Dos días después del accidente aéreo del Chapecoense todo indica que la tragedia que acabó con la vida de 71 personas se pudo evitar. Este mismo jueves el Gobierno de Bolivia ha retirado el permiso de operaciones a la aerolínea Lamia. Además, el Ministerio de Obras Públicas de Evo Morales ha suspendido a varios altos cargos de los organismos de aviación civil mientras se investigan las causas del accidente.
La hipotesis de la falta de combustible se ha confirmado y más indicios apuntan a que el avión nunca debió de despegar desde Santa Cruz. El plan de vuelo del avión tenía al menos cinco observaciones por las cuales la nave no debía despegar, según un informe oficial difundido este jueves por el diario boliviano El Deber.
El rotativo publicó algunos detalles del plan de vuelo entregado por el despachador de Lamia, Álex Quispe, uno de los fallecidos en el accidente, a una funcionaria de la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (AASANA), Celia Castedo Monasterio, en el aeropuerto de Viru Viru, de Santa Cruz (este).
Las observaciones de Castedo fueron que la autonomía de vuelo no era la adecuada, que hacía falta un plan alterno, que el informe fue mal rellenado y que era necesario hacer cambios, según El Deber.
La principal observación se refiere al tiempo de vuelo previsto entre Santa Cruz y el aeropuerto de la ciudad colombiana de Medellín (cuatro horas y 22 minutos), que era el mismo registrado para la autonomía de combustible que tenía el avión.
El documento describe la conversación que Castedo tuvo con Quispe, quien le dijo que el piloto de la aeronave, Miguel Quiroga, también fallecido en el accidente, le dio esa información y le aseguró que el tiempo les alcanzaría para llegar a destino.
La funcionaria de AASANA incluyó en su reporte la siguiente respuesta textual de Quispe a sus observaciones: "No señora Celia, esa autonomía me han pasado, nos alcanza bien (...) Así nomás lo presento, lo hacemos en menos tiempo, no se preocupe. Es así nomás, tranquila, eso está bien, ahí nomás déjemelo".
Aunque Castedo se negó a recibir el plan, el documento pasó finalmente a los encargados de controlar el vuelo en territorio cruceño y luego a control nacional, hasta su salida del país por la ciudad norteña de Cobija, fronteriza con Brasil, señaló El Deber.
El director general de Lamia, Gustavo Vargas, declaró este miércoles que el piloto tenía la opción de abastecerse en Bogotá en caso de sufrir un déficit de combustible.
Según Vargas, inicialmente estaba previsto que el avión recargara en Cobija pero no se hizo por falta de tiempo y el piloto podría haberlo hecho en Bogotá "en el caso hipotético de que hubiera necesitado combustible".
"Tenemos que investigar por qué tomó la determinación de irse en forma directa a Medellín", manifestó Vargas.
El avión de Lamia se estrelló el lunes a solo 17 kilómetros de la cabecera de la pista del aeropuerto que sirve a Medellín, dejando 71 fallecidos y seis supervivientes.
En la aeronave viajaban 28 dirigentes del Chapecoense, miembros del cuerpo técnico e invitados especiales del club brasileño, así como una veintena de periodistas y nueve tripulantes.
El piloto del avión informó a la torre de control del aeropuerto de Medellín de una "falla eléctrica total" y una escasez de combustible antes de estrellarse, según una grabación divulgada el miércoles.
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