarle el morro a Verstappen en las primeras vueltas pero, una vez salió de zona de DRS, el neerlandés se marchó en solitario.

También gano espacio con sus perseguidores Fernando Alonso. Dejó a más de ocho segundos a Hamilton antes de que comenzasen las primeras paradas en boxes. El de Aston Martin fue de los últimos en parar y poner el compuesto medio. El cambio de neumático no le afectó y siguió marcando un ritmo altísimo sobre el trazado de Interlagos.  

Batalla trepidante

Poco a poco Checo Pérez comenzó a ganarle terreno y le recortó cinco segundos en quince vueltas. Fue una lucha preciosa desde la distancia con el mexicano a punto de entrar en zona de DRS y con un Alonso marcando vueltas rápidas personales de forma consecutiva. No le quedó otra opción a Red Bull de intentar un 'undercat', pero Aston Martin reaccionó de forma excepcional y paró en boxes a Fernando Alonso para defender la tercera posición.

Fue una batalla trepidante. Sergio Pérez volvió a recortar tiempo a Fernando Alonso y esta vez sí que logró entrar en zona de DRS y se vivieron unas últimas vueltas de auténtico infarto. Lo intentó una vez el mexicano, pero Alonso se defendió como gato panza arriba aferrándose a la tercera posición. 

Al piloto de Red Bull se le acababa el tiempo, pero no dio su brazo a torcer y consiguió adelantar a Alonso en la penúltima vuelta. El mexicano se la jugó y le tiró el coche sabiendo que era su última oportunidad. Le pasó y encaró el único giro por delante del asturiano.

Pero la palabra rendición no está en el diccionario de Fernando Alonso. 'Magic' se reservó su mejor truco para la última vuelta. No le bastó con la defensa numantina al Red Bull de Pérez durante más de la mitad del Gran Premio y en la última vuelta pusó el colofón a una carrera brillante. Alonso se pegó a Pérez como una lapa, se abrió buscando una trazada alternativa y logró adelantar al sudamericano. Este tercer escalón del podio, sin embargo, se iba a decidir en la misma recta de meta porque Pérez aún pudo coger la aspiración de Fernando Alonso.

La 'foto finish' dictaminó que el de Aston Martin logró quedarse con ese meritorio tercer puesto por apenas 53 milésimas, un final de infarto que puso a prueba los corazones de los pilotos y de todos los aficionados que estaban siguiendo la prueba en directo.