El parón veraniego de la competición ha comenzado, pero los pilotos de MotoGP no han comenzado todavía las vacaciones. Les aguardan dos días de test en el Red Bull Ring, el trazado austríaco que debuta esta temporada en el calendario mundialista (14 de agosto) y que marcará el inicio de la segunda parte de la campaña. Todos han viajado directamente desde Sachsenring hasta Spielberg para conocer los entresijos del nuevo circuito, salvo dos. Marc Márquez y Dani Pedrosa no estarán presentes en el test conjunto de MotoGP porque Ducati, que es quien ha alquilado la pista, ha vetado al equipo Repsol Honda.
Para no agotar las dos jornadas de test que les quedan de las cinco que disponen esta temporada, la fábrica del ala dorada quería que tanto Márquez como Pedrosa rodaran con la RC213V-S, la carísima versión de calle de su Honda RC213V. “Si dijimos que no a los equipos de Moto2 que habían solicitado participar, no podemos decir que sí a Honda, a los que le gustaría correr con una moto de carretera. La diferencia de potencia podría generar situaciones de peligro. Honda no quiere utilizar los test de dos días en Spielberg, pero quieren tener la oportunidad de rodar con sus pilotos. Esto no es justo para los otros”, aseguran desde la fábrica de Borgo Panigale.
Unos motivos que han hecho que Márquez y Pedrosa comiencen antes que nadie las vacaciones, aunque al final ambos estuvieron rodando el pasado mes invitados por Red Bull para realizar otro evento promocional.
La vendetta de Ducati contra Honda ha llegado después de que la Comisión de Grandes Premios, reunida en Assen, prohibiera el uso de los alerones aerodinámicos la próxima temporada. El fabricante italiano lleva desarrollando desde 2015 un costoso proyecto aerodinámico para sus Ducati Desmosedici y ha visto cómo esta prohibición frena de golpe la ventaja que tiene en este terreno respecto al resto de fabricantes. Entre los que se encuentra Honda, que ha sido el que más ha presionado para acabar con las alas en MotoGP.