Muere un boxeador después de una pelea que le dejó una "grave hemorragia cerebral"
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Se llama Mike Towell, pero le llamaban Iron Mike. Era duro, rocoso y acumulaba un récord de 11 victorias (8 por KO) y un empate. Tenía 25 años y toda una vida por delante. Murió en la noche del viernes, 12 horas después de que le retirasen el soporte vital al que le habían tenido que conectar después de una pelea, que perdió, vaya si la perdió, en las clasificatorias del campeonato británico del peso welter.
Según su pareja, Iron Mike se quejó de migrañas en los días previos al combate, aunque tanto el púgil como su entorno lo achacaron al estrés previo a la pelea. Un combate, en el Hotel Radisson Blu de Glasgow ante Dale Evans, que comenzó ya con una caída del boxeador de Dundee en el primer round. El árbitro decidió parar la pelea ya en el quinto round, cuando Towell recibió asistencia y oxígeno en el mismo cuadrilatero.
"Cuando le quitaron el soporte vital logró resistir 12 horas, 12 rounds completos luchando por su vida. Peleó hasta el final y nos ha hecho sentir orgullosos, se ha ido haciendo lo mejor que ha podido", dijo su mujer tras el anuncio de su fallecimiento a través de la cuenta de Twitter del Club Deportivo de St Andrews, que organizaba la pelea.
Dale Evans, describió a Towell como "un verdadero guerrero" en un comunicado. El otro púgil del combate emitió una declaración en la que mostró su pena por el desenlace de los acontecimientos: "Nunca quise ver a mi oponente derribado fuera del ring. ¿Quién querría eso? Es muy duro para su familia. Mi corazón está con ellos".